¡Gracias a las personas que se dieron el tiempo para comentar y leer! Espero disfruten el capítulo, intentaré escribir más seguido.
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Al parecer ambos perdimos la noción del tiempo, no tengo la menor de idea de la hora que es ni cuánto tiempo llevamos aquí sentamos hablando de la ciudad, el mundo, y cosas varias. De un momento a otro nos quedamos ambos en silencio sonriendo como si alguno hubiese dicho algún buen chiste, pero tenemos claro que no fue así.
Al momento de darnos cuenta que parecemos idiotas, el decide hablar.
-Algo estamos haciendo mal. – Dice de manera muy intrigante y seca.
- ¿Cómo? – No tengo la mínima idea de que está hablando.
- Llevamos horas hablando y no nos hemos presentado, lo estamos haciendo mal. – Sigue hablando de manera muy seca, hasta que estira la mano derecha hasta mi – Hola, me llamo Thomas, puedes decirme Tom, estoy buscando trabajo como guía turístico de Londres pero soy actor. - Todo eso dicho de manera muy divertida, por lo que no puedo evitar reír, mientras sigue con la mano estirada. Al momento de ponerme seria prosigo a presentarme.
- Hola Tom, soy Soledad, nueva en Londres y estoy buscando un guía turístico, pero soy MUY exigente. – Entrando en el juego de la presentación, tomo su mano y el le da un pequeño beso como tu un caballero inglés, a lo que me sonrojo, nuevamente, y veo que Tom está mirando con una cara de confusión.
- ¿Soledad? Nunca había conocido a alguien con ese nombre. Me gusta. – a lo que su cara de confusión cambia a una sonrisa de oreja a oreja, mientras sus ojos azules se clavan en los míos.
Estoy volviendo a los colores, su repentina sonrisa realmente me gusta, el hecho de que le agrade mi nombre también, vuelvo a no saber como ocultar mi emoción y simplemente miro mi café totalmente ruborizada.
-Volviendo al tema del guía turístico, dices que eres exigente, veamos si paso la primera prueba. – cuando termina la frase se para y estira la mano insinuando que me levante de la silla y lo acompañe. Casi como un impulso me veo parada junto a el mientras tira de mi mano al momento de salir del café.
- Donde vamos, Tom?
- A recorrer la ciudad, necesito saber si obtengo el trabajo, esta será la prueba, al final del recorrido me dices si tengo el puesto de guía. – Vaya, este hombre realmente es llevado a sus ideas. No me queda otra que asentir y sonreírle. Aunque no digo que no me guste su actitud, mucho menos que me lleve a recorrer la ciudad. Yo sigo pensando en esto y el me da su brazo para que lo tome y caminemos por Londres, lo hago, ya está de noche, quizás sean cerca de las 8 p.m, han pasado 4 horas desde que entramos al café y esto parece un sueño, he disfrutado tanto la tarde que parecieron simples 30 minutos desde que comenzamos a hablar.
Dos cuadras caminando del brazo y el sonido de un celular interrumpe a Tom cuando me habla de los edificios que tenemos frente a nosotros. Es su teléfono por lo que decide contestar. Luego de medio minuto hablando, con cara de desconcierto, corta y me pira con frustración.
-¿Pasa algo?
-Tengo una reunión a las 8.30 y la olvidé completamente, estar contigo me ha hecho olvidar mis responsabilidades, que mala chica eres. – Levantando una ceja y entrecerrando los ojos. ¡Hasta imitando estar enojado es hermoso!. Ahora su cara cambia a una estúpida sonrisa a la que respondo de igual manera, decido mirar mi reloj, son las 8 en punto.
-Hey, pero son las 8, seguro llegas a las ocho treinta!
- ¿Y dejarte aquí, en medio de Londres, como un pésimo guía? Seguro con eso no me das el empleo. - Seguía con esa maldita sonrisa en la cara, ¡nunca se le borra! y yo estoy cada vez más cerca del colapso.
- Se llegar al subterráneo, querido guía. Todo está bien, con esas dos calles de recorrido turístico te ganaste el empleo. Ahora corre a esa reunión y me sentiré verdadera mente mal.
Se limitó a asentir. Quedamos en silencio un par de minutos mientras sus ojos verdes o azules, ya ni sé de que color son solo sé que son realmente hermosos, se clavaban nuevamente en los míos, esta vez mis nervios no eran tantos, al parecer me estoy acostumbrando.
- Ok, lo haré, iré a la reunión, pero antes tu me darás tu correo electrónico y yo te escribiré el itinerario de nuestro próximo recorrido. – este hombre no se cansa del chiste del guía, suelto una risa y el me sigue con la MALDITA sonrisa. Saqué un pequeño papel y escribí mi correo. – Entonces señorita, nos vemos pronto. – Se acercó lentamente a mí y besó mi mejilla, no tengo la menor idea de que color estoy, solo me limito a quedar inmóvil y sacar una pequeña sonrisa. - Vaya, me pondré como meta hacerte sonrojar más, te ves hermosa.
- Esa actitud no es de buen guía. Ya lograste tu objetivo y no sigas que colapso pronto. - Luego de la risa de ambos, Tom dedice despetirse y partir a su reunión.
- Gracias por la increible tarde.
Tom detuvo un taxi y subió en el, lo seguí con la mirada hasta que desapareció al doblar en la esquina.
No sé en que lugar de Londres estoy, ni donde está el subterráneo más cercano pero claramente lo vivido esta tarde valió la pena, estar perdida en esta gran ciudad que no conozco no es nada. Ahora es cuando agradezco que las calles de Londres tengan Wi-fi gratis y pueda abrir los mapas del celular.
Luego de una hora de viaje desde el lugar donde me separé de Tom, un largo trayecto en subterráneo llego al hotel donde me hospedo. Estoy realmente agotada e incrédula de la gran tarde que fue la de hoy. Me limito a recostarme en la cama de la habitación, pero sin antes sacar mi macbook de la maleta, la enciendo y me veo en la obligación de contarle todo a alguien, mi mejor amiga debe enterarse de esto. Antes de buscar su nombre entre los contactos abro Twitter, tengo la manía de revisar esa red social antes de hacer cualquier cosa, tengo un par de menciones de unos amigos, todos preguntando si ya estoy en la capital europea y como llegue, nada extraordinario, hasta el momento que doy clic en inicio y el primer tweet que aparece me deja sin aliento.
"@twhiddleston: Thanks for the amazing evening, solitude. http://www.youtube.com/watch?v=vb7PLolg-RA"
