Cap.2 - Ayúdame

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Intenté ver su rostro pero el sol daba a mi cara negándome poder ver contra luz.

Creo que pensó que yo no estaba en mis sentidos, ya que empezó a  preguntarme reiteradas veces con un tono de voz muy preocupado: 


"¡Oye! ¡¿Te encuentras bien?!"
"¡¿Me escuchas?!"
"¡¿Puedes verme?!".

"Quiero verlo" fue en lo primero que pensé...

Me moví ansiosamente pero el dolor de mi pierna derecha era inmenso y él me lo negó sosteniéndome fuerte de los hombros.

Otra vez intenté verlo pero era imposible y así él dijo:

-¡¿Quiéres ir a un hospital?!

Entonces me dí cuenta de lo que estaba sucediendo y enseguida pegué un salto contestándole:

-Ah! Lo siento... Si te escucho -respiré con dificultad y continué- ¿Me puedes ayud...?

-No hagas fuerza -me interrumpió- Yo te voy a levantar, te llevaré al hospital.

-¡No es necesario! -exclamé- no me siento mal para nada -miento.
-Insisto, quiero llevarte.

-Tranquilo, puedo solo - me aparté de sus brazos sintiéndome un poco nostálgico y me levanté con dificultad.

-¡Cuidado! -dijo sosteniendo mi cadera socorriendo a la casi caída por gravedad- ¿Vives cerca?

-Vivo en aquel hotel -señalé el edificio.

-Vamos -dijo cruzando mi brazo por su cuello sin soltar mi cadera.
Entonces me paré correctamente y pude ver un hermoso rostro, aunque se veía tenso me llamó mucho la atención, después un brillante cabello oscuro iluminó mi mente haciéndome poner con un sentimiento extraño.

"¿No lo he visto antes?" pensé en lo más profundo de mi mente y después me contradije a mí mismo, "No lo creo, lo recordaría. Además recién me acaba de dar un golpe."

Caminamos hacia el hotel y cuando llegamos, como rutina yo quise dirigirme a las escaleras, las cuales me llevarían a mi piso.

Él detuvo mi movimiento, haciendo que nos dirigiéramos al ascensor.

-¿Cómo se supone que vas a subir estas escaleras? Y lo más importante ¿En qué piso vives? -dijo muy preocupado.

-Vivo en el cuarto piso -sonreí un poco avergonzado.

"Ha de pensar que soy un tonto por querer ir a las escalera. Pero, él no sabe por qué a mí acción."

-Ahrrr -hizo un sonido demasiado tierno y continuó- Que pena amigo, vamos al ascensor.

-Lo lamento, le temo a los ascensores -mi vergüenza aumentó, mis mejillas se sentían cálidas, nunca había dicho esto a otra persona.

Una pausa inundó el momento y mi cara se sonrojaba aún más.

-Tranquilo, voy a estar contigo.

Mis ojos se abrieron por tales tiernas palabras.

-Lali🐝

Te extrañé - HopeV🐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora