76 - Latidos

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Alice se levantaba temprano para ir a la preparatoria, por lo general sus padres la llevaban en auto a la escuela, pero hoy había decidido ir en su bicicleta. Después de unos minutos llego a la escuela, dejo su bicicleta encadenada junto con las demás y entró pronto para poder ir a su clase, curiosamente mientras iba por los pasillos escucho un par de cosas caer al suelo cerca de ella, cayó en cuenta de que 3 tipos estaban molestando a un chico de primer grado, dos de ellos parecían decirle cosas no muy amables y el otro solo ignoraba lo que pasaba mirando hacia otro lado. Alice no era el tipo de persona que se quedaba de brazos cruzados, así que fue a ayudar a aquel chico.

- ¡Hey! ¿Quieres dejarlo tranquilo? –miró la cara de aquella persona que lo molestaba-- ¿Qué te ha hecho el para darte derecho a tirar sus cosas?

- ¿De verdad quieres saber? Métete en tus asuntos no en lo que no te incumbe –No acostumbraba a discutir mucho con la gente, pero esto sería una excepción, no podía dejar que lo molestaran así como así--

- Te lo pido de buena manera, déjalo en paz –A lo lejos veía que el director pasaba por los pasillos y estaba cada vez más cerca de nosotros-

- ¿Y qué harás al respecto, recitarme poesía en la cara? –Dijo burlándose, estaba por contestar hasta que uno de sus amigos habló-

-  Neghan –Tocó su hombro tratando de decir alto- Es suficiente, tienes lo que querías, puedes irte, además te conseguirás un castigo si no nos vamos –Señalo al director, Neghan bufó, él tenía razón-

- Bien, pero verán que esto no acaba aquí, ya nos veremos, pequeña rata –Miró a ambos para luego irse.

- Gracias, te debo una –Dijo el chico que había defendido hace poco – Tendrás que disculparme tengo que ir a clase, nos vemos –Dijo corriendo y al mismo tiempo despidiéndose con su mano derecha. Alice había olvidado que también tenía que ir a su clase de música, por suerte tenía algo de tiempo y llegaría justo a tiempo. Al llegar tomó su lugar junto a la guitarra, todavía no había mucha gente, de hecho, no había nadie, miró la hora y todavía faltaban 34 minutos para que la clase comenzara, al parecer había llegado más temprano de lo habitual. No le importo y tomó una guitarra para tocar un poco en ella, perfeccionaría la canción que estaba aprendiendo ayer, tocó notas con armonía, dejo que la música sonará por el aula vacía abiertamente, sin temor a que alguien la escuchará.

No se percató de que había alguien parado en el marco de la puerta, en cuanto observo a aquella persona dejo de tocar inmediatamente, dejó la guitarra en su lugar y se dedicó a ver quién era aquella persona que la observaba, al mirarlo bien, se dio cuenta de que era el chico que acompañaba a los 2 bullys de la escuela.

- ¿Hace cuánto estas ahí? –Preguntó Alice un poco avergonzada

- Desde hace 30 minutos –No sabía que más decirle, así que se hizo un pequeño silencio incomodo- ¿Piensas quedarte callada hasta que te diga que hoy no hay clase de música?

- ¿Perdón? Pero, si no había clase, ¿por qué has venido? –Después de todo él no tenía por qué estar aquí-

- Pensaba aprovechar este tiempo libre para venir aquí y practicar un poco, pero parece que este salón estaba ocupado – La miró de pies a cabeza –Bueno, ahora que sabes que no hay clase, y tienes una hora libre ¿Podrías salir? –Esa pregunta había dejado atónita a Alice, definitivamente era bastante grosero, más de lo que aparentaba.

- ¿Disculpa? Esa no es una forma de pedir que me retire, además yo puedo estar aquí el tiempo que quiera, no eres nadie para decirme cuando irme o no.

- Muy bien, como quieras –Entró al aula y se sentó dónde estaban los pianos, tomó un cuaderno de su mochila y empezó a tocar la canción que estaba ensayando, no había un solo desperfecto, lo tocaba a la perfección, tocó por unos minutos y luego paró, Alice estaba sorprendida.

- ¿Cómo...lo...?

- Al oírte tocar la guitarra, sentí que tocabas pésimo –Lo miró mal – Por eso quise demostrarte lo que es talento de verdad.

- ¿Estás diciendo que toco mal y que no tengo talento? Que amable de tu parte –Dijo con sarcasmo –Escucha, esa canción solo la he aprendido desde ayer, y considero que para ese lapso de tiempo lo que he aprendido ha sido bastante bueno.

- ¿Cómo esperas tener un talento si eres conformista? Los verdaderos artistas no dejan de practicar, hasta que quede perfecto y sin ningún error, eso es lo que hace que tengan verdadero talento –La había dejado sin palabras por segunda vez en ese día –Sí no tienes esas cualidades no te atrevas a decir que tienes talento.

-Bien, no lo tengo, aun no, por eso estaba practicando –Se dio cuenta de que la discusión se estaba saliendo de control - ¿Sabes qué? La verdad no me importa lo que pienses, el hecho de que toques bien no te hace... -La había interrumpido

- ¿Quieres que te enseñe? –Su pregunta la había confundido bastante

- ¿Eh? –Alice no entendía nada de lo que estaba pasando-

- Dices que estabas practicando, por lo que todavía no estabas conforme con tus resultados, lo que descarta mi teoría de tu conformismo, eso me gusta, por lo tanto ¿Quieres que te enseñe?

- Pero, tu tocas piano y además ¿No estábamos discutiendo hace un rato? –Dijo

- Si, pero las discusiones ya pasaron, no podríamos estar discutiendo toda la vida, al menos yo no, vivir una vida con enemistades es bastante estresante.

- Eres bastante raro– Y ella estaba en lo cierto

-Podré ser loco, pero nadie es técnicamente normal, y los que se consideran locos tienen una cosmovisión más abierta a los miles de posibilidades –Todo lo que decía para Alice sonaba científicamente aburrido - No me he presentado, me llamo Eithan.

- Soy Alice

Al sentir latirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora