¿Oye, Pelirosa? (SasuSaku)

Capítulo 10.

Ver a mi hermosa hija jugando es lo que mas me hace feliz en todo el mundo, su sonrisa es energía vital para mi. Es como un soplo de aire fresco. La magia que tiene Sasuke para jugar con mi hija me deja impresionada, totalmente anonadada, el seria un magnifico padre la verdad. No se que coño hago halagandolo si el muy hijo de perra me dejo solo y como una fiera salvaje en el baño tras de un magnifico sexo. Unas horas mas tardes todos incluso Sasuke se habían ido y es algo que agradezco.

Un nuevo día acababa de comenzar y con el mi rutina, al escuchar la alarma no quise ni levantarme pero como no puedo faltar al trabajo porque lavagirl me despide. Aviento las cobijas a un lado de la cama, con toda mi pereza me siento al borde de mi cama para quitarme las lagañas y estrujarme los ojos. Busco mis pantuflas con los pies y me las pongo y camino directo al baño, me cepillo los dientes, lavo mi cara, en un momento cuando me acuerdo de lo que pasó ayer con el engreído de Sasuke me cacheteó como en señal de olvidar lo sucedido. Me desnudo con rapidez y dejó que las aguas frías de la mañana abran mi mente. Al salir del baño un buen rato después empiezo a despertar a mi hija, una hora y media después estamos saliendo de la casa para ir a nuestras cosas. Soy una de las primeras en llegar a la empresa y como siempre me toco esperar a que llegara la indeseable de mi jefa para saber que debía hacer, mientras ella llegaba yo aproveche para limpiar mi escritorio y todo lo demás que uso yo. Dos horas esperando a la muy hija de su madre y padre y ella aparece tan campante, mi cara de rabia se nota a kilómetros y por supuesto que ella lo sabe...
Respiro profundo y le doy una ácida sonrisa. Ella se da cuenta y sabe que la odio como nunca, la muy operada lo ah echo a propósito. Me da una cantidad de trabajo como para terminar en un año.
—Y estos papeles se los llevas a Sasuke-kun tipo en la hora de almuerzo, firmalos y ordenalos. El los necesitará a esa hora— su tono de chula me provoca patearle el cupo operado ese que tiene— ¿Algún problema? — ella sabe que tengo un problema pero con ella y lavagirl muestra una sonrisa de triunfo. Estoy apunto de matarla pero ni modo es mi jefa y tengo que hacer lo que diga. Después de muchos papeles, firmas y correos se hizo la hora del almuerzo y yo no quiero ver a él estúpido del Uchiha. Camino apresurada no quiero que me regañen por no subir a tiempo los papeles. Corro para meterme en el ascensor y no llegue, las puertas se cerraron en mi cara y para completar el otro ascensor también está subiendo y me toca usar las escaleras. Con más rabia en el cuerpo subo todos los piso hasta llegar al de los ejecutivos. Con la lengua a fuera y con el dolor de piernas más fuerte que  podía tener por subir eso. Me agarro de un escritorio para regular mi respiración, me activo en seguida, con toda seguridad camino hasta la oficina de Sasuke-kun. Saludo a Naruto como siempre lo hago cuando paso cerca se su oficina. Reviso los papeles una vez antes de entrar, todo está en orden y no se me ha quedado ninguno en mi escritorio por que si no seria el colmo. No quiero ni imaginarme subir esas escaleras otra vez. La puerta está abierta y como yo no soy curiosa, lo digo con todo sarcasmo me asomo un poco en la hendidura de la puerta. Veo a la muy puta de lavagirl acariciando el pecho desnudo de Sasuke y me siento explotar. De un momento a otro ella comienza a pedir más y me doy cuenta que están follando, la muy perraca ha echo esto simple para que yo la vea con él. A través de la hendidura ella me ve y sonríe triunfante pero como yo soy lo peor de lo peor entro a la oficina abriendo las puertas de un empujón.
—Buen día jefes — Sasuke a penas me ve lanza a lavagirl al suelo y se sube los boxer.
—¿Sakura dejame explicarte?— intento hablar pero como estoy echa una furia ni le presto atención.
—Aquí tiene los papeles que necesitaba con urgencia— miro a Karin y ella esta tapando la boca para no reírse. Aún esta desnuda y de pie en la oficina por otra parte Sasuke se visto e intento acercarse a mi pero mi loca deje que me tocará.
—Vístete carajos... — grita enfurecido. Camino hasta ella y me le plantó en la cara. Con todo el odio que tengo le digo:
— Que triste que seas la segunda opción, como anoche no quise repetir te vino a buscar a ti— una cachetada se hizo sonar, mi mejilla me arde, pero no voy a demostrar dolor ni debilidad. Me río con sonara, me doy media vuelta y miro a Sasuke— podrías devolverme mis bragas sabias...
—Sakura...
Lo miro insignificante, basura le digo mentalmente. Miro a la porquería de mujer  y añado:
—Tantas cirugías estéticas hacen daño, muñeca de plástico.
—¿Cómo te a través? Soy tu jefa y no puedes hablarme así— sin prestarle atención camino hasta el escritorio y pongo los papeles y sin más que decir me largo de la oficina. Sasuke no hace nada para impedirlo, llegó a mi escritorio agarro mis cosas y me voy con lágrimas en mi corazón.
Esto no puede estar pasando, imposible que sea verdad. El y yo ayer, recuerdo todo y rápidamente saco esos pensamientos de mi cabeza. Sasuke Uchiha esta muerto para mi. Nadie me había humillado tan horrible en la vida, ni siquiera en la secundaria. Respiro para tranquilizarme pero mis sollozos no cesan. Salgo de la empresa siendo añicos, me siento miserable y yo se la razón. Me enamore de él y ahora estoy sufriendo por amor. Un asqueroso amor. Ya veo y entiendo por que el siempre dijo que no era bueno para mi, él mismo sabe lo basura y poco hombre que es.
Tomo el bus esta mi casa y en todo el camino lo único que pude ver fueron parejas felices, con hijos y perros. Solo familias, una como la que yo quisiera tener y no puedo. Mi corazón destrozado llega conmigo a casa, lanzó todo al piso, la cartera, los zapatos, las llaves y mi vida. Me siento en un abismo. Le envío un mensaje se texto a Hinata para que busque hoy a Sasumi a la guardería y se quede con ella hasta mañana. Ahorita no tengo cabeza para ver a los ojos a mi pequeña hoja. Hinata rápidamente me dice que estaría encantada y yo más relajada por eso sigo en mi llorantina.

Gente bella y preciosa aquí el nuevo capítulo. ¿Qué tal? Espero les guste y estén bien. Yo estoy bien.
Hoy no tengo mucho que decir así que sin más me despido.
Besos y abrazos fuertes.
Los amo mis bellos lectores.