-Recuerdos-

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Se encontraba sentada sobre el amarillento y algo seco pasto del gran y misterioso bosque, su espalda estaba recargada sobre el gran tronco de uno de los gigantes pinos. Parpadeo de una manera rápida unas cuantas veces hasta lograr que su vista se hiciera nítida, frunció el entrecejo al darse cuenta de donde se encontraba. Reconoció que era el bosque porque había ido un par de veces a caminar con su hermano mayor, Tomas. Apoyo ambas manos sobre el suelo impulsándose hasta quedar totalmente de pie. Tenía miedo al estar sola, en un bosque alejado de la ciudad y de noche. Paso sus manos por su vientre para aplanar un poco su vestido negro consiguiendo acomodarlo, tomo los gruesos tirantes entre su dedo pulgar e índice, jalo un poco estos hasta que quedaran correctamente en su lugar y empezó a caminar decidida a irse al departamento que compartía con su hermano. 

Supuso que había llegado en su auto ya que para ir a caminar una larga distancia sin utilizar algo de ropa deportiva, cómoda; no vestido corto y botines. En su mente no tenia registrado en que lugar había estacionado el coche pero ya lo averiguaría al estar completamente fuera del bosque. Se sentía un poco extraña, fuera de lugar; como si estuviera soñando o como aquellas pocas veces que solía probar una sustancia toxica. Hacia un fuerte viento mas sin embargo ella no lo sentía, su cabello ni siquiera se movía, pisaba algunas hojas secas con sus botines negros y estas ni siquiera se movían, mucho menos crujían.

Paso sus delgadas, pequeñas y algo pálidas manos por su cabello pelirrojo que le llegaba hasta la altura de los hombros, lo paso por detrás de sus orejas, algunos rizos rebeldes le estorbaban en su rostro pero los ignoro y continuó. Caminó un buen rato observando todo a su alrededor en espera de algo fuera de lugar, lo único que estaba en el campo de su vista eran arboles gigantes moviéndose al compás de un lado a otro a causa de las ráfagas de viento, permitiendo que la luz de la luna se filtrara entre estos, sus oídos alcanzaban a percibir el ruido que hacen algunos insectos ocultos entre las ramas. Pateaba ligeramente el suelo con la punta de su calzado. Frenó sus pasos de golpe a tan solo unos cuantos metros de distancia a un bulto del tamaño parecido a su estatura; recargado sobre un árbol. Se le dificultaba descifrar que era; por la poca luz que había. Ladeo un poco su cabeza pestañeando varias veces tratando de darle una forma al bulto, entrecerró sus ojos como era de costumbre cuando no alcanzaba a ver algo.

Paso su lengua por sus labios sin que estos se humedecieran. La curiosidad la venció y decidida se acercó un par de pasos hacia el misterioso bulto jugando con un mechón de su cabello entre sus largos y huesudos dedos, luego de esos simples y lentos pasos sintió como el miedo y unas fuertes ganas de llorar se apoderaban de ella, mordió su labio inferior con fuerza sin sentir ninguna pisca de dolor. Dio media vuelta sobre sus talones y empezó a correr lo más rápido que podía en dirección contraria al bulto, tenia mucho miedo y quería regresar a su hogar. Mientras mas avanzaba se introducía más al bosque y la combinación de nerviosismo y temor iban disminuyendo poco a poco; al final paró cuando quedo lo bastante alejada. Estaba algo extrañada de que ni siquiera sentía algún tipo de cansancio después de todo lo que corrió o al menos de tener su respiración acelerada. 

Optó por volver a sentarse sobre el piso y ponerse a recordar que había hecho para llegar hasta ahí. Cundo hizo contacto contra el césped –sin siquiera sentirlo- cerro muy bien sus piernas estirándolas por completo, cuidando de que su vestido no se le levantara mas de lo debido. Cerró sus ojos y cruzó los brazos sobre su pecho, frunció el entrecejo. Lo ultimo que recordaba era que estaba en un auto (que por cierto no lo reconocía) iba sentada en el lugar del copiloto, lo supo ya que enfrente de ella no había ningún volante, trataba de recordar de quien era esa voz femenina que murmuraba algunas cosas sin sentido –para ella- no entendía las palabras que pronunciaba, la voz la escuchaba a lo lejos. Luego de ese recuerdo, las imágenes de varios maquillajes frente a ella pasaron por su mente y volvió a escuchar esa voz pero esta vez mucho mas clara ''Jane'' la llamaba por su nombre ''tienes que aco...'' dejo la frase en el aire interrumpida por otro recuerdo, pero esta vez era uno con su hermano mayor, donde ambos estaban sentados sobre el sofá para tres personas, de la sala de su casa, ambos con la vista puesta en el televisor viendo una de las películas favoritas del chico, mientras que en la mesa del centro tenia ambos pies cruzados con calcetines color amarillo pastel, en el centro de esta misma descansaba un tazón llenado con palomitas hasta la mitad, luego veía como tomaba su celular con una mano y lo desbloqueaba fijándose en la hora, había dicho algo que ahora para ella era difícil de entender por la voz distorsionada. 

Por un momento su mente quedo en blanco luego volvió a ver una imagen sumamente borrosa, era una la silueta de una persona a lo lejos corriendo en dirección contraria de donde ella se encontraba, lo raro en ese recuerdo fue que sintió un fuerte dolor por todo su cuerpo y lo que reconoció de aquello fue que se encontraba recargada en un árbol justo como hace algunos momentos.

Cuando volvió abrir sus ojos, la expresión de su rostro cambio completamente, no se encontraba en el mismo lugar donde se tomo el tiempo para pensar, si no que nuevamente se encontraba recargada en el mismo tronco, igual a como lo que había pasado en su ultimo recuerdo. Temerosa se puso de pie lo más rápido posible y corrió a dirección a donde se encontraba el bulto, paso de largo por este sin detenerse siquiera a echarle un vistazo y acabar con su curiosidad, el miedo que sentía no le permitía hacer aquello. Corrió entre los arboles, sintiendo un nudo en su garganta. Sonrió al ver la carretera y aumento la velocidad hasta estar a la orilla, giro su cabeza hacia los lados para elegir hacia que dirección continuar su camino, optó por irse hacia la derecha. Pasaron un par de minutos y sintió la presencia de alguien más a sus espaldas, lo ignoro y siguió con lo que estaba haciendo, los segundos seguían pasando y no dejaba de pensar que probablemente alguien estaba detrás de ella; mordió su labio inferior y se armó de valor para girar su cabeza un poco hacia atrás y de reojo ver quien la seguía. Nadie. Abrió sus ojos como platos asustada –todo le estaba dando miedo- fue disminuyendo la rapidez de sus pasos. 

Nuevamente volvió esa extraña sensación de la presencia de alguien.

Antes de poder volver a girar su rostro sintió como la movían hacia enfrente y hacia atrás de manera brusca, tomándola por los hombros, soltó un grito aterrador mientras se forcejeaba por soltarse de aquel agarre, pataleo, movió sus brazos, lanzando golpes al aire, pero no se deshacía del agarre.

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⏰ Última actualización: Oct 15, 2017 ⏰

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