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Por Dios... ¡juro que le voy coser la maldita boca si Stassie no deja de cantar como perro ahogándose!

-...Baby you should go and love yoursel...- Okay, listo.

-¡ARRUINAS LA CANCIÓN, CÁLLATE... CÁLLATE QUE ME DESESPERAS!- Me di vuelta en el asiento del auto.

Me miró y luego miró a Thomas esperando a que salte en su defensa.

-Tu fuerte no es cantar, cariño.- Le dió una sonrisa cálida.

Stassie quedó ofendida y yo con una sonrisa satisfecha.

-¿Falta mucho? -El estar mucho tiempo encerrada con Stassie me invita a asesinarla.

-Ya llegamos Oli. -Thomas rodó los ojos.

Paró el auto y yo fui libre al fin.

Caminé hacia adentro en busca de mi padre.

-Tarde, Olive. -Escuché su voz detrás de mi.

Oh oh, estoy en problemas.

Me di vuelta y el estaba ahí, tan perfecto e imponente como siempre, incluso daba miedo por ser tan derecho en absolutamente todo.

- Papá, lo lamento...nos retrasamos por el tráfico; no volverá a suceder. -Sonreí cálidamente.

-Eso espero. -Contestó cortante y pasó a mi lado y siguió caminando.

Actitudes como estas eran las que hacían que me alejara cada vez más de mi padre.

...

-¡Oli! - Oí una voz muy conocida llamarme y automáticamente busqué a la dueña de esa voz.

-¡Khloe! -Grité. -¡Te extrañé tanto! -Fui rápidamente a abrazarla.

Somos muy amigas desde que eramos pequeñas. Tin, Thom, Ken, Khlo y yo eramos inseparables.
Ella lamentablemente tuvo que irse a estudiar a otra ciudad por trabajo de su padre, pero ella volvió este año para ir todos juntos a la universidad tal como lo habíamos planeado los cinco desde que eramos pequeños.

-¿Estás lista para el mejor año de tu vida? -Sonrió emocionada.

-¡Por supuesto que si! -Chillé alegre.

-La princesa al fin volvió a su castillo- Austin estaba detrás de nosotras.

-El príncipe no fue a rescatar a la princesa. -Hizo pucheros con la boca.

Ella fue a darle un abrazo y a saludar a los demás.

Me quedé sola así que fui a buscar a mi padre.

-Olive.- Ugh, ese era Stéfano.

Stéfano es el marido de mi padre; si, el marido de mi padre.

-Stéfano, ¿qué necesitas? -Sonreí falsamente.

-Tu padre me envío a buscarte, necesita que busques unos papeles para él en la casa. -Dijo serio.- Yo te llevaré, apúrate.

Me escogí de hombros y lo seguí.

...

-¿Qué se supone que debo buscar? -Dudé.

-Nada en especial, una caja con papeles que está debajo de la cama de tu padre. -Dijo sin importancia.- Yo te esperaré afuera.

-Está bien. -Siento que algo no va bien aquí.

Stéfano paró el auto y me bajé.
Caminé hacia la puerta, la abrí y desconecté la alarma y la dejé desconectada ya que bajaría en unos minutos.

-Veamos que hay por aquí. -Dije para mí.

Entré a la habitación de papá y me agaché para ver qué había debajo de la cama.

De repente mi celular empezó a vibrar en el suelo así que dejé la caja a un lado y atendí la llamada.

-¿Papá..? Dije al ver su nombre en la pantalla.

-¡Olive! ¿¡Dónde te metiste?! Los chicos llevan buscándote desde hace un montón de tiempo. -Gritó a través del teléfono.

-Estoy en casa papá, vine a buscar lo que me pediste. -Le recordé.

-¿¡Olive, de qué rayos estás hablando?! -Gritó de vuelta.- ¡Te quiero aquí ya mismo!

-Pero Stéfano dijo que tu...- No terminé de contestarle debido a que oí un ruido que venía de las escaleras.

Me levanté a ver quién era y dejé el celular en la cama.

-¿Stéfano? -Pregunté.

Alguien me agarró de atrás por el pelo e intentaba llevarme al piso de abajo.

-¡Stefano! -Grité.

¡Estoy entrando en pánico!

Piensa Olive, necesitas salir de aquí.

Grité aún más fuerte.

-¡Cállate! -Me dió un golpe en la cabeza.

Empecé a gritar lo más que pude y él me tapó la boca.

Empezó a bajar conmigo por las escaleras y casi caímos.

-¡Quédate quieta! -Otro golpe más.

Nos acercamos a la puerta y vi como Stéfano les daba algo en un sobre a dos hombres más grandes que el que me sostenía.

Muévete Olive, sal de aquí.

Me movía lo más que podía y trataba de gritar más fuerte aunque era imposible.

-Disfrútalo, perra. -Sonrió cínicamente. -Porque yo lo estoy disfrutando. -Y se fue.

Quise gritar pero los otros dos hombres me golpearon aún más fuerte.

Se descuidó el que me sostenía y aproveché para gritar y tratar de correr.

No pudé porque me golpeó y tiró al piso y me puso un trapo con un líquido horrible en la nariz.

La cabeza me daba vueltas y de repente todo se puso negro.

Stay Alive.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora