QUE NO SE ENTEREN [OS- DYLMAS]

Parte 2

Narra Thomas

Estábamos juntos en la cama de Dylan, bueno la de su habitación del hotel. Había venido a Londres a promocionar su nueva película, American Assassin. Y hacía tiempo que no nos veíamos, ¿cómo podía ser capaz de echar tanto de menos a Dylan? En cuánto me dijo que había bajado del avión me dirigí al hotel para estar juntos a solas.

Tal y como nos gustaba a nosotros.

-Dyl...- le dije mirando para él. Bajó la mirada mientras seguía acariciándome el pelo. Amo que haga eso. Llevábamos abrazados desde que acabamos de hacer el amor.

Me pegué más a él. Temía que se fuese y no poder estar con él todo lo que querría.

-Mmm...- susurró mirando para mis labios. ¿Por qué Dylan O'Brien está saliendo conmigo? Hice un puchero para darle a entender lo que me pasaba pero Dylan solo sonrió.

-Te eché de menos- me acerqué y le di un beso rápido que no pudiese seguir. Tenía que hablar con él y como empezásemos con los besos no pararíamos nunca. Me aparté y me pasé la mano por el pelo despeinándolo todo.

-Yo también te eché de menos. Ven aquí- se recostó de todo en la cama y me agarró del brazo para ponerme encima de él. Noté como el calor subía a mis mejillas.

-Dyl, estás sólo con el canzoncillo- susurré estirándome para ponerme recto. Puso sus manos en mi cintura y yo al tacto sentí como me estremecía.

-Tú también, Thomas. Y menos mal que los llevamos puestos- me respondió susurrando con esa maldita voz ronca que tanto me pone. Me empujó hacia delante y me dejé caer encima de él. Caí en sus labios y empezamos a besarnos. Empezó como algo dulce hasta que dejándome llevar recorrí toda su barriga y todo sus pectorales hasta sus hombros. Nos separamos un momento y se puso encima de mí- Thomas Sangster, me estás provocando. No me hago responsable de mis actos.

Sonreí y junté más mi cadera contra la suya. Él se dejó caer encima de mí y se empezó a mover lentamente de arriba a abajo, gemí intentando que no fuese muy alto.

-Entonces, ¿quieres que volvamos a lo que estábamos antes?- respondió volviendo a hacer lo mismo. Me mordí el labio. Sé fuerte, Thomas. No caigas en sus redes...

-No, Dylan. Quiero hablar- cerré los ojos, pero seguí resistiéndome y volví a morder mi labio.

-Oh... ¿Hablar de qué?- se separó para ponerse a mi lado. Mierda le preocupé.

-No es malo, Dyl. No estés serio- le acaricié la mejilla y le di un beso. Para consolarlo y tranquilizarle un poco me puse encima de él y le di un par de besos bajando por su cuello, pero me paró antes de ir más abajo.

-Thomas, bebé. De verdad que te echo mucho de menos, pero si quieres hablar, hablemos. Llegué ayer y hablar, precisamente, no hablamos. Por lo meno lo que se dice tener una conversación- me sonrió.

-De acuerdo, Dyl. Es que verás... En ocho semanas volvemos a grabar la última peli. La Cura Mortal. ¿Qué vamos a hacer?

Por fin lo había soltado. Estaba deseando decir que estaba saliendo con Dylan. A todo el mundo, a los del cast, a todos los que nos ayudan a grabar Maze Runner... Iría persona por persona por la calle diciéndoles ''Eh, salgo con Dylan O'Brien ¿sabéis? Es mi novio, mi chico. Y algún día nos casaremos y adoptaremos varios niños.''

-¿A qué te refieres, Thomas? ¿Qué haremos con qué?- me miró con... ¿miedo? ¿De verdad piensa que le diría otra cosa? ¿Con lo bien que nos va? Y aunque nos fuese mal, estoy demasiado enamorado de Dylan como para dejarlo ir.