La vida es como un columpio.
Te sientas en él, hasta que ves llegar a alguien y le preguntas: "¿Me podrías empujar?".
Aquella persona accede a tu petición y te empuja.
Vas llegando cada vez más alto.
Eres feliz estando en la cima.
Aquella persona también sonríe.
Y de repente...
Empiezas a ir más bajo.
Cada vez más.
Hasta que tus pies vuelven a tocar el suelo.
Te quedas confundido.
Y miras atrás.
Esa persona que te empujaba para lograr ir más alto y ser feliz se ha ido.
Entonces, te empujas a ti mismo.
Pero no es lo mismo.
Querías estar a lado de alguien para compartir tu felicidad.
Querías que aquella persona aun siguiera empujándote.
Tienes en tu mente aquel hermoso recuerdo de la felicidad que sentiste por aquel momento.
Y como una burbuja.
Explotó.Te sigues empujando pero no logras aquella felicidad, no llegas a la cima.
Algunas personas lo hacen: se empujan a sí mismos y alcanzan la cima y la felicidad.
Pero en el fondo saben que necesitan a alguien que también los empuje, puesto que en algún momento el cansancio se apodera de ti y no puedes seguir...
ESTÁS LEYENDO
Susurros del Corazón.
RandomQuerida caja de notas: Serás la afortunada (o desafortunada) en escuchar cada pensamiento que cruza por mi mente. ☆Portada por: @santiagort927☆