Cuando Los Ángeles Caen

Dylan En Busca De Ayuda

Creo que el peor dolor que puede sentir una persona es perder un hijo, recuerdo cuando Allison cocinaba y me llamaba diciendo Dylan esta pateando, tu me dejabas tocar tu vientre y sentir a esa bella criatura que nos traería mas felicidad. Te prometo no llorar en las noches mamá, por que? No se si dios existe pero si es que existe me está castigando, algo malo muy malo debí aver hecho para estar pagando algo tan caro.

–Dylan •Gritaste exaltada mente·
Tienes que pensar en nuestro futuro esto sólo fue una mancha oscura en esta historia pero siempre sale el sol después de un día nublado.

–Allison necesito tu ayuda, necesito tu amor, necesito tu comprensión, necesito un momento a solas por favor dejame solo por favor tan siquiera por unos minutos.

–Esta bien amor (Antes de salir me abrazaste)

Escribir, eso es lo que necesito. Pero no tengo nada a la mano para hacerlo.

Hay una navaja en mi escritorio, no se si deba hacerlo pero tal vez sea lo mejor.

Siento una sensación de dolor muy fuerte pero a la vez me da un poco de risa, veo la silueta de una persona en la escucho yo digo: no estoy viendo bien estoy viendo gris, no te escucho te escucho muy lejos, me estoy desmayando, me estoy desmayando.

                    3 Horas Después...

–Que demonios hago en este lugar.
(Una persona al parecer un doctor entra en la habitación)

–Tienes suerte de que no hayas muerto, probablemente si no te hubiera traído tu esposa estarías muerto, tranquilo ya estas bien en unos momentos mas te daremos de alta para que puedas irte, por cierto.. Tienes visita.

–¿Por que lo hiciste Pablo? Ahora mas que nunca te necesito recuerda que yo también perdí un hijo no sólo eres tu!

–Perdoname creí que era la única salida de este infierno.

–Jonathan Y Jason (Hijos) quieren verte por favor están muy asustados, diles que estas bien que no te pasó nada.

–Papá! Papá! (Gritaron los niños preocupados por la salud de su padre)

–Hola chicos

–Papá el señor de afuera dice que pudiste aver muerto

–Ignoralo hijo solo estaba bromeando, mirame estoy bien solo me siento algo cansado.

Doctor: Bueno chicos es hora de irse ya van a llevarse a su padre a casa y todo volverá a la normalidad. Niños su padre necesita su apoyo ahora mas que nunca a si que pasen tiempo con el, me lo prometen chicos?

–Si doctor

Esta es la segunda vez que visito el hospital, por que no morí? Tal vez es por que debo de sufrir mas o no lo se.

Recuerdo que en el nacimiento de Jonathan no me dejaron presenciar el parto, yo estaba muy nervioso por que tenía miedo de que sufrieras. Esperé una hora, dos horas, tres horas, cuatro horas. Hasta que por fin me dejaron ver al bebé, era tan hermoso fue uno de los mejores momentos en mi vida, la enfermera me dijo que lo cargara y yo le dije que no pues tenia miedo de que se me callera, la doctora me dijo eres primeriso? Tienes que aprender, vamos lleve al bebé con su madre para que pueda verlo.
Recuerdo que lo puse en tus brasos y tu lo tomaste delicadamente, no pudiste aguantar las ganas de llorar y te dije: mi amor la vida nos sonríe.

Después de ese viaje al hospital llegamos a casa y lo primero que hice fue decirte, llevame a la cama me quiero acostar acuestate con migo que me siento muy mal.

–Pablo no debiste hacerlo, sabes cuanto sufrí al saber que podías morir? Conocerte fue algo hermoso y no quiero perderte, eres el amor de mi vida.

–Yo no sabia lo que hacia, volví a ser un adolescente, que tomaba decisiones inmaduras, me deje llevar por el dolor que sentí al saber que habia perdido un hijo, necesito ayuda, y pronto no se que hacer, me comienzo a desesperar, creo que me estoy volviendo loco.

–No se que decirte, me siento un poco triste al escucharte decir eso. Creo que necesitas un tiempo a solas para que te relajes, por favor no hagas una estupidez.

Que demonios pasa con migo? Por que de un momento la vida decide tumbar me al suelo, me sentía como un rey y ahora soy un simple limosnero. Tumbé todo lo que hay mi librería y me recosté sobre mis libros y entré en un bucle de pensamiento, mis ojos, mis ojos, arden mis ojos. Mis brazos, no siento los brazos, estoy viendo algo, me llama y quiero caminar hacia ella pero no puedo. algo me lo impide. Escucho una voz que me dice, tu vida terminará si tu lo deseas pero dejaras a tu esposa e hijos desamparados. Tu decides quieres vivir? O quieres morir?
Algo me dice que tengo que morir pero a la vez siento que le causaré mucho daño a las personas que me quieren si es que aún queda alguna.
Decido... Vivir.

Voz misteriosa: Has elegido el camino correcto, sólo te diremos, tu hijo esta feliz nosotros nos encargaremos de cuidarlo y vendremos a visitarte cuando lo consideremos necesario. Adiós... Nos volveremos a ver en un futuro.

(Silencio en la sala por unos minutos)

No se que demonios a sido eso pero me abrió los ojos, miré la hora y habían pasado cerca de 45 minutos. Supongo que estuve en una especie de transe o algo por el estilo.

Allison entra en la habitación...

–Te sientes mejor mi amor?

–si eso creo.. Necesitaba un momento a solas y eso si me a servido mucho, gracias mi amor, necesitaba desahogarme.

–Amor yo también he sufrido mucho, llore en silencio para que los niños no me vieran deprimidos. Pero juntos podemos superar esta tragedia el amor que tenemos esta fuera de este mundo.

–Sabemos que es cierto pero comprendeme necesito llorar, necesito pensar, necesito todo! Me estoy volviendo loco. Saldré a la calle para despejarme un rato, volveré en una hora.

Las gotas de lluvia caen sobre mi, miré al cielo y las gotas entraban en mis ojos, era una sensación de alivió pero a la vez de tristeza. Me siento bien o eso creo.

Hay una banca en el parque en la cual decidí sentarme, la lluvia sigue y sigue, parezco un niño jugando el los charcos pero por dentro soy un ángel caído.