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No quiero que alguien me de la razón. No lo necesito. Mi madre dice que estoy mal. Ella misma se contradice. Se me ha escapado una carcajada mientras mis ojos lloran. Mi corazón está hecho polvo y mi cerebro sólo piensa en sangre. Soy buena disimulando a medias. Soy buena haciendo creer lo contrario a lo que pasa. Mi madre defiende a mi hermano gay. Mi madre me apuñala por la espalda cuando le digo que soy bisexual. Seguramente mi hermano es un ángel, y yo ni demonio llego a ser. Quizás soy un pedazo de estrella. Una mierda. Mi padre se levanta y se va a ver televisión mientras mi madre ladra su diccionario contra mí. Entro en pánico. Mi mano tiembla. Mi otra mano rasguña. Me vuelvo loca pero trato de disimularlo. Quiero golpearme contra la mesa. Quiero gritar y tomar la navaja bajo mi almohada para cortarme las cuerdas vocales. O cortarle la boca a mi madre. Estoy mal. Todo es tan anormal que se vuelve normal. Mi padre sigue en el sofá y yo río. El interés fingido se cae del vaso. Me vuelvo loca aún. Quiero gritar y tirarme al suelo pero una extraña fuerza hace que me quede pegada a esa silla a punto de caer. Estoy pesada. Y también gorda. A mi madre se le escapa decir la pena y vergüenza que tiene de que su hija no sea modelo
. Me reniega que no me maquille. Quiere que salga a drogarme y ser sociable con los hombres. Que regrese tarde con el culo destrozado y orgullosa pueda ella decir: "¡A mi hija le gusta la verga y no el coño!". Me reclama que no acepte a mi hermano siendo gay, cuando lo que me da coraje es que ella a mí no me acepte como soy. Para ella él es una bendición de gen que aceptará y protegerá a toda costa. Para ella, yo soy la porquería de la sociedad que "ha decidido" ser bisexual. Un bicho raro. Un bicho que ella no sabe cómo tratar. Este bicho raro ha vuelto a escribir mientras llora. Se come las palabras, las letras y las comas en vez de partirse las venas hasta cansar. Quizás lo haga mañana, mientras estoy en clase. A veces me pongo necesitada de dolor fisico que sólo busco con que hacer un buen corte. Hasta ahora, no hay nada mejor que las pequeñas navajas del hospital, aunque perdí la mía en un intento en vano de dejar todo. Cuando me propuse ser feliz y decidí ser bonita. Un intento en vano cuando aún vives em casa ajena. Ajena a lo que eres. ¿Cuánto tiempo duraré más? Apuesto a que menos de 2 meses. Desde que era niña soñaba con irme de la casa donde con la.boca se daña a la gente y que con los.puños se equilibra el dolor.fíisico del emocional. Desde hace 3 años he soñando con ese dia, donde pueda gritar libremente : "¡Al infierno conmigo y mis problemas!" Reír y darme un tiro en este hermoso cerebro de porcelana que se rompe con cualquier pleito emocional. Debe ser perfecto, no quiero quedar mal y que me salga el tiro por la culata. O quizás huya de casa (legalmente) y me tire de algún lugar lejano. Que hagan lo que quieran los necrofilos mientras no quede nada de mí. Sí, la mierda ayuda a que los árboles crezcan.

Notas A Mi Futuro Psicólogo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora