01

13.4K 1.3K 774
                                    

Siempre Taehyung se preguntó cómo sería conocer a su cantante favorito, aquel chico que le sacaba más de algún suspiro con solo escuchar su hermosa voz. Como cualquier fan deseaba poder tener la oportunidad de conocerle, pero bueno, no todo en la vida llega en bandeja de plata y así de fácil. El chico alto no se rendiría de su propósito hasta conocerlo, aunque fuera un mísero segundo de su vida, que su cantante supiera de su existencia. Por qué ese era su más grande sueño.
Sabía que para lograrlo debía esforzarse mucho para poder hacerse notar de entre todos sus fans. Por lo que Tae comenzó a grabar covers de las canciones que hacía su gran ídolo, comenzando a ganar bastante popularidad entre el fandom, ganándose también sus propios seguidores.
Al principio le costó mucho grabarse y cantar, ya que era algo que tenía muy escondido. Su padre era algo estricto con el tema de las artes y la música, por lo que esperaba que su hijo se dedicará solamente a estudiar antes de andar como aquellos "vagabundos de la música", que no hacen más que comprar canciones de otros compositores ganando fama a costa de otros. Claramente el padre de Taehyung no podía enterarse de la gran pasión del muchacho, teniendo solamente la ayuda de su compañero de clase y mejor amigo, Jimin.
Ellos se conocían de toda la vida, teniendo la total confianza y apoyo para cualquier cosa que le sucediera al otro.

- De verdad Taetae, ¡él posiblemente ha visto tus vídeos! - gritó emocionado Jimin al ver la cifra de visitas al último vídeo que había subido su castaño amigo.

- No lo creo Chimchim, hay como otras mil personas que graban covers y puede que incluso tengan más visitas que yo... - dijo triste, pensando con total negatividad.

- ¡Dios! Tienes unas 500.000 visitas y ¿aún así no te convences? - dijo el rubio frustrado. No le gustaba que su amigo se tirara para abajo con el gran talento que tenía.

- Pero...- intento decir pero fue bruscamente callado con la mano del otro.

- ¡Nada de peros! - gritó un Jimin molesto frunciendo el ceño. - Faltan dos días para el concierto, seguro te reconocerá o quizás la gente que te sigue también ayude con eso. - le sonrió.

- ¿Como? - preguntó Tae sin entender lo que quería decir su amigo.

- Ya verás.

  🎤

- ¡JIMIN! ¡Despierta! - gritaba un emocionado Taehyung, a la vez que sacudía el cuerpo de su amigo.

- Mmmh... - gruñó el rubio intentando taparse nuevamente con las sabanas. - ¿Qué hora es?

- Las cinco de la madrugada. - dijo sonriendo, como si aquello fuera algo muy gracioso.

- ¿Es broma, no? - preguntó, ya incorporándose en la cama. Sabía que su amigo era fanático, pero nunca pensó que tanto.

- Noup~

- Tae, tienes entrada enumerada y vip. ¿No crees que estás exagerando? - preguntó Jimin a la vez que bostezaba.

- ¿Y si alguien se mete por delante? ¿Y si no quedo en primera fila? Sabes que yo no quiero quedar atrás, ¿Y si...-

- ¡YA ENTENDI! - gritó mientras se paraba de la cama, para ir a darse una ducha. - ¡Quiero mi desayuno listo cuando salga! - gritó antes de meterse al baño.

Amaba a su amigo, pero cosas como estas lo desesperaban.

Ya era el gran día del concierto, al cual irían Jimin y Taehyung. Al principio Tae había comprado la entrada más barata, ya que su padre nunca lo dejaría ir y menos le pagaría una entrada para ir a un concierto, por lo que con el mínimo dinero que tenía, compró su entrada a costa de esfuerzo resignándose a ver a su adorado ídolo de cerca. Jimin sabía cuánto su amigo deseaba poder verlo a corta distancia, por esto participó en un sin fin de concursos, dando en el clavo en uno de ellos ganando dos entradas vip en primera fila.
Para que decir cómo se puso el castaño cuando su gran amigo llego con tal sorpresa. Se echó a llorar como si no hubiera mañana, asustando a Jimin pensando que no le había agradado el regalo, más era todo lo contrario, Taehyung simplemente no podía estar más feliz en esos momentos.
Tuvieron que idear un plan para que el padre del alto no sospechará nada del concierto, quedando en que Tae iría a la casa de Jimin por el fin de semana y volvería el domingo a casa. Su padre cedió enseguida al saber que se trataba de Jimin y no de otra persona, dandole incluso hasta un poco de dinero por si querían comprar alguna pizza mientras que se encontraba en la otra casa. Pero claro, ese dinero lo gastaría comprando todas las cosas que viera de su ídolo, pensando luego que no deberían ser tantas ya que no podía dejar a la vista que había ido a tal evento.

Dream ~ KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora