"Para hacer sonar las estrellas"
Toda su vida Charles se ha irritado con los lazos de la gravedad que lo mantienen atado al pequeño y atrasado Montressor, más en casa en el cielo en su surfista solar que en el suelo, donde está atrapado trabajando e...
Las manos de Charles se cierran en la parte delantera de la camisa de Erik y las manos de Erik se asientan en los omóplatos de Charles, acercándolo más para que se presionen mientras los ojos de Charles se cierran y él separa los labios con un suave suspiro, permitiendo que la lengua de Erik para deslizarse en su boca, probándose entre sí por primera vez.
Charles ha sido besado antes, tanto por niñas como por niños, pero ninguno de ellos sostiene siquiera una vela a la hoguera del beso de Erik, profunda, sucia y perfecta. Erik se apodera del beso, marcando un paso lento, sin prisas, incluso cuando Charles se inclina sobre sus dedos de los pies para más, chupando la lengua de Erik. Las manos de Erik se deslizan más abajo por la espalda de Charles, apretando el culo de Charles y arrastrándolo hacia arriba y hacia adelante, levantándolo lo suficientemente alto para que pueda poner a Charles sobre el mostrador y depositarlo sobre la superficie recién despejada.
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Se separan por el aire, jadeando húmeda contra la boca del otro. Charles levanta sus manos para enredarse con el cabello de Erik, separando sus piernas para que Erik pueda pararse entre ellas, sus entrepiernas presionadas una contra la otra con una presión cálida y deliciosa. Se besan nuevamente por unos largos momentos, todavía lánguidos, y Charles se encuentra disfrutando de tomar las cosas con calma y firmeza.
"He estado esperando que hagas eso durante una semana", dice Charles sin aliento cuando vuelven a tomar aire, apoyando su frente contra la de Erik.
"He querido hacer eso desde la primera vez que te vi", responde Erik, con voz baja y divertida, "mirándome con suspicacia con esos grandes ojos azules". Sus manos nunca están quietas, trazando cada músculo en la espalda de Charles, frotando arriba y abajo lentamente como si no pudiera dejar de tocar cada parte de Charles.
"Se supone que debo vigilarte", murmura Charles, tirando ligeramente del cabello de Erik, "por si acaso estás haciendo algo".
Erik sonríe perezosamente, con los ojos entrecerrados. "Te puedo ayudar con eso."
Sin previo aviso, levanta a Charles de nuevo, tirándolo hacia adelante desde el borde del mostrador donde está posado y levantándolo por los muslos, justo debajo de su trasero. Charles grita de sorpresa, agarrando los hombros de Erik y apretando las caderas de Erik con sus piernas, pero le da un mordisco a los labios de Erik cuando Erik ríe a carcajadas y se deja llevar a través de la galera hacia el dormitorio de Erik.
Se ríe cuando Erik apenas se detiene para patear la puerta, cargando a Charles a través del umbral y dando los dos pasos cortos hacia la cama, dejándolo caer suavemente sobre el colchón. Charles se quita las botas y se desplaza hacia atrás, retrocediendo más a través de la cama mientras Erik se gira para cerrar la puerta nuevamente, pero no antes de que levante una mano y saque a Nightcrawler del aire.
"Vete, chorro", dice, arrojando al pequeño Morph de vuelta a la cocina. Charles se da cuenta de que Nightcrawler se transforma en un Erik en miniatura, que chilla indignado: "¡ Vete, chorrea! ¡Vete, chorrea! ”, Antes de que Erik cierre la puerta.
