Capitulo 47.- Revelaciones

49 2 3
                                    

Ofania se acerco a Devor quien aun seguía con vida pero incapaz de levantarse, Rutch y Metalo se acercaron un poco a mí mientras que Neo se preparaba para atacarlos

-el único obstáculo que queda para que me convierta en un Dios eres tu, Jack –dijo Metalo

-no permitiré que sigan haciendo de las suyas -grito Neo

-tu ya no tienes nadan que ver en esto Neo –interrumpió Rutch- solo hasta a un lado si no quieres salir lastimado

-nuestro asunto es con Jack, escucha a Rutch y apártate

-lindas palabras para un par de asesinos

-¿aun crees que fuimos nosotros quien mato a tu familia? Bueno, puedes creer lo que quieras no me importa, lo único que me importa en este momento es ayudar a Metalo a recuperar lo que por derecho es suyo

-¿Qué quieres decir?

-convertirse en una Deidad y salvar lo que queda de su especie...

-espera un momento –dijo Ofania- te conozco... tu eres un espíritu de Metal, pero no cualquier espíritu de Metal, eres el Semidiós de tu especie y además el hijo de Metali el antiguo Dios de Metal

-nunca fui reconocido como un Semidiós, ese termino fue dado por los espíritus mas débiles hacia ustedes por que su poder es lo mas cercano a los dioses, además, como ustedes eliminaron a mi padre ese termino dejo de ser algo importante para mi especie

-creí que ya estaban extintos –dijo Neo

-aun no... pero un poco mas y lo estarán...

-tranquilízate Metalo, yo seré quien les explique... hace años, cuando Leidark comenzó la guerra en este mundo, manipulo a Metali, su mejor amigo en ese entonces, para que lo ayudara con sus ambiciones, desafortunadamente fueron derrotados por los demás Dioses y ya que Leidark mantenía un balance en este mundo no pudieron eliminarlo así que lo sellaron y lo enviaron a un lugar donde ningún espíritu pudiera liberarlo ya que aun estando sellado su energía podía mantener el equilibrio que el brindaba en libertad pero Metali no tuvo la misma suerte, el fue eliminado en batalla junto con miles de sus saldados, después de eso los Dioses tomaron una decisión radical, no podían permitir que la especie de metal, la cual era sumamente inteligente y poseedora de avances tecnológicos impresionantes, volviera a intentar comenzar una guerra o peor aun, liberar a Leidark, así que... usando sus poderes, todos los dioses, separaron el pequeño continente de los espíritus del metal de los demás continentes y lo enviaron al centro del mar mas profundo, después sellaron todo el lugar, ningún espíritu podría acercarse o salir de ese sitio ya que estaba protegido por un poderoso hechizo, si alguno intentaba salir o entrar por el mar era tragado por los torbellinos y si lo intentaban volando el mismo viento los enviaría al mar para que murieran ahogados...

-durante muchos años yo tuve que hacer que mi especie se mantuviera con vida, animándolos, protegiéndolos, aun así, ellos nunca me vieron como su Dios o su Semidiós ya que no importaba cuanto poder tuviera, no era capaz de sacarlos de esa prisión... conforme los años pasaban el numero de habitantes disminuía, la comida y el agua escaseaba, ¿Quién iba a pensar que la raza mas inteligente de este mundo moriría de esa manera? ¡No podía soportarlo! Quería salvarlos a todos, quería liberarlos a todos pero mas que nada, quería vengarme por lo que nos hicieron...

-¿Cómo fue que escapaste de ese lugar? –pregunte

-un día, convencía los mejores científicos que quedaban de crear una nave que fuera lo suficientemente rápida para atravesar los torbellinos y la barrera de viento que nos aprisionaban, pero por mas veloz y resistente que fuera el artefacto no logro vencer el sello que pusieron los Dioses, la nave fue destruida y yo fui tragado por el mar, pero cuando estaba a punto de darme por vencido y morir ahogado, fui tragado por un portal, dentro de el conocí a un ser que me dijo que me daría una oportunidad de salvar a mi gente pero a cambio tendría que ayudarlo y yo sin pensarlo acepte, después abrió un segundo portal y entre a el solo para darme cuenta que me encontraba en el mundo humano, fue ahí cuando conocí a Rutch

Spirit HunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora