Catalina Marquina

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Esta es la corta historia de una chica que trabaja vendiendo estampas ácidas. Vive dentro de un cuento aburridísimo:
Érase una vez una niña muy feliz de padres acaudalados que todas las Navidades recibía muchos regalos que llenaban de afán y alegrías sus días. De este modo vivió toda su etapa escolar.
Cuando el colegio acabó, tuvo que postular a la universidad. Ingresó.
Las​ mejores opciones tuvo, las más costosas. Fue ahí, aquella época, cuando conoció las drogas.
—¿Vamos a lanzar, Catalina?
—Ya, me salvas.
Luego se murió de sobredosis de no sé qué droga... Aburrido. Ni siquiera llegó a vender estampas ácidas. Y creo que era una de las drogas que usaba.

Cosas de un Tórrido Verano / Tórrido Verano 2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora