Capitulo 4

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Tome un taxi hacia mi casa para empacar toda mi ropa y la de mi hermana. La nostalgia me embargo cuando entre a la casa.. todas las fotos de mis tíos estaban ahí, todas sus cosas.. esto es tan triste. Cojo una de las imágenes donde salimos Sally y yo con mis tíos y la abrazo fuertemente a mi, luego de esto subí a mi cuarto y recogí todas mis pertenencias y las de Sally. Cuando termine de empacar todo, mire cada rincón de la casa donde me criaron con tanto amor. Mis tíos no pudieron tener hijos y cuando supieron que mi madre había muerto no dudaron en acogernos.

Saque mi auto del garaje para luego cerrar bien la casa, monte las maletas en el baúl y me marche con destino a casa de mi amigo. Su casa quedaba a unos 20 minutos de la mía así que acelere el paso para llegar. La familia de Félix eran personas adineradas, tenían una mansión enorme que cabía media universidad allí, un garaje muy amplio que caben más o menos 6 vehículos y lo más importante, una biblioteca con los mejores libros del mundo. Otra cosa que me gustaba de esa casa es que siempre podíamos organizar fiestas con la mayor comodidad, ya que sus padres se pasaban mayormente todo el tiempo de viaje.

Toqué el timbre de la casa, espere algunos 5 segundos y una hermosa mujer de cabello castaño abrió la puerta.

-Hola, tú debes ser Woods cierto? -dijo la chica
-Si.. y tú quién eres.. -dije
-Soy Ximena, prima de Félix -dijo
-Un Gusto -dije
-Me habían dicho que el mejor amigo de mi primo era guapo, pero no sabía que tanto -dijo mordiéndose el labio.

Mis mejillas se tornaron de un color carmesí por aquellas palabras que me había dicho la hermosa mujer. Me encantará vivir aquí realmente. Ximena me guió hasta el cuarto donde me iba a quedar y se ofreció a acomodar las cosas de Sally mientras yo me duchaba y descansaba.

La habitación era realmente cómoda, estaba pintada con unos tonos blancos que hacían que entrara muchísima luz. Me quite la camisa que tenía dejando así mi abdomen marcado al aire y luego me recosté en la cama. Pero nuevamente fui interrumpido por aquella chica, creo que le gustaba.

-Oye.. quieres jugar un rato? -dice ella
-Jugar? Estoy muy cansado.. -dije
-Vamos.. te va a gustar.. -dijo acercándose lentamente a mi.

Rápidamente se puso ahorcajadas sobre mi, y empezó a besarme. Mi instinto de hombre quería estar con ella, así que la agarre por las mejillas y la bese, tan fuertemente que parecía que iba a devorar su boca de un solo bocado. La agarre por el cuello para mostrarle quien manda en esto, y ella se excitaba aún más.

-Me encanta lo qué haces -dice ella
-Shh -dije

La jale por el pelo mientras le bajaba el pantalón.. todo iba bien hasta que recordé a mi maestra. Cuanto quisiera tenerla a ella aquí. Rápidamente separe a la chica de mi.

-Que te pasa -dijo ella alto histérica
-No puedo hacer esto, lo siento -dije
-Eres un idiota sabes? Me las pagarás -dice ella.

Parece que se cogió muy a pecho lo qué pasó, pero no podía hacer esto, jure que iba a ser mejor por ella, para que ella se enamore de mi tengo que dejar mi pasado de mujeriego atrás. Fui a darme una ducha rápida para volver al hospital para ver cómo sigue mi hermana, el doctor nos había dicho que si sigue cómo va, mañana mismo le daban de alta. Cuando termine de ducharme, me puse un suéter gris, un pantalón de mezclilla azul y unos tenis, lo más casual posible para poder estar cómodo en el hospital.

Cogí las llaves del carro y baje hacia la primera planta. Abajo de encontraba la señora Lorena, le sonreí y le hice señas de que me iba para el hospital. Ella muy amablemente se ofreció a acompañarme y yo asentí.

Entramos al auto y nos marchamos. Este día parecía que no iba a terminar, había sido el más largo de la historia. Después de varios minutos en carretera llegamos al hospital, busque estacionamiento y luego entramos. Al llegar, el doctor de Sally nos esperaba con una gran sonrisa en la sala de espera.

-Estoy muy alegre de informarles que la señorita Sally está muy recuperada, hoy le quitamos las vendas para ver cómo quedo el procedimiento, y a sido todo un éxito.
-Podemos pasar a verla? -dije entusiasmado
-Claro que si -dijo el doctor

La verdad estaba muy feliz de que mi hermana ya estuviera bien, es un alivio no haberla perdido. La señora Lorena y yo entramos a su recámara, parece como si a Sally no le hubiese pasado nada en aquel accidente.

-Woods! Hermano! -dice ella con alegría
-Hermana! -dije dándole un abrazo.
-Que bueno que estás aquí hermano -dice ella
-Siempre estaré aquí para ti tonta -dije entre risas
-Disculpe señora Lorena, necesitamos que vaya a firmar los papeles para dar de alta a Sally -dice el doctor
-Está bien, queridos los veo en un momento -dijo besando nuestra mejillas.

Tengo que confesar que esto es un milagro, la recuperación de mi hermana estaba fuera de todas las expectativas de los doctores. Todos decían que iba a morir o que iba a perder la memoria permanentemente, y al parecer ese Dios que dice ser poderoso salvo a mi hermana. Minutos después la señora Lorena llegó con el papel que daba por hecho la dada de alta de mi hermana, ella brinco de la emoción al saber que ya no estaría en esas incómodas camas de hospital.

Las enfermeras ayudaron a Sally a recoger sus pertenencias y a vestirla para llevarla hacia la casa. Me había olvidado por completo de que los oficiales me dijeron que pasara por la estación para darme todo lo que encontraron de mis tíos. Caí en cuenta de que ya era muy noche y que necesitaba descansar porque mañana tenía universidad.

Luego de que arreglamos todo nos marchamos a casa, o bueno, a la casa de la señora Lorena que va a ser nuestro nuevo hogar. Le conté a Sally sobre la hospitalidad que tuvo la madre de mi mejor amigo al aceptarnos en su casa, y otras cosas que me tenían un poco aturdido. Mi hermana y yo siempre nos contábamos todo lo que nos pasaba en nuestras vidas, pero ahora lo más importante era saber cómo ocurrió ese accidente. Unos cuantos minutos después llegamos a la casa. Félix ya había llegado de la universidad por lo que decidí copiar todas las cosas que habían dado hoy.

Lorena, por su parte, empezó a preparar algo de cenar para nosotros mientras que Sally, Félix y Ximena empezaron a platicar. Esa chica no dejaba de cortarme los ojos, me estaba empezando a dar un poco de miedo. Félix aunque lo niegue, toda su vida a estado enamorado de mi hermana, siempre tenía un brillo especial cada vez que la veía, y cuando supimos lo del accidente, el estaba bastante nervioso. Aunque el nunca comparte sus sentimientos, se cuando un hombre está loco por una chica, y como no, Sally es hermosa, y no lo digo porque sea mi hermana, sino porque es la realidad.

Holaaa! Espero que les guste este capítulo, no olviden votar por el y añadirlo a sus listas de lectura ❤️ besos

Dedicado a scarletmorilloA

Obsesión Mortal  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora