final

2.9K 160 3
                                    

... con deseo, el mismo deseo que en estos momentos se apoderaban de mi cuerpo.
-Entonces atente a las consecuencias - Sonreí travieso ante tu respuesta y tome de nuevo posesión de tus labios con pasión desenfrenada.
Te eleve levemente colocándote en el lugar correcto donde te poseería sin restricción alguna.
Mordiste mi labio inferior al sentirme invadir tu cuerpo. Ambos nos quedamos quietos por unos segundos solo enfocados en el compas feroz de nuestras bocas.
-Suho – jadeaste muy bajo inclinando ligeramente tu cabeza hacia atrás, me apodere de tu cuello y tu pecho, eras tan perfecta en cada centímetro de tu cuerpo, cuerpo que se movía suavemente sobre el mío.
-Suho... - de nuevo con otro gratificante jadeo de tu parte clavaste tu mirada en la mia, me llenaba de orgullo la forma en que me mirabas con deseo justo en esos momentos.
Te abrace mas a mi cuerpo, quería sentir más aquel contacto piel con piel, que no quedara espacio de ti libre de mí.
Me besaste una vez mas logrando que pequeños y roncos jadeos salieran de mis labios sin mi consentimiento, sonreíste complacida ante ese hecho. Entonces tome tus caderas en mis manos aumentando de a poco el ritmo de ese vaivén que nos envolvía, convirtiéndose en algo desenfrenado, por dios que no había mejor cosa que esto, ambos convirtiéndonos en 1 solo ser, 2 mitades que encajaban perfectamente, ya no tenia que buscar mi espacio porque lo tenia justo en frente. Sentí tus uñas clavarse débilmente en mi espalda ante nuestro apasionado encuentro, ya no había necesidad de sostener tu cuerpo, tu misma establecías el ritmo perfecto, nuestro ritmo, sabias exactamente como volverme loco.
-Amor…- jadee entrecortado afincándome en tu pecho sintiendo que ya pronto terminaríamos
-Suho…- susurraste en mi oreja casi sin aire para luego posar tus labios en mi cuello identificando aquella parte como tuya, deseabas desquiciarme y lo estabas logrando.
Tome tu rostro con ambas manos y devore tus labios por última vez ahogando aquella exclamación de placer que ambos ansiábamos soltar llegando al final.
Te abrazaste a mi cuerpo tratando de normalizar tu respiración.
-Eres mía – afirme fijando mis ojos en los tuyos
-Solo tuya – aseguraste mi afirmación sosteniéndome la mirada, amaba que no existieran contradicciones en nuestras palabras.
-Y te pertenezco – sonreíste acariciando mi mejilla ante esa declaración. Obtuve como respuesta un hermoso “te amo” de tus labios.

SUMMER NIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora