Capítulo 6

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—Okey — Revisó sus anotaciones —Te llamas Jade Anderson, tienes 17 años, ¿Alguna vez haz trabajado en algún lugar? —Espero una respuesta de mi parte.

—No, nunca.

—Está bien, no hace falta que tengas experiencia para este trabajo —Sonrió de lado.

Espere a que siga preguntado ella pensó un poco y luego habló.

—¿Por qué necesitas el empleo? — Ella apoyó sus codos en la mesa.

—Pues... —Hice una pausa—Ya que mi padre no esta, no estamos recibiendo mucho dinero de parte de mi mamá y no puede mantenernos —Me referí a mi hermano y yo, ella me miró con lastima y anoto unas cosas en su libreta, se levanto y sonrió.

—Esto es todo, muchas gracias, te llamare para avisarte si obtienes el empleo —Me sorprendí por lo corta que fue la entrevista. Ella tiende la mano y le correspondo—Fue un gusto conocerte Jade.

—Igualmente —Ella se fue hasta salir del restaurante, suspire y me seque el sudor de la nuca con mi mano, en mi opinión la entrevista estuvo bien, espero me de el empleo.

Saque mi celular y busque entre mis contacto el nombre de Madi, lo encontré y la llame.

—¿Hola?.

—¡Jade!, ¿Ya terminaste? —Me pregunta entusiasmada.

—Si, te espero —Dije mirando a mi alrededor.

Ok, no te muevas de ahí —Colgó.

Tome la taza de café que estaba enfrente mio y tome un sorbo, ya esta frío, menos mal Rose ya había pagado, se me había olvidado traer dinero. Voltee hasta la entrada y aún no aparecía Madi, me acomode en mi asiento y revise la hora, eran las 3:48pm, baje un poco la falda tratando de que quedara por debajo de mis rodillas, odio las faldas y los vestidos, son tan incómodos y femeninos. 

Ahora que no estoy consumida por los nervios puedo apreciar con más detalle el restaurante, las paredes son de un color rojo claro con adornos dorados, las mesas son de madera oscura y hay dos grandes ventanales que las cubren unas cortinas rojas y hay enormes lámparas de cristal colgando en el techo. Es muy lindo para mi gusto, y muy costoso, creo que nunca podría venir a comer aquí ni aunque trabajara seguido durante un año.

Escucho la puerta de la entrada abrirse y de inmediato me volteo, era Madison, agradecí que hubiera llegado y me paré, me acerque hasta ella y me miró con una gran sonrisa. 

—¿Cómo te fue? —Espere a que saliéramos para hablar, salimos del restaurante y nos dirigimos a su auto.

—Creo que estuvo bien —Abrí la puerta del copiloto, entré y me abroche el cinturón, ella se sentó en el asiento del piloto y arrancó —Me dijo que me llamaría si obtengo el empleo.

—Tranquila, si lo tendrás, eres Jade Anderson la chica que siempre consigue lo que quiere —Me guiño el ojo y yo sonreí, ella tiene razón siempre consigo lo que quiero sea por las buenas o por las malas.

Pasaron quince minutos y llegamos a mi casa ella me dejo en la entrada y se fue ya que tenía cosas que hacer, agradecí al universo por eso porque no quería estar con ella, solo quería dormir toda la tarde.

Mente RetorcidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora