Pensamiento - 91

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Bajo mi baja silla me encuentro escondido.

Escondido, temeroso del fuego.

Un terrible fuego que con las paredes acaba.

¡Oh desdichado lar!

Terminando con la poca esperanza que dentro quedaba.

¡Oh desdichado lar!

Esa tormenta llego sin ser invitada.

Comiéndose de a poco los escasos cimientos de cordura que aún perduraban.

En pánico yo me encontraba.

Era de noche y yo más indefenso que nunca.

Gritando sin esperanza en una ciudad gótica.

El fuego se notaba a leguas.

¡Oh desdichado lar!

Tan miserable como siempre os derrumbasteis.





~ Ren ~

Alma MuertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora