Save Me. «V.k»

20

Narración únicamente de TaeHyung.

Estos días había estado notando muy raro a Jungkook. Y si, creo que parte de aquello fue porque me aleje de él por un tiempo muy largo. Yo quería seguir con él, pero siempre me lo impedía Hoseok(mi amigo) y por esas razones no podía estar con él.

Cuando le pregunte que estaba haciendo y me respondió una carta, me sentí raro. Y mucho mas cuando dijo que era para alguien muy especial para el.

Pero dejando todo eso de lado, me encontraba caminando por los pasillos de la preparatoria, solo. Por fin me había librado de Hoseok por unos segundos. Lejos de mi vi una silueta, frente a mi casillero. Lo vi bien y me di cuenta que era Jungkook, iba a hablarle, pero me detuve al ver que estaba introduciendo un tipo sobre dentro del casillero, cuando se fue, me espere unos segundos mas para asegurarme que ya se había ido por completo, y ahora si me acerque a mi casillero, lo habría y de este se cayeron dos sobres. Los agarre y los examine por completo.

Los dos eran muy iguales, pero lo único que los diferenciaba, es que cada uno tenía un número. El 1 y el 2.

Supuse que iban en orden, por lo que el primero en abrir fue el que contenía el numero 1.

Apuesto a que te estarás preguntando... ¿Quién dejo la carta? Pues si, fui yo, Jungkook. Y... ¿Porqué escribió esta carta? Pues, recuerdo aquel día me preguntaste que para quien era, y yo conteste que para alguien muy especial o importante para mi. Pues dejame decirte que tu eres aquella persona. Inconscientemente me enorme de ti. Y tuve miedo de decírtelo, ya que pensé que ya no querrías hablarme. Eso es lo único que quería decirte por esta carta, así que, ahora puedes abrir la otra carta, por favor, leela toda completa.

Inconscientemente sonreí. Aquellas palabras me habían hecho muy feliz. Así que era yo aquella persona...

Sin mas tiempo que perder, abrí la otra y la comencé a leer.

Veo que ya has llegado hasta esta carta. Muy bien, a lo que escribí esta carta. Hace unos meses atrás comencé a escuchar unas voces. Estas me decían cosas horribles. Mi padre comenzó a decirme cosas horribles acerca de mi peso. Mensajes con amenazas comenzaron a llegarme. Mi padre me golpeaba. Unos chicos comenzaron a golpearme, hasta que tu llegaste y me ayudaste. Te fui conociendo y me caíste muy bien. Fuiste el único que me habló. Mi madre semanas atrás murió. Me di cuenta que me enamore de ti. Pero nada de lo que pasamos los dos sirvió. Y he tomado una decisión, pero me da miedo hacerlo. Tal vez no tenga razón alguna para pedirte esto, pero eres el único en el que confió. Así que por favor, salvame. Tengo mucho miedo de lo que pueda pasar.

D

espués de leer aquellas palabras toda felicidad se esfumo y se remplazo por unas lágrima que comenzaron a salir de mis ojos.

Esto no podía ser posible, él no iba a hacer eso.

Salí corriendo de la preparatoria, intente alcanzarlo sea donde sea que estaba, pero no lo encontré. Comencé a buscarlo por los lugares que yo creí que lo encontraría, pero nada, no lo veía.

Le desesperación se había apoderado de mi. Muy pronto se hizo de noche, y ningún rastro de él. Probablemente ya no este aquí, en este mundo.

Ya me había rendido, ya no lo encontraría. O eso fue lo que pensé, hasta que cruzando la calle lo vi. Estaba llorando, su vestimenta estaba de negro. Como pude me acerque a el, lo iba a detener, pero creo que el destino me odia. El fue mucho mas rápido.

Cruzo la calle, pero en eso un carro iba pasando. No había posibilidad de que frenara, ya que iba muy rápido. Y lo peor de todo fue que yo lo presencie. Lo vi con mis propios ojos.

Unos gritos desgarradores salieron de mi garganta. Como pude me acerque a aquel cuerpo ya sin vida. Agarre su cuerpo, quise creer que seguía con vida. Aquella sangre comenzó a manchar me las manos, pero no me importo.

Las personas comenzaron a rodearnos, unos gritaban diciendo que llamaran a una ambulancia. Yo no  les hacía caso.

—Tu también me gustabas...- Susurré cerca de su oído, y se que donde sea que este, él me escuchó.

Después de todo, creo que sin salvarlo de algún modo lo salve. Deje ir aquella alma que necesitaba ya descansar, todo de él se fue. Y a un mejor lugar, donde ya nadie lo atormentara...