Los pies les ardían. No habían seguido el camino de la misma manera en la que lo habían comenzado, no más ni menos. Tras varias horas caminando, lo último que les apetecía era seguir de pie.
Cada cual pensaba en las razones que lo habían llevado a acabar ahí, yendo hacia ninguna parte, siguiendo a un chico medio-asiático con una pistola entre las manos que a cada paso que daba parecía más confuso.
En cambio, ninguno se atrevía a abrir la boca para decir algo, o mucho menos quejarse.
Joder, que seguían a un chaval que llevaba una maldita pistola. Y cargada.
Deep parecía haber perdido toda su vitalidad y las ganas de correr que siempre solía mantener. Miraba al suelo con la cabeza gacha, mirando sus pies y preguntándose a cada paso que daba cómo conseguían estos mantener aún todo el peso de su cuerpo. Jadeaba y se quejaba intentando no intercalar palabra, pero nadie lo notaba.
-Eh. -oyó que decía Nobody. Giró rápidamente la cabeza hacia él y suplicó con la mirada que dijera algo, aunque solo fuera un insulto.
Estuvo unos segundos manteniendo sus ojos en él y pidiéndole por favor mentalmente que hablara, que ya no aguantaba más aquella caminata insufrible.
-Parece ser que ya está saliendo el sol- parece ser que el rubio respondió a sus plegarias- ¿Es que no vamos a parar nunca?
'' ¡Si, por favor!''- pensó Andrea.
Silencio sepulcral.
-Esta mujer sigue siendo igual de vaga...-susurró Awful.
-Oye, chino, ¿me vas a responder? Te he hecho una pregunta.
Volvió a ser ignorado, y eso le ponía de todas las maneras posibles menos contento.
-Por el camino en el que vamos llegaremos antes de que venga, y eso no nos conviene.
- ¡Joder, chino! ¿Ya estás delirando?
Awful le miró de reojo. Su cara inexpresiva fue sustituida por una de desagrado e hizo una mueca de asco. Agitó la pistola y apuntó con ella al horizonte.
-Vuelve a llamarme ''chino'', y tu última comida será plomo. -dijo, justo antes de llevarse su arma a la boca y fingir que apretaba el gatillo- Tu verás.
-Se calla, se calla. -Soltó Andrea de pronto, dándole un codazo a Nobody en las costillas y alejándose rápidamente de él para que no pudiera devolverle el golpe.
Volvió el silencio, y Deep empezó a ponerse nervioso. En su vida había andado tanto, y no le apetecía para nada aumentar el récord. Se paró de pronto, chilló como un niño pequeño y se tumbó en el suelo.
- ¿Se puede saber qué haces? - le preguntó Nobody, pero le agradeció su acto de ''valentía'' con la mirada.
-Estoy cansado, no quiero andar más. A demás tengo sed. -respondió el niño. A su alrededor parecía no haber vida. Los edificios ya empezaban a acabarse y a menos de un par de kilómetros empezaba a desaparecer cualquier rastro de civilización urbana. Ni siquiera sabía en qué momento habían salido de su ciudad y habían llegado tan lejos como no reconocer dónde estaba. Se sentó con las piernas cruzadas y pareció negado a moverse.
-Estás resultando ser un verdadero incordio- dijo Awful- Venga, vamos nosotros. Si se quiere quedar aquí que lo haga, ya intentará encontrarnos cuando esté desesperado y moribundo.
No dudó en seguir caminando, pero en seguida notó como nadie le seguía.
-Yo me quedo a descansar con él. Por un rato no pasará nada, ¿verdad que no, Nobody? -Andrea se sentó al lado del pequeño y le sonrió. -Venga, llevo agua en mi mochila.
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Minnesota
Non-FictionSi quieres saber de que va este libro lee lo de dentro, no seas vago. En realidad esto es un mecanismo de estrategia ancestral para dejar con la intriga. Que mas da, si no pienso poner una descripción en serio hasta que no termine de escribir. Pe...