OVERDOSE - 7

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Lay

Cuando estás acostumbrado a escuchar cosas tiernas y hermosas, a las caricias de una madre y a sus sonrisas el frío suelo de un callejón es lo más lejano que te puedes imaginar que está en tu futuro, para Yixing aunque nunca había tenido el amor de un padre no era algo que necesitara para vivir, su madre había desempeñado los dos trabajos y lo había hecho muy feliz, aunque para muchos aquello era un hueco en su familia para Yixing no era así, él era feliz con lo que tenía. Pero las cosas cambian y cuando cambiaron para él fue un caos total, su madre había perdido la vida en un accidente de tránsito y su familia más cercana no quisieron ocuparse de él, lo había perdido todo y su única posibilidad de tener un calor de familia era su "padre" un padre que nunca conoció pero que ahora podía salvarlo de ir a un orfanato, con la ayuda de sus amigos de colegio pudo ir a Corea , cuando llego a Seúl solo tenía 13 años, estaba en un pánico total, solo tenía tres cosas en sus bolsillos, una dirección, una foto y un nombre, sólo eso, eso y nada más.

Se encontraba frente a la gran mansión que se suponía pertenecía a su padre, sus manos nerviosas se negaban a tocar el timbre ¿qué pasaría cuando aquel hombre lo viera? ¿Qué le diría? "hola papá soy Yixing, tu hijo"Esa era una total locura...estaba girando para marcharse de aquel lugar cuando vio a un hombre acercarse en un auto muy lujoso, apenas si pudo acomodarse en la acera de aquel portón antes de que el carro le llegara cerca. Si alguien le hubiera dicho que desde ese momento comenzaría su infierno nunca lo creería, vio el auto detenerse a la vez que aquel hombre bajaba de este y se acercaba a él tomándole del brazo con fuerza.

-¿Qué haces tú aquí? – aquel... ¿aquel hombre sabía quién era él? Entonces si era así ¿por qué le trataba de aquella forma? – pensé que le había dejado claro a tu madre que no quería verte, que no quería saber nada de ti más allá de que eres el cheque de fin de mes.

-Ella...yo... – YiXing solo había conocido la dulzura y el calor que da el amor de una madre, nunca se imagino que su otro progenitor representaría un cambio tan grande – mí, mi madre murió.

-Y pensaste que podías venir aquí buscando algo, eso es absurdo –el agarre de aquel hombre se volvió más fuerte y solo le hizo llorar ante el daño  hazte un favor a ti mismo y lárgate de aquí, no tienes nada que hacer en este lugar.

Lay se despertó bañado en sudor al tiempo que gritaba fuertemente, tenía ya 3 años que aquella pesadilla no llegaba a él durante las noches, pensó que aquello lo había superado, pero había algo, algo había hecho que aquel recuerdo regresara a él una vez más. Se levantó de su cama al tiempo que Kris entraba en la habitación mirándole fijamente, sabía que después de lo ocurrido esos días el mayor estaba cerca de él más a las horas de dormir por eso no le sorprendió cuando vio entrar a su ahora novio.

-Sólo fue un sueño – Lay trato de calmarlo y restar importancia a lo ocurrido – no pasó nada.

-Hace mucho tiempo que no tenías ninguna pesadilla – Kris se acercó al menor, aun en la penumbra de la habitación podía ver el cuerpo de su pareja por la luz que se colaba desde la parte externa, una vez a su lado Kris apoyo el mentón en el hombro de este mientras le abrazaba por la espalda y le recostaba en su pecho – me preocupó escucharte gritar.

-Sólo, fue el mal recuerdo del comienzo de mi propio infierno.

-¿Algún día me contaras como fue que comenzaste con esto?

-Yo No comencé con esto Kris –  Lay se acomodó ente los brazos de su novio buscando el calor de su cuerpo –  él me drogó tanto para que no dijera nada, que sin quererlo termine adicto.

-ÉL, él, él, eso es todo lo que dices él pero nunca me dices quien es él.

-Si te digo quienes no lo creerías.

-Pruébame.

-De acuerdo...-Lay se acomodó más contra el pecho del rubio mientras dejaba escapar un suspiro – ese él, es mi padre.

XiuMin.

XiuMin tenía todo lo que un adolescente podía desear, tenía dinero, buena posición social, carros, casa de lujo, yates y aviones privados, tenía todo lo que el dinero podía comprarle, todos los lujos con los que un adolescente de 18 años podía soñar, todo menos el amor de sus padre, aquellos lujos tenían un precio, eso era algo que no se obtenía solo porque sí, era algo que debía pagarse, lo único con lo que XiuMin pudo pagar desde que tenía memoria por aquellos lujos fue el amor y el tiempo de sus progenitores, sus padre eran adictos al trabajo, nunca estaban en casa, nunca tenían tiempo para él, siempre había estado rodeado de soledad, de falsos amigos y personas interesadas, siempre solo, hasta que encontró su único amigo, la heroína, aun hoy al levantar sus brazos podía ver aquellos rastros de las agujas en sus venas, era una visión que no le hacía sentirse orgullo.

¿Qué consiguió al final?, nada, solo eso, nada, sus padre poca importancia le dieron más allá del hecho de internarlo en aquella clínica donde había visto desde el peor, hasta el mejor lado que pueden mostrar las personas, solo en ese lugar aun cuando en días amanecía con ganas de matar a sus compañeros de sala, aun cuando sentía ganas de volver a ser "libre" y aun cuando sentía que nunca podría enfrentar de nuevo el mundo fuera de aquella paredes, solo allí había conocido el significado de la palabra familia, lo conoció cuando se vio a sí mismo y a esos chicos tendiéndose la mano para salir de aquellas malditas tumbas que eran sus vidas.

Overdose [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora