Redentores de almas

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Yo tenía 5 años en ese entonces; ese fue el día en que mi vida se marco para siempre soy Lisette una Redentora de almas, ¿Qué es eso?, es sencillo de comprender, asesino a todo aquel que tiene su alma al borde de la destrucción, pero quién lo diría yo antes era una niña normal con una familia que me amaba; pero yo fui la causa por la que mis padres murieron.

Capitulo 1

Lisette caminaba por el jardín de su mansión, sus padres la esperaban sentados tomando el té, ella corría recolectando flores para su madre, era una niña castaña, pero sus ojos eran los que robaban todos los elogios, la pequeña tenía los ojos de un color salido de la mezcla del azul y el gris. La familia Romanelli estuvo completamente feliz por el nacimiento de su heredera, además de todas las riquezas materiales era la unión de los 2 clanes redentores de almas, los Romanelli y los Castelán estos eran los mano derecha de los ángeles, ellos se dedicaban a asesinar a todo aquel que ya no tenía salvación y se había negado a la redención y a los monstruos que eran los demonios.

Esto hacia a la pequeña Lisette la mas agraciada de todos los redentores, pero también las más envidiada entre todos.

La pequeña vivía absorta a todo esto, era feliz sus padres la adoraban pero también la educaron con mano dura y le inculcaron los valores necesarios para ser una buena persona.

-¡Lisette regresa ya estás muy lejos!- pronuncio la madre de la niña

Lisette escucho el llamado de su madre y corrió hacia donde ellos se encontraban, pero ahora solamente no estaban  la mujer rubia y el hombre castaño a los que llamaba padres, si no que junto a ellos estaba Marcos el mayordomo exclusivo de su padre y  su esposa Julieta la doncella de su madre, pero atrás de la ultima se escondía un niño.

-Lisette te queremos presentar a tu mayordomo, el será tu acompañante especial como Marcos y Julieta para nosotros el Sebastián Knight- le explico su padre.

Lisette le sonrió al pequeño niño que se escondía en las faldas de su madre, pero este solo se cohibió más.

-Hola Sebastián, me da gusto conocerte, ¿quieres ser mi amigo?- dijo Lisette extendiéndole su mano

Sebastián le sonrió tomando la mano que le ofrecía.

Lisette se llevo a Sebastián a recoger flores con ella pero solamente a unos 5  metros de sus padres; ella observo a Sebastián sin duda el niño era hermoso, su cabello era rubio y sus ojos eran mezcla del verde esmeralda y el gris, pero era muy tímido.

-Sebastián ¿Cuántos años tienes?-

-Siete señorita-

-¿señorita?, llámame Lisette cuando estés conmigo- ella le tomo la mano –vamos a ser los mejores amigo ¿si?-

-Esta bien seño….Lisette-

Pasaron 3 meses desde su encuentro y esos dos niños se hicieron inseparables, Sebastián cuidaba de Lisette y la consentía cuando podía haciéndole coronas de flores y contándole cuentos antes de dormir, Lisette amaba a Sebastián y le decía que cuando fueran grandes se iban a casar.

Esa noche Sebastián dormía junto a Lisette, ella lo abrazaba, pero de la nada escucharon un grito que los despertó.

-Sebastián que pasa, ¿Qué fue eso?- dijo asustada Lisette

-No lose Lisette, ven vamos a la habitación de tus padres-

Lisette siguió a Sebastián a la habitación de sus padres, cuando entro su padre tenía una espada en mano y su madre también.

-mamá ¿que esta pasando?- pregunto asustada la niña

- ¡Lisette!, hija rápido no tenemos tiempo ellos van a venir por ti-

La madre tomo en brazos a su hija y  tomo de la mano a Sebastián, empujo un buró que estaba alado de la cama y apareció a su vista una puerta pulso un código y esta se abrió.

-Sebastián tu sabes que eres parte de la familia y este es el día en que nos vemos por última vez por favor te pido que protejas a  mi amada hija de todo y todos los que le propicien un peligro por favor es lo único que te pido- con una mirada de sufrimiento Roberta Castelán empujo al niño dentro.

Ciel Romanelli se acerco a su mujer que se estaba despidiendo de su querida niña.

-Mami porque estás haciendo esto que ya no me quieren, prometo portarme bien, pero no me dejen-

-Mi amor hacemos esto porque te amamos con todo el corazón, tu padre y yo siempre velaremos por ti eres lo más hermoso que dios nos regalo, por favor mi vida se feliz de ahora en adelante, recuerda siempre que te amo-

Su padre tomo en brazos a la pequeña y la estrecho con fervor, no soportaba la idea de abandonar a su ángel pero era el precio que tenían que pagar por protegerla.

-Pequeña Lisette; estoy completamente orgulloso de ti, te amo con toda mi alma eres lo más maravilloso que tengo en la vida y por eso te alejamos, mi amor es por tu bien no llores, todo saldrá bien, siempre estaremos contigo, te amo mi niña-

Su padre se quito de su mano el anillo de oro blanco con un zafiro azul turquesa incrustado; este era el símbolo del líder de la familia y por derecho a su pequeña le pertenecía, se lo entrego besándole la frente y la empujo al escondite.

-¡Mamá! ¡Papá!, ¡no me dejen por favor!-

Sebastián observo la escena no podía creer como la familia más poderosa podía ser víctima de tal traición, el sabia que sus padres y los padres de Lisette ya estaban listos para la batalla pero era imposible que sobrevivieran, pero eso no le quitaba el dolor de perder todo lo que quería, pero no era comparado con la perdida de Lisette, su pequeña lloraba y como la educación que le dieron en la orden de guardianes tenía que protegerla a toda costa.

-Lisette, todo va a estar bien- dijo tomándola en brazos.

-Sebastián mis padres, mi familia… por favor detén esto, no quiero esto, por favor – dijo Lisette llorando

Lisette no entendía que pasaba solo oía gritos y mas gritos, sus padres estaban fuera y tenía miedo, su familia se estaba desmoronando; su mundo se estaba rompiendo, empezó a gritar por sus padres cundo reconoció un sollozo de madre, Sebastián le tuvo que poner la mano encima para que no los descubrieran, el era su protector y aunque la amaba no iba a dejar que se pusiera en peligro.

Pasaron un día entero encerrados y Sebastián decidió abrir la puerta del resguardo cuando Lisette estuvo dormida. Pulso el código que le habían enseñado y salió, todo en la habitación estaba destruido y manchado de sangre, sin hacer ruido salió de la habitación, tenía que sacar de ahí a Lisette pero no quería que viera tal tragedia. Camino por la casa hasta llegar al salón de baile ahí en el piso estaban los cuerpos de sus padres y sus amos.

Un grito desgarrador se escucho a sus espaldas y no tuvo que voltear porque Lisette corrió hacia sus padres, cuando llego cayó de rodillas y empezó a sollozar, sus gritos eran desgarradores, frente a ella estaban los cuerpos de la persona que mas amaba en la vida.

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Bueno ojala les haya gustado, es la primera vez que escribo y pues bueno tómense la libertad de comentar.

Gracias por leer, que tengan buen día o nocheC:

Bernalii97*--*

Redentores de almas (standby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora