Redentores de almas (standby)

Capitulo 3

Lisette camino con una sonrisa en la cara hasta su oficina, se sentó en el escritorio y abrió el folder que tenia frente a ella, siempre eran de lo mismo: pedían su firma para enviar a alguien a una misión, pagar alguna cuota o enterarse de cómo iban los negocios de la familia. Ella estaba a cargo de todas y cada una de las empresas a su poder; claro no vendían nada que la gente normal  compraría, estaban involucrados en el campo medico y científico.

Leyó y firmo todos los documentos pertinentes y los dejo para que luego Sebastián los recogiera, giro para ver el reloj que había junto a la puerta y se quedo asombrada ya era tarde revisar los documentos le había llevado más tiempo del que tenía planeado, iban a dar las 5 y tenía que ir a las instalaciones de combate, y al gimnasio de la academia donde si recordaba bien estarían teniendo la clase de defensa.

Las instalaciones de los redentores de almas estaban divididas en 2 áreas muy grandes: el cuartel general y la academia Alma; donde estudiaban solamente aquellas personas que eran hijos de algún redentor o guardián y en algunos casos que fueran seleccionadas por sus habilidades.

Cuando llego al gimnasio todos los presentes guardaron silencio, sabían que la jefa supervisaba pero eso no quitaba el hecho de que se cohibían cada vez que esto sucedía.

Lisette suspiro y camino hasta llegar al centro del salón, siempre era lo mismo, porque la gente no entendía que ella solo era estricta no malévola, en cambio cada vez que la veían o bajaban la cabeza o se quedaban callados.

-quiero a 10 voluntarios, para que peleen conmigo, no se espanten no es una prueba de nivel ni nada solo vengo a supervisar si están aprendiendo algo- 

Todas las personas se que quedaron esperando a ver quienes se atrevían a enfrentar a la mortal Lisette.

-bueno ya veo que aquí todos son unos miedosos- Lisette se masajea la cien - ¿donde esta Ferrer?-

Los estudiantes se quedaron callados y buscaron al maestro, en ese momento un hombre alto, Moreno y con cabello desordenado entro a la sala acompañado de Sebastián.

-Bueno pero si aquí esta la jefa... ¿Vienes a supervisar a los novatos?- dijo en hombre junto a Sebastián 

- así es, pero Ferrer veo que tienes a una bola de empollones que no quieren enfrentarme.- contesto enojada Lisette 

-Tranquila preciosa a cuantos de mis hombres quieres que mande a la guillotina-

- 10, mándame a tus mejores alumnos- 

Ferrer asintió y nombro a 7 chicos y 3 chicas, ellos avanzaron en silencio hasta donde se encontraba Lisette y los demás desalojaron la cancha para observar la pelea.

-haber ustedes 5- señalando a 3 hombres y 2 mujeres- van a ser todo lo posible por atacarme, no me importa que hagan, su único objetivo es golpearme y caramba MUÉVANSE! que después de esto tengo que ir un rato con los agentes graduados!-

Los chicos rápidamente se distribuyeron alrededor de la redentora, esperaron a que Lisette asintiera confirmando que estaba lista.

Los jóvenes dieron su mejor esfuerzo pero ninguno llego a tocar a Lisette, si lanzaban puñetazos ella los esquivaba rápido y se los devolvía dejándolos en el suelo, si eran patadas no entendían cómo pero las bloqueaba y los lanzaba lejos, el primer grupo solo duro 5 minutos en combate.

Ferrer y Sebastián observaban a la chica esquivar los ataques como sí  estuviera bailando, tenía una agilidad enorme para pelear y los estudiantes no eran ningún problema para ella, y tampoco lo eran los graduados, ninguno podía con ella y el único que apenas alcanzaba tocarla en combate era Sebastián, ni el propio Ferrer podía siquiera conectar un golpe, a duras penas podía hacerle frente al guardián  y el tampoco  le ganaba a la joven.

Ese era el verdadero motivo por el cual nadie más que Lisette podía estar en el cargo de líder, aquella chica tenia habilidades mas allá de las de cualquier redentor, y eso era gracias a que era la hija de los principales líderes de los clanes Romanelli y Castelán.

Cuando todos los chicos estuvieron fuera de combate, Lisette se quedo parada en silencio observándolos y los chicos solo agachaban la cabeza.

-¡Dios porque rayos agachan la cabeza!, lo han hecho bien pero todavía le falta aprender mucho, que creían que con sus habilidades ya iban a poder vencer, aquí yo los esquive y les di golpes que no les harían daño pero afuera en las calles los demonios o cualquier amenaza no dudarían en matarlos en el momento que tuvieran la oportunidad, aprovechen al máximo sus lecciones y les aseguro que podrán presentarles pelea, pero eso no pasara sin presentar esfuerzo; en cada misión tenemos bajas y eso es por la negligencia de algún agente, prepárense para no cometer ustedes esos errores que algunos pagan con la vida-

Los alumnos observaron a la que era líder, todavía no entendían como era posible que una chica que casi tenía su edad, se pudiera hacer cargo de una asociación tan grande como lo era esta; pero ella tenía razón si alguien quería sobrevivir en ese ambiente tenía que saber defenderte y por lo visto ella lo acataba perfectamente.

 Lisette camino hasta donde se encontraban Ferrer y Sebastián, se abrazo al último y miro a Ferrer.

-Da por terminada la clase y ve a la sala de combate que voy a ir a revisar como estan los agentes, tienes a estos chicos muy consentidos y así no nos sirven tienes que apretarles más la soga. En fin nos vemos en 10 minutos-

Ferrer observo a la joven que salía del gimnasio tomada de la mano del que era su guardián, el sabia que nadie más podía con el puesto, Sebastián era hijo de los 2 guardianes más reconocidos y la sangre de los Knight estaba reservada para los lideres. Pero eso no quitaba en hecho de que también fuera la única persona capaz de acercarse a Lisette de manera familiar, sin embargo las habilidades de ese chico habían sobre pasado por mucho la de sus padres, era respetado por todos aunque también fuera el mayordomo de la jefa.