Capítulo 2

295 7 1
                                    

Lisette despertó sobresaltada, no le gustaba tener que revivir la pesadilla que fue el asesinato de sus padres, y odiaba el hecho de no poder haber hecho nada, pero que podía hacer una niña de 5 años, que todavía no sabía cuál era su función en el mundo.

Se levanto de la cama y miro su mano derecha donde tenía el anillo de su padre, desde ese día había tenido que afrontar todo las cosas que se le vinieron encima, su linaje, sus estudios y sobre todo su papel como redentora de almas. Se desvistió y camino hacia la ducha, no podía sacar de su mente todas aquellas imágenes que tuvo que soportar, no importaba cuando luchara por olvidarlo solamente deseaba encontrar a los que habían traicionado a sus padres y haber destruido su infancia.

Salió del baño y encontró a su hermoso Sebastián mirando por la ventana, cuando giro se sorprendió al verla ya que solamente estaba envuelta con la toalla.

-Li…Li...Lisette, discúlpame yo  solo venia para…….

-No te preocupes Sebastián sabes muy bien que eres el único que tiene permitido entrar sin avisar aquí así que no te mortifiques.-Le respondió 

Ella camino hacia el armario que era una habitación anexa a la suya, ahí se vistió, claro no sin antes cerrar la puerta. Cuando salió Sebastián no dudo un instante y la abrazo.

-¿estas bien?, se que tuviste esa pesadilla otra vez, solo te levantas tu sola cuando pasa.

- No pasa nada la he soportado mucho tiempo como para rendirme y ¡oye! Eso no es cierto puedo levantarme yo sola cuando quiero.

-Eso no es cierto eres toda una perezosa, tengo que hacer todo tipo de hazañas para despertarte.

La joven empujo a Sebastián hacia la cama pero este la jalo y los 2 cayeron, ella aprovecho y se puso arriba de él.

-Sabes que te amo verdad, eres lo único que me queda.

-Lose y tu eres lo único que quiero tener siempre conmigo, eres la única familia que tengo.

Se besaron tiernamente, hasta que el celular de Lisette sonó.

-contesta puede ser importante.- dijo Sebastián

-nada es más importante que tu.

Dándole un pequeño beso, se levanto y cogió el teléfono.

-Diga…

Sebastián observo atento a Lisette, su hermosa protegida era lo único que lo mantenía vivo, el cuidar de ella era su única prioridad.

Lisette estaba atenta a lo que su tío Stefan le decía, el era la persona que le daba los datos para ir tras alguna amenaza, aunque ella fuera la jefa no siempre tenía tiempo para encargarse de todo. Cortando la llamada, suspiro y giro para ver a su novio.

-Dime, ¿Cuáles son los planes para hoy?

- 1º tienes que asistir a una junta de la asociación, después tienes que ordenar los casos pendientes, revisar el entrenamiento de los demás integrantes tanto redentores como guardianes y para finalizar una cena con la única persona que te ama con locura.-contesto Sebastián

-Supongo que tengo una cena con el tío Stefan-

El novio reviro los ojos y la abrazo por la espalda, susurrándole al oído:

-aquí el único que te ama soy yo.

Lisette se dio la vuelta y lo beso sin restricciones, nada era comparable con tener a su guardián abrazándola fuertemente. A regañadientes lo soltó y salió de la habitación para poder hacer su trabajo, paso por la cocina y tomo una manzana, después se dirigió a la sala de juntas.

Sebastián la vio salir y supo que era momento de realizar las tareas pendientes, el era su guardián y eso significaba trabajar de mayordomo, se retiro del cuarto y camino rápido a la sala de juntas, siempre estaba del lado de su ama y nada lo cambiaría.

Al entrar Lisette a la sala; vio que todos sus tíos y Sebastián ya estaban ahí, ella no tenía ni idea de cuál era la razón de la junta pero ella avanzo hasta llegar a su lugar en la cabecera de la mesa, rodeada de todos esos hombres maduros.

-Buenos días tíos me da gusto verlos, pero díganme cual es el motivo que nos ha reunido.

Los 5 hombres observaron a la joven que tenían por líder y sobrina, sabían que ella era más fuerte que cualquiera de ellos pero eso no quitaba los sentimientos de envidia que nacían dentro de sus corazones.

Stefan el mayor de todos y el más apegado a la chica comenzó la plática.

-Lisette querida, tus tíos y yo queremos informarte que tenemos problemas en la ciudad, al parecer hay un club nocturno donde un demonio que reparte una droga que hace que los humanos pierdan la conciencia.

-¿Y que los otros redentores no pueden encargarse?- pregunto

-Sobrina ya hemos enviado 5 agentes y ninguno ha vuelto.- ahora le respondió su tío Ricardo; hombre recto, serio e impotente, aunque esto no cohibía a la sobrina que tenia por parte de su difunta hermana.

-Con que 5  agentes, ¿me dirían la razón por la cual no tenía notificada esta información?

Ahora el que intervino fue su tío Julián, una persona precavida y atenta, el siempre observaba antes de intervenir.

-Porque no queríamos alarmarte antes de estar seguros.- dijo seriamente.

-Esa excusa no me es suficiente no me importa si son cosas insignificantes, aquí la que manda soy yo y quiero estar enterada de todo.-

-Esta bien pero ahora dinos que vas a hacer con respecto al problema que se presento.- intervino su tío Maxwell un hombre que se alteraba fácilmente

-ya que nosotros ya no quisimos hacer otro movimiento sin tu consentimiento.- intervino su tío Christian una persona que controlaba completamente su temperamento.

Lisette pensó unos segundos antes de dar una respuesta, los hombres que tenía a su alrededor solo necesitaban ordenes.

-Al parecer no me queda otra que ir yo misma a resolver este problema, pero estén pendientes de esto, la próxima vez que me entere que no me han informado de algo, no actuare tan tranquila como ahora; Ya se pueden retirar.- repuso Lisette.

Los hombres salieron en silencio de la habitación, les había quedado claro que aunque la chica fuera joven, había heredado de sus padres la madera de líder, cuando ella daba una orden nadie tenía las agallas de contradecirla y por eso ella era tan envidiada e inclusive odiada.

Sebastián que había observado atento la junta, se acerco a su amada quien se masajeaba las sienes.

-Lisette; tienes que relajarte un poco.

-Lose Sebastián lose pero a veces, el cargo de líder suele ser muy pesado, pero cambiando de tema te tengo que pedir disculpas ya que no vamos a poder cenar como deseabas.

-No te preocupes por eso, ya lo haremos otro día, pero ahora tienes que ir a tu oficina y ordenar los documentos pendientes.- dijo besándole la frente.

-Esta bien, solo porque tu lo pides, pero ten por seguro que esto te lo voy a cobrar más tarde.- contesto con voz seductiva la joven, mientras se ponía de pie.

-¿Así? y ¿qué planea hacerme joven ama? – pregunto pícaramente el chico

La joven enamorada se acerco a los labios su guardián y cuando estuvo casi rozándolos le dijo:

-Eso lo averiguaras después.

Y la chica salió del cuarto dejando al guardián atrás.

-Dios…. Que voy a hacer con esta chica.

*************************************************************************************

Este fue el segundo capítulo espero que les haya gustado, no olviden comentar y votar

BesosC:

Bernalii97

Redentores de almas (standby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora