Capítulo 2: El martirió de Todoroki.

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—Te gusta Deku kun ¿Verdad?

Fué la pregunta que una vez Uraraka le hizo, aún estaban en preparatoria. En ese momento él abrió los ojos levemente en sorpresa antes de regresar a su expresión monótona.

—¿Cómo lo supiste?—No tenía intención alguna de ocultarlo, ni siquiera lo consideraba como un secreto, es lo que vió en su rostro Uraraka quien curvó los labios en una sonrisa.

—A mí también me gusta Deku kun. Eso nos haría rivales Todoroki kun—Por un momento frunció el entrecejo en un semblante retador para después suspirar y bajar la mirada derrotada, todo eso bajo la expectación del otro—o eso me gustaría decir... A Deku kun ya le gusta alguien.

—Bakugou...

Y es que no necesitaba que se lo dijeran para saberlo, Izuku se encontraba fuera de su alcance desde hace mucho tiempo, desde que conoció a Katsuki antes que a él. Pero eso no apagó sus sentimientos, los cuales sólo crecían con el pasar del tiempo, como un copo de nieve que rodaba cuesta abajo por la montaña hasta volverse una gran bola.

—Ha crecido bastante...—Fueron las palabras de All Might mientras veían a Deku recibir el reconocimiento como el nuevo símbolo de la paz. Todos los estudiantes de UA, que ahora eran héroes hechos y derechos, estaban presentes en esa ceremonia, contemplando como Midoriya recibía toda la atención entre sonrisas apenadas—pero aún no ha madurado lo suficiente...—Todoroki que se encontraba a su lado lo observó extrañado.

—¿Le parece?

—Sé que ahora debe estar lidiando con un problema muy distinto de ser héroe—Agregó, observando al igual que Todoroki, la expresión de furia y frustración de Bakugou. Soltó un suspiro—me temo que no podrá salir pronto de ese dilema ¿Podrías mantenerte a su lado joven Todoroki?

—Creo que él prefiere más su compañía que la mía—Agregó monótono.

El mayor lo examinó con una mirada de reojo, a diferencia de Bakugou, Todoroki se le veía muy tranquilo ante la idea de haber perdido el puesto de héroe número uno, a pesar del evidente desagrado de Endeavor, aun así podía ver un brillo emoción en sus ojos heterocromáticos. Felicidad por alguien más quizás.

—No me quedaré con él para siempre, y además sé que fuiste tú el que se mantuvo a su lado después de cada encuentro desastroso con el joven Bakugou—Guardó silencio y el mayor esbozó una sonrisa—estoy seguro que el joven Midoriya podrá ver tus sentimientos.

—Esa no es mi intención...

Todoroki no quiso, no quiere, ni querrá confesarle sus sentimientos a Izuku. Lo veía como un dolor innecesario por el que nunca quiere pasar, puesto que sabía que Midoriya lo rechazaría apenado y rompería la amistad que habían entablado desde hace tanto tiempo.

Sin embargo había algo con lo que Todoroki tenía que lidiar día a día, los celos. Desde los encuentros con el imbécil de Bakugou, hasta las filas enormes de fanáticas que Midoriya había conseguido para la incredulidad de éste. Shouto era serio y mantenía la calma, pero no podía evitar apretar los puños cuando veía los ojos de Izuku brillar porque el imbécil de Bakugou pasó cerca. Él en verdad, pero en verdad quería que sus sentimientos fueran correspondidos, pero él sabía que era imposible.

—Todoroki san—Una chica de su agencia lo llamó cuando recién llegaba de recorrer la ciudad patrullando.

—¿Qué ocurre?

—Tiene una llamada del hospital—Todoroki no pudo evitar abrir los ojos en sorpresa y sentir como la preocupación se alojaba en su pecho.

—¿Mi madre?—Preguntó con la voz evidentemente preocupada, la mujer estaba muy bien en esos días sin embargo era costumbre que tuviera recaídas, algunas eran muy graves por lo que llamaban a Shouto o a Enji para avisarles. Pero arqueó una ceja al ver como la chica negaba con la cabeza y su mirada se veía afligida.

—No...su padre Endeavor. Su última misión terminó mal...

Continuará...

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