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Odiaba sentirse así, vulnerable, verse débil frente una persona. Ella no era así, o eso pensaba. Ella no era de las personas que al no lograr o conseguir algo lloran como niñas malcriadas. Odiaba sentirse sensible, en parte, odiaba tener que sentir emociones muggles, pero no se daba cuenta que ella era todo eso. Al percibir dos gotas saladas salir de sus ojos hasta parar al final de sus mejillas no pudo aguantar, le dolía el pecho, y no sólo eso, el alma. No quería aceptar el hecho de que si ella no cumplía el plan, todas las personas a las que consideró una familia, morirían. En sólo pensar eso su pecho recibía una punzada, como si un cuchillo le prenetara éste hasta llegar al fondo, hasta hacerla sentir de cualquier clase de emoción. Harry la miraba expectante, intentando hayar una palabra que decir, pero nada salía de su boca. - ¿Qué, Potter? ¿Ahora qué? Supongo que te burlarás, ¿no? -le espetó con enojo mientras sus ojos se cristalizaban más, ya no podía hacer nada para ocultar su tristeza- . Despúes de todo, es lo que haces siempre conmigo.

Harry trató de formular palabra alguna, pero era como si su lengua hubiera sido enredada entre si. Scarlett apartó la mirada y observó a otro lado no específico, Harry notaba como la muchacha trataba de reprimirse a tener que soltar una mísera lágrima. Y era cierto, pues la muchacha le dolía tener que mostrarse débil frente alguien, y sobretodo Potter. ¿A quién se le ocurre llorar frente a la persona que intenta conquistar?

— ¿Por qué lloras?

Excelente pregunta Potter, excelente pregunta.

Scarlett volvió su mirada a él, Harry no supo cuándo pasó pero tenía una uña de Scarlett clavada sobre su mejilla, profundizándose por segundo- . ¡¿Por qué haces eso!? —gritó éste ya no soportando el ardor, pues también la cicatriz le estaba doliendo.

— ¡Creo que es muy obvio, Potter! ¡No es mi culpa que seas un idiota sin cerebro!

Harry arrugó la frente y le dijo— . Al menos trato de ayudarte, estúpida.

Esperaba una reacción diferente de la chica.

— Oh, ¿me llamas estúpida? —mostró una sonrisa un tanto extraña— . Pues, esta estúpida que ves aquí, Potter —pronunció con desprecio— .no sabes nada sobre mi, sobre su pasado, sobre mi origen, sobre mi familia, sobre mi trabajo, sobre mi sangre, sobre....

— ¿Sangre?

Scarlett paró de mover sus labios e hizo un ruido de arrepentimiento— Eso no te incumbe.

— McMahon, puedo ser amigo de Ron pero tampoco me contagió su estupidez.

Scarlett rodó los ojos.

— ¿Cuál es el punto, Potter?

Harry intentó apartar su rostro de la uña un tanto larga y puntiaguda pero la muchacha la profundizaba a cada momento.— ¿¡Puedes quitar tu uña de mi mejilla!? ¡Duele como las miles mie...!

— ¡Maldición!

Scarlett quitó la uña de la mejilla del muchacho y sacó un pedazo de pergamino algo desgastado de su bolsillo del pantalón, corrió a la lechuza negra que acariciaba minutos antes y amarró el pedazo de pergamino en la pata del ave. Después de susurrarle la dirección y que la lechuza volara, volteó de nuevo al muchacho— . ¿Puedes irte? No quiero tu presencia.

Harry rió irónico colocando los ojos en blanco y le sonrió un tanto travieso— . ¿Acaso mi presencia es demasiado para ti, Scarlett?

Como amaba la manera en que la Slytherin mostrara su enojo, pues su rostro a la hora de enfadarse era un tanto tonta, y en opinión de Harry, tierna.

E.V.O.L (Harry Potter y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora