Su piel tan pálida cual rosa blanca en primavera.
Su pelo: blanco... tan blanco como la espuma de mar, la que dejan las olas al chocar.
Sus labios: manjar de Luna, color de la Rosa de la pasión.
Su rostro: tan pálido como la sal Y tan suave como las plumas.
Sus ojos reflejan millones de dudas que nunca podrá contestar, son dos estrellas azules que nadie nunca vio volar.
Su cuerpo: frío o cálido como el mármol, pálido cuáles nubes en verano.
Los dedos de sus manos eran rayos de luna con vida.
Mi lirio blanco era cautiva del mar, no tenía piernas, pertenecía al mar. Mi lirio blanco nadaba y sus lágrimas se confundían entre el agua del mar.Aquella noche miraba la luna, reina de sus noches, dueña de sus secretos, guarda de sus deseos, reflejo de su luz.
— sueño con cada noche poderme acercar a tu belleza, y cada día pensar en tu luminiscencia, sueño... Con ser tu luna de mar. – narraba cada noche Mi lirio blanco, cautiva de mar.Vino el día, y con el ella se puso llorar. La tarde se acercaba, y el Mar de Plata se empezaba a tornar.
Mi lirio blanco nadaba, nadaba sin más.
Haciendo un pacto con una tempestad fue en el día viento fugaz, Y en las noches luna de mar.
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PERLAS PRECIOSAS | Cartas para mi luna de hielo #3|
PoetrySi entras... prometo regalarte mi corazón en versos.