Uno✧˖°

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El peli-ceniza caminaba vagamente por la acera. Metió las manos rapidamente en los bolsillos de su chaqueta negra, hacía mucho frío.

Las personas que pasaban cerca suyo eran muchas, los empujones no tardaron en llegar provocando que el cuerpo de Jimin se hiciera a un lado. Justo ese día su jefe había puesto como orden no tener más de una hora de descanzo, lo unico que deseaba en ese momento era llegar a su casa, preparar chocolate caliente y ver una de las tantas series que deseaba.

Pronto sus pensamientos fueron frustrados gracias a que se acordó que uno de sus compañeros de trabajo iría a su casa para preparar unos papeles.

Sus pies caminaron hacia las escaleras para llegar hacia su departamento. Al pisar el primer escalon de estas se fijó en el reloj de su muñeca.

19:00. Faltaban treinta minutos para que la visita no muy deseada por Jimin apareciera en su departamento.

Empezó a subir las escaleras rapidamente. Al llegar hacia la puerta de su respectivo departamento hizo encajar la llave en el cerrojo y entró despojandose de sus zapatos y su abrigo, pero se arrepintió cuando sintió una corriente de aire frio recorrerle por la nuca.

Si bien, la estadía en ese pequeño departamento valía poco, su calidad no era la mejor y gracias a los simples gustos del peli-ceniza lo hacían ver como si fuera que el lugar se caía en pedazos en cualquier momento.

Empezó a buscar por donde salía el aire frio, el problema resultó ser una ventana abierta. Despues de cerrarla se fué a encender la calefacción.

Cuando apretó el pequeño botón color verde del pequeño caloventor una chispa salió volando provocando que diera un paso hacia atras por precaución.

Y allí iba uno de los aparatos nuevos que había comprado con el poco sueldo que recibía.

Bufó molesto por su cituación. Su día no podía ir peor, primero su alarma había sonado a las seis en punto de la mañana cuando el tenía que despertarse a las nueve, luego se enteró que ya no tenía comida en la despensa, en el trabajo le prohibieron tener más de una hora de descanzo y todo finalizaba con el pequeño aparato que yacia descompuesto.

Ahora solo faltaba que su compañero Jeon viniera.

Acomodó ligeramente su camisa y desabotonó los dos primeros botones de la misma. Sacó algunas frituras que encontró en uno de los lugares de la cocina y los puso sobre la pequeña mesita en frente del sofá.

Se recostó lentamente intentando cerrar sus ojos pero el timbre del departamentó provocó que maldiciera en voz baja al que lo estuviera haciendo.

Se levantó del sofá sin gana alguna y caminó arrastrando sus cansados pies hasta la puerta, mirando por la pequeña mirilla de la puerta divisó a un castaño con jeans rasgados y una chaqueta de cuero negra.

Había que admitirlo, Jeon se veía jodidamente bien con esa ropa.

El peli-ceniza abrió lentamente la puerta y cuando ya estuvo lo suficiente mostró su mejor sonrisa.

- Hola -Saludó el más bajo sacudiendo su mano en el aire.

- Hola, tú...¿eres Jimin? -Cuestionó con una voz rasposa y seria.

- S-si, soy yo...-Miró al suelo incomodo,- ¿Quieres entrar?- Preguntó al mismo tiempo que se hacía a un lado dandole paso al castaño.

Asintió y caminó. Jimin no pudo evitar mirar al castaño de pies a cabeza, esos jeans raagados y ajustados marcaban esas tonificadas piernas, esa camiseta blanca algo transparente dejaba ver algo de su trabajado cuerpo más esa chaqueta negra de cuero le daba un toque serio.

Winter[KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora