Dios de la Guerra.

Cap 1- El Comienzo De Una Gran Historia

En un rincón escondido del Monte Olimpo, se vislumbran dos figuras con sus capas y sus capuchas negras, están hablando en voz muy baja. Uno es más mayor que el otro, o al menos eso aparentan. El pequeño parece estar muy inquieto y nervioso mientras que el mayor parece muy seguro de lo que hace. Es una noche fría y despejada. Se refleja la luz de la luna en el lago del Olimpo.

— ¿Tu crees que el desterrado podría volver alguna vez para vengarse?
— Tranquilo Poseidón, mañana iremos a hablar con nuestro hermano Hades y le preguntaremos cómo va el desterrado en el inframundo.
— ¿Estás seguro Zeus? Ya sabes que no nos llevamos muy bien con Hades...
— Si, iremos a hablar con él mañana por la tarde. Prepara los hipocampos.

Mientras tanto... en el Inframundo...se vislumbra una figura de un hombre corpulento, muy parecido a un guerrero, más bien espartano, encerrado en una carcel indestructible por la fuerza de un hombre pero no para la de un semidiós.

— Maldito seas Zeus... No debiste desterrarme... Iré a matarte después de que acabe con tus dos hermanos y tú hermandad. ¡La Orden del Olimpo!

De repente, se escucha una voz suave y delicada. Se escucha un poco mal, debido al eco que hay en este lugar pero consigo entender lo que dice. La voz me resulta familiar, es mi hermana Atenea. ¿Que hará en un sitio como este?

— Kratos, debes vengarme, mata al can cerbero, después róbale las armas a Hades, mátalo, róbale su alma y escapa del Inframundo

— De acuerdo Atenea, pero...¿donde están mis espadas? Sin ellas no podré hacer nada contra Hades...

— Tranquilo hermano, Hades tiene tus espadas del caos pero cuando le robes el alma, las podrás imbuir para tener más poder.

A la mañana siguiente, había un sol abrasador, Helios estaba contento así que era difícil ir de incógnito, por lo tanto, fueron con la excusa de ver a Persefone, la hija de Zeus y la mujer de Hades.

— ¡Poseidón!

Al sonido de ese grito sonoro que hizo temblar las montañas, se abrió un gran agujero en el mar Egeo. De repente, apareció la figura de un carro de agua conducido por Poseidón y llevado por una cuadriga de hipocampos.

— Sube Zeus, iremos al Inframundo por la dorsal atlántica.

— ¿Pero eso no nos llevará mucho tiempo? Ya sabes que tenemos que volver para la cena con Hefesto y Afrodita.

— Si, si que lo sé y lo tengo en cuenta. Estos son los hipocampos más rápidos que existen. Podremos llegar al Inframundo antes de que los grandes guardianes cierren las puertas.

— De acuerdo Poseidón
En ese momento estoy bastante nervioso, intento disimularlo pero mi hermano lo nota.

— ¿Porque estás nervioso Zeus? No será por...

— ¡No! No es por eso... Bueno, un poco si pero no es nada.

— Vale vale, si tú lo dices...

Hola, este es el primer capítulo de una historia que nos llevará por la mente de un guerrero y su guerra contra los dioses. Espero que os guste.