1 | 4 Red Roses

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Harry se despertó con el suave sonido de la lluvia golpeando el techo.

No le gustaban mucho los días de lluvia. Nunca le gustó cuán gris era el mundo, cuán silencioso se sentía el hogar, ni cuánto estaba prendido de la luz del sol.

Tenía la espalda torcida y el cuello un poco tieso, así que se movió. No se podía mover mucho. Estiró los brazos hacia arriba y gimió desde la parte posterior de su garganta cuando encontró cierto alivio de la posición incómoda.

Exhaló y volvió a cerrar los ojos, sintió la reconfortante presión de un cuerpo en su frente y otro en su espalda. A veces era difícil ser la cuchara pequeña. Ambos de sus amantes querían mantenerlo apretado, lo acunaban como si fuera un bebé, lo besaban y lo mimaban y Harry no se quejaba precisamente, pero le era muy difícil abrazarlos a los dos a la vez. Harry suspiró complaciente, acurrucado en el amor de los dos hombres mayores.  

Él sabía que así era como todo esto había empezado, de todos modos. 

Harry los amaba a ambos. Harry amaba a Louis; amaba la voz de Louis y su risa, su gentil sonrisa y su habilidad innata para cuidarlo. 

A Harry le encantaba Zayn; ansiaba la atención del hombre, amaba su lado romántico y adoraba la forma en que Zayn le hablaba como si fuera la cosa más preciada del mundo.

Estar acurrucado los dos hombres era más de lo que Harry podría pedir.

Se equilibraron mutuamente. Harry prosperó en el contacto humano, la atención y los elogios.

Louis siempre lo recompensaba por todo, mostrándole su amor, diciéndole qué buen chico era, agradeciéndole y jadeando extasiado por la cena asombrosa que Harry habría hecho. A Louis le gustaban las palabras para demostrar su amor.

Zayn no siempre estaba interesado en el uso de sus palabras, no siempre estaba seguro de cómo explicarse. Así que Zayn era más íntimo, más táctil para mostrar su cariño. Dándole a Harry caricias a lo largo de un día regular, pasando sus dedos por su cara mientras él dormía, rozando sus labios sobre su frente, envolviendo su mano alrededor de la muñeca de Harry y tirando suavemente para llamar su atención. 

Zayn tenía inseguridades, se comía mucho la cabeza y cosas así. Cometía errores como cualquier otro ser humano, pero se sentía peor cuanto más se revolcaba en su propia mierda. Nunca quiso hablar de sus propios sentimientos.

Harry llevaba el corazón por bandera. Si se sentía triste por algo que tenía que decirle a alguien. Si sus sentimientos estaban heridos, lloraba. Así había sido desde que era un niño pequeño.

Los estallidos emocionales de Louis solían ser resultado de frustraciones reprimidas, pero de un día a otro él normalmente era el que los mantenía a los dos bajo control. Hablando con los dos y tratando de averiguar lo que estaba pasando.

Equilibrando.

Louis se estresaba fácilmente, por haber tenido un mal día en el trabajo, o por haber recibido una llamada de su madre, que a menudo le recriminaba por su estilo de vida. Le decía que era asqueroso por estar en una relación con dos hombres. Y Harry estaba allí durante esas noches para consolarlo, besarle el cuello y frotarle los hombros mientras Zayn pasaría sus dedos por el pelo de Louis, prometiéndole que todo iba a estar bien. 

Pero los chicos de Harry eran fuertes. Ambos habían sufrido el infierno en sus espaldas y todavía se mantenían firmes cuando necesitaban hacerlo. Fue por eso que funcionaban tan bien juntos.

Todo se reducía era la necesidad insaciable de Harry por ellos, por su amor, por su afecto y por su inquebrantable atención hacia él. Siempre le proporcionaban cada una de sus necesidades. Incluso en días malos, cuando Zayn estaba perdido en sus pensamientos y Louis era amargo y letal. Incluso esos días, tampoco sentían que sus propios males eran más importantes que Harry. Se olvidarían del dolor si Harry necesitaba algo.

BALANCE. | Zourry [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora