Camille, así se llamaba.
La chica con olor a vainilla.
A la que no podía parar de mirar.
No tenía un pasado oscuro. No volvamos esto un cliché. Es una chica común y corriente, ni flaca ni gorda. Sólo ella. Ni la más fea ni la más linda. Era ordinaria. Como alguien que te encuentras por la calle y cruzas miradas una vez, porque no se te hace demasiado interesante.
Aunque en él levantaba, en cierto modo, su lado romántico, su lado débil y sumiso.
Podría observarla todo el día. Y ni todo un día bastaría para complacerse a sí mismo.Ella lo sabía. Sabía que la estaba mirando. Pero es que mirar y observar no es lo mismo. Con ella, mirar no bastaba.
Era de mañana y Camille se estaba quedando dormida en clase de inglés. Lou contemplaba cómo sus ojos se cerraban. ¿Cómo era que alguien tenía tan lindos ojos cafés? Por amor a Dios, eso no podía ser normal.
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¿Cómo Entender A Las Mujeres?
RomanceDebes estar loco si piensas que en verdad esto te va a ayudar a entenderlas.