Gotta move on dear

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Ahora que lo pienso, Giorno es de mis favoritos y con los que más me parezco en cuestión de personalidad pero no sé cómo hacerlo sin que sea demasiado ooc, como hielo o Jotaro笑Sin embargo, me siento más cómoda escribiendo a Josuke, tenemos bastantes cosas en común como el sentimiento de amor/admiración a alguien mayor a nosotros (3 años www),el típico Rohan que le gusta discutir por todo y muchas cosas más...-orz.-

Ahora si me permiten, estaré intentando decidir si subir una idea que tuve o no.

Art : 

– Josuke, despierta – Kishibe hablo en una extraña y relajada voz, obteniendo como respuesta un quejido adormilado de Josuke. – Sabes que es ridículo que nos quedemos todo el día aquí, tengo trabajo que hacer y tú no te deberías detener por el simple hecho de que no tienes spray y no lavaste tu ropa, levántate y haz lo necesario. – El rostro de Josuke se acomodó en la espalda de Rohan, su respiración y las largas pestañas de Josuke se sentían en su desnuda espalda. – ¿Josuke? – No había respuesta por parte del ojiazul, unos silenciosos minutos pasaron, sólo su tranquila respiración y el sonido de una campanilla furin podían ser escuchados a la par de algunos automóviles pasando. – Te comprare spray ¿Contento? – Aun nada de respuesta, Josuke estaba fingiendo dormir para no salir de la comodidad de la cama, conseguir que Kishibe le preparara el desayuno, lavara la ropa y comprara el spray ya que con este calor no quería ni moverse. Algo que odiaba Josuke era andar despeinado pues su cabello tenía la extraña cualidad de levantarse en picos, que según su padre, eran similares a como se peinaba antes. – Que ridículo – Se escuchaba a Kishibe girándose, acercándose a su rostro, el ojiazul casi abría sus ojos – Tan torpe que te ves durmiendo y pensar que eres un demonio en persona. – Kishibe puso su mano en la mejilla de Josuke, pasando cada uno de sus dedos por los labios del ojiazul. – Son extrañamente suaves – Josuke en verdad intentaba no reír o molestar al mangaka, Kishibe quito todo el desordenado y esponjoso cabello que cubría el rostro del ojiazul para poder admirarlo. – Me gustaría presumir este raro lado tuyo con las chicas, verlas morir de celos. – La voz de Kishibe sonaba cada vez más cerca del oído de Josuke, esto casi le hace reír. – Te amo. – Josuke no pudo más y abrió los ojos, lanzándose abruptamente contra de Rohan, poniéndolo debajo de él a pesar de sus gritos sorprendidos – ¡Quítate de mí, maldito mentiroso! – Rohan parecía un gato que fue lanzado al agua, intentando quitar a Josuke de encima suyo mientras él lo abrazaba como una boa constrictor. – ¡No hasta que me digas 'Te amo' otra vez! – Josuke hablo alegremente sin darle importancia a los rasguños y mordidas que daba Rohan en sus brazos. – ¡Cuando dejes de gemir como niña en cuanto lo pongo adentro! – Golpe bajo para Josuke – ¡Mira quién habla, cabeza de pincel! – Kishibe escucho esto y su cara se convirtió en una de molestia, segundos de silencio después ambos iniciaron a reír. – ¿Cabeza de pincel? ¿No se te pudo ocurrir algo mejor? – Entre risas pregunto Kishibe, el ojiazul negó con su cabeza ya que no podía ni hablar por la risa. – ¡Quítate de encima, ya luego me encargare de castigarte! – Lo más serio que pudo hablo el mangaka, calmando su risa poco a poco mientras Josuke se quitaba para ponerse en posición fetal a su lado gracias a la risa y falta de aire. – Deja de reír y prepara el desayuno. – Ordeno Kishibe, poniéndose sus pantalones oscuros con azul, recogiendo la ropa esparcida por el suelo mientras Josuke se intentaba levantar, su risa ya se había calmado – No me culpes si encuentras cabellos en tu desayuno. – Kishibe hizo una pausa, observo a Josuke y decidió regresar su mirada el dinero sobre la mesa al lado de la cama. – Mejor vamos por comida, si no estás en cinco minutos en la entrada usare mi stand – Directamente hablo Kishibe, bostezando mientras ahora se ponía típica, el ojiazul soltó un suspiro e inicio a arremedarlo. – 'Si no estás en cinco minutos usare mi stand' – En el tono más tonto que pudo hablo Josuke, el mangaka giro sus ojos en blanco de lo molesto que podía ser su pareja y le lanzo la camiseta amarilla en el rostro para callarlo – Eres sólo musculo y poco cerebro por lo que veo, no te culpo, apenas tienes diecinueve. – Kishibe recogió su banda de cabello que estaba al lado del dinero, "acomodando" su cabello hacia un lado delicadamente mientras se la ponía, Josuke contuvo una risa que aun así escapo de sus labios – ¡No me puedo acostumbrar a tu manera de ser! – Continúo riendo Josuke mientras Kishibe tomo su dinero y cartera, se levantó e inicio a caminar en dirección a la puerta sin decir una palabra, el sonido de la puerta cerrándose detuvo la risa del ojiazul – Espera, no me digas que piensas... ¡¿Piensas que voy a salir sin mi amado y preciado peinado?! – Josuke grito tan fuerte que hasta el mangaka que estaba en la puerta de la entrada lo escucho, sin embargo continúo como si nada, acomodando su libreta de dibujo. – No lo puedo creer. – Hablo inconscientemente Josuke en voz alta, revisando en la cajonera de Rohan para encontrar algún gel que le ayudara para peinarse pero no había nada más que labiales que tanto le gustaban a Josuke pero al mismo tiempo odiaba por la duración de estos sobre su piel, por ahora sólo quedaba buscar en la repisa del baño. – ¿Qué te toma tanto tiempo, tortuga? – La irritada voz de Rohan asusto a Josuke, provocando que soltara los objetos en sus manos, Kishibe estaba recargado en el marco de la puerta del baño, brazos cruzados y una expresión molesta. – ¡No me digas tortuga, es repugnante! – Josuke se inclinó para recoger los objetos, un sollozo salió del ojiazul causando que Rohan se compadeciera de su torpe estado. – Toma esto y cállate de una buena vez, no quiero desayunar tarde por tu culpa y la de tu cabello – Kishibe tenía lo que parecía ser un gel bastante deteriorado como para que ya ni las letras fueran visibles ¿Era seguro usarlo? Daba igual, mientras sirviera le venía bien a Josuke. El corazón del ojiazul se conmovió ante tan gran gesto de su pareja, lanzándose a sus brazos como un perro lanzándose a su dueño que regreso a casa después de dos días, mientras besaba todo su rostro alegremente – ¡Eres demasiado pesado, quítate! ¡Termina de peinarte y vámonos! – Rohan disfrutaba las pruebas de afección pero su estómago ya exigía algo de alimento y no pensaba esperar por Josuke que en cuanto escucho la orden el ojiazul se levantó e inicio a buscar su peine para arreglar su cabello – ¡Gracias, no tardo mucho! – La alegre voz de Josuke podía sacarle una sonrisa a cualquiera, cualquiera que no supiera cuánto tarda en peinarse.

Come back to me, it's almost easy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora