Wings to break your fall | Larry Stylinson [Traducción]

Capítulo 2.2

Es adorable, y tal vez un poco caliente, la forma en que Harry, aparentemente, piensa que estar desnudo conseguirá que Louis abandone sus estándares. No va a suceder. Si Harry piensa que un poco de coqueteo y mostrar algo de piel puede cambiar su mentalidad tan fácilmente, se va a llevar una sorpresa.

Louis se inclina hacia atrás, apoya un tobillo en la rodilla opuesta y le da a Harry una mirada intensa.

Mucho después de que Harry empiece a inquietarse y justo antes de que abra la boca para decir algo, Louis usa su dedo índice para dibujar un círculo perezoso en el aire. "Dame unos giros entonces".

Harry deja caer su mirada inmediatamente, pero no lo suficientemente rápido para ocultar su expresión de placer. Él hace lo que le piden y reanuda la caminata alrededor de la barra, sus pasos largos y decididos, una mano todavía se aferra fuerte y hace un débil sonido chirriante contra el metal. Su agarre en la barra es muy firme, está inclinando con su cuerpo hacia fuera mientras su bíceps se abulta bajo el esfuerzo. Engañosamente lento, él coge velocidad hasta que finalmente tensa su brazo y levanta los pies de la tierra, girando en el aire casi dos vueltas.

No es fácil ocultar su reacción instintiva, pero Louis logra mantener su postura relajada, los ojos vagando lánguidamente por el cuerpo de Harry mientras navega por el pequeño escenario.

Sus movimientos son fuertes, con un cierto tipo de energía en espiral que se esconde justo debajo de su superficie, una que él suaviza con la forma en que tiende su otra mano suavemente, sus rizos detrás, compensados ​​por la blancura de las alas.

Realmente se ve como un ángel, vestido casi completamente de blanco y dorado de la cabeza a los pies, con sus rizos y su sonrisa de querubín. Sus ojos, por otro lado, sugieren secretos susurrados, pensamientos tardíos y una promesa de placer que pretende mantener.

Todo acerca de él justo entonces grita poder, control, seguridad en cada paso que da. Es embriagador saber que Louis es capaz de tener control sobre ese poder, de dirigirlo con unas cuantas palabras bien escogidas. Y quiere saber la extensión de ese poder, quiere saber sus límites, quiere saber dónde termina él y dónde empieza Harry, si se superponen.

"Desabrocha tu camisa", dice, con una voz intencionadamente áspera, aunque no necesita forzar mucho el tono.

La satisfacción lo llena cuando el cuerpo entero de Harry reacciona a sus palabras con un ligero endurecimiento en los músculos y cuando nota cómo su aliento se atasca.

A veces Louis nota una cierta incomodidad en Harry, como esas veces en las que las palabras de Louis lo hacen detenerse de repente. Pero Harry, sin embargo, no trata de esconder esos momentos de imperfección, parece deleitarse en el hecho de que esos instantes le dan aún más atención, sus rarezas no son más que otra forma de atraer a la gente, de obtener dicha atención, algo que claramente disfruta.

Y él tiene toda la atención de Louis, no se puede negar. Y si cada cliente del piso de abajo se uniera a ellos aquí ahora, tendría todas y cada una de las suyas, también. Louis está muy contento por eso, le hace sentir menos terrible y más, bueno, humano.

Pero él empuja esos pensamientos a un lado y se concentra en Harry en su lugar, se atrapa sintiéndose cariñoso en lugar de distante cuando Harry se queda allí y abre su camisa, baile olvidado, manos grandes jugueteando con los delicados botones de una manera sorprendentemente eficiente. Está claramente improvisando todo este espectáculo, lo cual no distrae el hecho de que, sea lo que venda, Louis lo está comprando.

Espera pacientemente, colocando sutilmente la creciente tensión en sus vaqueros. Permanecer en silencio no es fácil, pero es superado por su curiosidad acerca del siguiente movimiento de Harry. Hay una fuerte posibilidad de que se quite la camisa por completo, o tal vez se desabroche los vaqueros. Ambas opciones guardan una promesa, aunque ninguna de las dos se ha pedido explícitamente.