Prologo

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Frank siempre fue un chico entusiasta, desde niño sabía que el llegaría a ser alguien grande, siempre amo los animales, y cuando llego la hora de decidir qué estudiar, no dudó en inclinarse por la veterinaria. Ahí conoció a Jamia, una joven preciosa ante sus ojos, de cabellos negros y piel blanca, con la que compartía el mismo amor por los animales. No tardaron en casarse y juntos pusieron una veterinaria, pero eso no era suficiente para Frank, así que tuvo la grandiosa idea de entrar a la facultad de psicología. ¿Por que no? Sonaba bien y a sus 25 años, en un par de años más tendría un ingreso extra para cuidar a su esposa y a las gemelas que venían en camino.
Todo parecía una perfecta y gloriosa idea, de hecho lo era.
La facultad de psicología jamás fue complicada para el, después de todo el siempre fue de altas notas, así que sin muchas dificultades y con el apoyo total de Jamia logró graduarse ante de los 30 y poner su consultorio a una media hora de la casa donde vivía con su familia.
Su vida era perfecta, un empleo, una esposa amorosa y 3 hijos; las gemelas y un pequeño niño que nació mientras el estudiaba psicología, nada podía salir mal ni arruinar eso.

En el otro lado de la moneda aparece Gerard. Aún que no es para nada un chico tonto. Siempre sintió afición por el arte, a diferencia de su hermano Michel, que al igual que Frank, tenía interés por la mente humana. Gerard siempre fue un chico tímido, pero eso no le impidió dar un par de recitales y conciertos de piano en la facultad de arte donde estudiaba, ahí fue donde Bert McCracken lo conoció, el era un chico con facha de punk, pero abiertamente gay y que no tardó en convertirse en la pareja de Gerard.
Cuando Gerard se graduó abrió una pequeña galería de arte cerca de la casa que compartía con Bert, además de que subastaba sus cuadros en línea para obtener dinero extra. No le iba tan mal, por supuesto, pero no todo era perfecto.
Después de un par de años de relación Bert comenzó a cambiar. Bert comenzó a beber y tener comportamientos violentos, además de que solía decirle cosas hirientes a Gerard, a quien no le quedaba más que asentir con la cabeza gacha.
Después de todo Gerard sentía que nadie más toleraría estar con el; un chico inseguro, con tal vez un poco de sobrepeso y una obsesión por Mozart. Nadie.

Michel, su hermano, sabía que Gerard se encontraba mal, ya había un rato que no lo veía sonriente, ni quería salir con el a tomar un café, por lo que tomó la decisión de darle la tarjeta de un ex compañero de facultad.

-Se llama Frank Iero, creo que podría ayudarte- Michel le sonrió mientras le extendía el trozo de papel rectangular de color negro con letras blancas.

Gerard suspiro resignado, nada podía perder si iba un día a terapia. Después de todo ¿que podía salir mal?

Love Conflict //Frerard// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora