04

18 2 0
                                    

Llegamos a mi casa y ya me habías semi desnudado. Me pusiste sobre la mesa y abriste mis piernas, acariciándome con destreza. 

No podía parar de besarte, fuiste como una adicción para mí.

Calentaste cada parte de mi cuerpo. Mordiste mi pecho, y arañaste mi espalda. Conociste mi punto débil, y me encendiste como nadie jamás lo hizo. 

Te besé con furia y demanda. Probé el sabor de tu lengua, el sabor de tu piel. El sabor de tu todo. Gemiste mi nombre, y me embestiste con el ritmo perfecto. Sin prisa, con fuerza.

Nos corrimos varias veces, y entre besos quedamos dormidos, ya sobre el colchón del piso.

Esa noche sin final, toqué la punta de la estrella más alta en el cielo.

Noche Sin FinalWhere stories live. Discover now