Se que no debería ofenderme, por que cualquier otro hombre en cuanto se hubiera venido dentro de mi, se habría puesto los pantalones y habría salido como alma que lleva el diablo, el al menos hizo el intento de quedarse, no es que esperara que me trajera el desayuno a la cama, pero lo que en realidad me hizo molestarme, fue el hecho de que haya dejado todo pagado, como si fuera una cualquiera a la que le tienes que pagar por hora. Ya se, ya se, suena a feminazi pero creí que él sería diferente.
— Ha sido de lo mejor Sthepen sabe lo que hace...
— Pues Paul lo maneja como todo un campeón — interrumpe Lara a Rossalie, ambas llevan toda la mañana discutiendo por ver quien de los dos la tiene mas larga.
— ¿Crees que saber coger es un requisito en su familia o solo un donde gemelos? — insinúa Lara, ambas llevan toda la mañana haciendo insinuaciones sobre Leonardo, debido a que me negué a contarles algo, no me he podido librar de sus platicas y de como un gemelo lo hacia mejor que el otro.
— Creo que es algo de familia ¿o no Mady?— me hundo mas en el sofá en el cual estoy sentada y encojo mis hombros a toda respuesta — Oh por favor, Madeleine, debes de decirnos algo, nosotras ya te contamos hasta de que color eran sus boxers y tu no puedes ni decirnos si coge rico o no — Rose hace pucheros mientras se sienta junto a mi, en menos de dos segundos Lara salta al oto lado y también comienza a hacer morritos, tal vez les funcione para manipular a hombres pero conmigo no.
— Chicas no...
— ¿Fue muy malo?
— ¿Fue violeto?
— No, fue genial , pero no fue algo de una sola vez, así que quiero recordarlo como fue y no desfigurar lo en comparaciones banales — exploto, ambas se quedan con los ojos muy abiertos de la impresión
— ¿Algo de una sola vez? Pero...
— Si, cuando desperté el se había ido, no es como Paul que te invito a desayunar o Sthepen que te despertó con sexo mañanero... el solo se fue — hasta que lo digo no me doy cuenta que tanto me molesta que lo haya hecho, no me importaría si fuera cualquier otro hombre, lamentablemente no es así, por qué este hombre tiene dos hermanos que también se liaron con mis amigas así que tengo que enterarme de su educación sexual y poner en tela de juicio mis habilidades sexuales y el por qué no me regalara una segunda noche.
—Mady...
—Olvídenlo, estoy jodida — recargo mi cabeza en el sofá y ambas se quedan en completo silencio lo cual es sorprendente para las dos.
— Déjalo ir Mady, tómalo como un rollo de una noche y no lo pienses más, los hombres son unos idiotas, su pene tiene más neuronas que su cerebro — las palabras de Lara me sorprenden, ella es el tipo de amiga que no dudaría en dejarte botada por un chico, no la juzgo pues fue educada en una familia machista, la cual le hizo creer que la única forma de realizarte como mujer es con un hombre a lado, nuestra relación tiene muchas diferencias por eso mismo, por qué ella prefiere irse a enrollar con su ex novio que ir a comer conmigo, pues tiene la esperanza que deje a su novia y vuelva con ella. Escucharla decir eso solo me sirve para darme cuenta de lo patética que me había estado comportando, un hombre no me define.
— Gracias
— Cuando gustes, ahora dejemos de hablar de hombres y disfrutemos totalmente este sábado de flojera.
— Me encantaría pero tengo que ir a trabajar — me pongo perezosamente de pie y mi cabeza se siente pesada, maldita cruda y malditos 24 años que ya no aguantan tanto como los 23.
— Podrías no ir trabajar si quisieras — comenta Ross viendo mi rostro de dolor — El señor López entendería si faltaras un día, además de que nunca te ausentas.
— La responsabilidad es una de las mayores virtudes de los seres humanos — repito la frase que mi madre desde pequeña me enseñó — Además de que me encanta mi trabajo y es una de las pocas cosas que puedo decir que me hace enteramente feliz.
— Termina con las lecciones de vida y vete a trabajar — Lara se recarga en el sofá en posición aburrida y yo solo le hago una seña obscena con mi mano.
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Oficina del señor desagradable... Perdón del señor Ripoll
Romansa¿Quien es el? ¿Sale con alguien? ¿Es algún dios que se hizo mortal? Estas preguntas siguen a Leonardo a cualquier lugar que va y vamos era de esperarse. con una cara como la de él, un cuerpo como barra de chocolate y aparte unos cuentos millones en...