New York, New life.

Cap.11

Aquella tarde fui feliz, aquel dia junto a Ryan me habia hecho sentir algo que en mucho tiempo no habia sentido.
Despues de tener un largo recorrido en los juegos como en los viejos tiempos, decidimos sentarnos en el pasto mientras el sol comenzaba a meterse para dejar ver a la Luna.

-Sabes rach... Hace demasiado tiempo no me la pasaba tan bien contigo
-Lo se, ya a pasado mucho tiempo.
-Lo extrañe

Tan solo me quede en silencio mientras los dos veiamos el cielo, sentados en el pasto.

-A esto se le llama los pequeños placeres de la vida
-¿A que te refieres Ryan?
- Ver la inmensidad del cielo, las apuestas de sol son hermosas, ver como el sol se mete y las nubes cambian de color a rosa y derrepente son totalmente oscuras.
-Sabes. Tal vez la vida es como las nubes del atardecer
-¿Que quieres decir?-Dijo Ryan volteandome a ver con un gran brillo en los ojos-
-Suspire y dije- Cuando todas las nubes parecen perfectas, cuando estan hermosamente rosas... De repente se vuelven oscuras, tristes.- Ryan se quedo pensando como su estuviera procesando lo que dije-
-Tienes razon, aún que las nubes dejan de verse asi de tristes cuando las estrellas aparecen, cuando la luna sale e ilumina el cielo... Se podria decir que tambien asi es la vida.
-¿Como podria ser la vida asi? No lo comprendo
-Cuando las nubes estan tristes, grises, aparecen oas estrellas y la inmensa luna, haciendo bello lo triste, iluminando la tristeza que reflejaba el cielo.

Nos quedamos en silencio un largo rato y finalmente dije

-Las estrellas y la luna representan en aquel cielo tan oscuro que incluso cunado todo parece triste, existe un poco de brillo, algo de luz.
-Cierto, sabes cual es la mejor parte rach?
-Cual?
- Que justo despues de las estrellas y la luna, sigue el amanecer, el sol vuelve a salir y verse feliz.
-Entonces es tonto limitarnos a decir que la vida es como una parte del dia. Porque la verdad es que la vida es como un dia entero, con sol, a veces con lluvia, atardeceres y amaneceres, e incluso muchas veces grandes desastres...
-Al final todo vuelve a brillar Rachel.
Lo mire en la oscuridad que ya nos habia envuelto, sus ojos aun asi se veian claros y con un brillo de esos que solo reflejan nuestros ojos cuando estamos enamorados. Caeria a sus pies,me enamoraría de el, si pudiera, lamentablemente no podía, mi corazon y mi alma pertenecian a will.

-Te amo rachel, te amo desde que eramos unos niños...
-Yo tambien te amo. -Aquellas palabras salieron de mi boca por imcorazón
No pense las palabras y solo las dije, porque en ese momento era lo que yo sentia, jamas diria algo que no siento, eso es lo mejor y lo peor de los impulsos, mucha parte de nuestra vida se basa en actuar bajo ellos, sin medir las consecuencias de estos, los estupidos impulsos del corazón

Cuando se volvio de noche tan solo caminamos por las calles hablando de aquellos niños que fuimos, con corazones grandes e inocentes, que por supuestos ya no eramos.
Llegamos a un bar de mala muerte, de aquellos que abundaban en new york.
Pedimos unos tragos y en vez de quedarnos ahi, salimos y nos sentamos en una banqueta de una calle poco concurrida.
-Alguna vez te pusiste a pensar en que hubiera pasado si en vez de will hubiera sido yo
-...No lo se ryan, eramos unos niños, aprendiendo a amar.
-Tambien eras una niña cuando comenzaste con will.
-Lo se...-Suspire- Si llegue a pensar en lo que pudo pasar si hubieras sido tu, frecuentemente lo pienso.
-Tal vez si hubiera sido yo no estarias aqui, sufriendo por will, estarias en algun lugar de esta inmensa ciudad, conmigo, tomados de la mano, haciendo cualquier cosa, cualquier cosa que nos hiciera sentir vivos, a mi me hace sentir vivo el solo hecho de estar cerca de ti.
-Tal vez no estaria sufriendo por Will, pero lo que si te puedo decir es que el sufrimiento es inevitable, es especiao cuando se habla de amor, y sobre todo cuando de verdad te importa.
-El amor es un maldito, nos ofrece el cielo y en cuestion de segundos un infierno
-El mas dulce y bello infierno
-No importa ir al infierno si voy contigo rachel.
Ryan se inclino hacia mi, e impacto sus labios con los mios, en aquel momento no me importó que lo hiciera, porque en cierto modo deseaba que lo hiciera, a eso me referia con impulsos, la vida eran constantes impulsos, que nos llevaban al infierno.