The Dark Side. [Charles Xavier PAUSADA]

Amor al conocimiento.

Narra Amy:

Soy Amy Johnson, una ser humano común y corriente apasionada de la ciencia, sin embargo, debido a los problemas económicos de mis padres y en conjunto con su desagrado hacia mi pasión, a la edad de 21 años no podía hacer más que leer libros, ver entrevistas e investigar en internet a escondidas para poder adquirir los conocimientos que deseaba...

Desde pequeña mis padres siempre me han contado miles de historias sobre los mutantes, historias siniestras que hacen tenerles terror y odio; como por ejemplo que eran unos monstruos o alienígenas sin corazón, sanguinarios de naturaleza y dispuestos a suplantarnos el día menos pensado. No entendía por qué creían en todo eso, si simplemente lo que ocurrió en sus organismos fue un error al replicarse el ADN. Nada más.

Casi todos hablaban despectivamente de ellos, apesar de que varias veces nos salvaron de la destrucción. Eran muy pocos los que no los odiaban.
Mi gente era muy mal agradecida y por eso los detestaba.

¿Qué pasaba por mi mente? Yo tenía una visión mucho más positiva hacia los mutantes. Siempre he pensado que son el "error genético" más increíble que pudiese existir en el universo.
Los mutantes eran parte de lo que amaba, eran mi más oscuro secreto a los ojos de la sociedad humana aterrada de lo desconocido.

En nuestro planeta, sólo había un mediador pacífico que seguía luchando por la igualdad entre mutantes y humanos. Él era el creador del único instituto de mutantes.
Su nombre era Charles Francis Xavier, o mejor conocido como el Profesor X, quien obviamente era un mutante.
Su lucha constante era su proyecto a futuro, que correspondía incluír humanos en su escuela para que así crecieran y se desarrollaran juntos.

Desde la primera vez que mostraron a Charles en televisión dando alguna que otra conferencia me quedé escuchando y observando, pero, en mi habitación claro está, porque cuando aparecía mientras veíamos televisión en familia, mis padres se ponían a hablar mal de él, cambiaban el canal con pesadez y discutíamos porque yo estaba estudiando algo que tenía que ver con ellos y creían que era un sacrilegio poco menos. Era molesto.

Cuando Charles salía en una revista o incluso en el diario, emocionada me ponía a indagar sobre el tema.
Lo que también hacía cuando mis padres no me miraban, era sonreír como una tonta enamorada, porque sí que lo estaba...
Sus ideales, su optimismo, y su belleza me hechizaban. Era un hombre guapísimo.

Lo que me atormentaba era que no podía siquiera pensar en conocerlo, pues el gobierno apesar de dejarlos existir, no nos tenían permitido acercarnos. Y como se darán cuenta, mis padres estaban hipnotizados con la misma idea...

Un día, decidida, gracias a que oí que Charles estaba siendo llamado de más países para ir a presentar sus proyectos, me dirigí al instituto de mutantes sin que nadie lo sospechara. Pretendía hablar con alguna autoridad de ellos para que me dejaran estudiar o hacer lo que sea allí, junto a ellos.

Al llegar, entré como quien entra a su casa y mi felicidad era que los mutantes no me veían como una amenaza.
"Las enseñanzas de Xavier" pensé.

De pronto vi a una chica que parecía de mi edad y que sabía bastante sobre el lugar, me acerqué y pregunté:

-Siento molestarte... ¿Podría hablar con...?

-¡Hola! -me sonrió la pelirroja sin dejarme terminar- Soy Jean Grey, un gusto. Está desocupado. Te llevaré a su oficina.

-G-Gracias... -estaba nerviosa. ¿Cómo carajos ella sabía lo que necesitaba? ¿Y si era una idea descabellada ir a hablar con alguno de sus líderes?
Lo más probable era que no hablaría con el guapo Xavier, porque quizás pensaban que iba a matarlo o algo por el estilo...

-¿Eres humana, verdad? -preguntó sonriente Jean.

-Sí, pero...-otra vez no me dejó terminar.

-No te preocupes, puedo notarlo. -Jean no pudo evitar reír con diversión, pues tenía la habilidad de Telepatía y pudo oír todo lo que pensé en ese momento. Supo que mis intenciones eran sinceras, puras, y que estaba perdidamente enamorada del Profesor X. En ese momento, obviamente yo no sabía de sus habilidades e ingenuamente creí que Jean era buena para deducir o para las adivinanzas.

Caminamos un rato hasta llegar a unas grandes puertas y ahí me dejó. Sin decir ni una sola palabra, sonrió y se fue.

-Adelante. -ni siquiera alcancé a tocar la puerta y una dulce voz masculina habló. ¿Qué rayos les pasaba? ¿Todos eran adivinos?

Abrí la puerta con timidez y la cerré a mis espaldas cuando ya me encontraba dentro.
Con nervios y las manos sudando miré la silla tipo oficina que estaba vuelta hacia una ventana. Parecía que había un hombre sentado en ella, pero, como estaba de espaldas a mí, no podía verlo.

Después de unos minutos que se me hicieron enternos, el hombre se dio vuelta y mi corazón latió con locura cuando posó aquellos cristalinos ojos sobre mí.

"Oh mi Dios... ¡Es él, es él!" "¡Es aún más guapo en persona!" "Es hermoso..." "Así que 30 años, ¿Ah? Definitivamente es como el vino, mientras más añejo..." mordí mi labio, mientras pensaba en mi mente. Parecía una adolescente, lo admito. Pero, ¿A quién diablos le importaba?

* ¡Hola! He aquí mi nuevo proyecto, un fan fic de Charles💕 Espero que sea de su agrado esta historia. Saludos (: *