Amor no correspondido.

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Narra Amy:

Llegó el primer día de clases.
Me dejaron en la última categoría, en donde habían unos cuantos adolescentes y un par de mi edad.
Me senté en la parte de más atrás, al lado de un chico con cabello plateado de 16 años, bastante más joven que yo y muy simpático. Peter Maximoff.

Empezaron las clases y el primer Profesor del día era Charles. Oh mi Dios... ¿Cómo iba a concentrarme?

Me pidió que me presentara.

-Soy Amy Johnson. -hubo un silencio absoluto, todos me sonrieron con sinceridad y empezamos.

Todos los Profesores eran muy jovenes. Jean, Scott, Ororo y Hank lo eran. El único que parecía de una edad incierta y un poco mayor era Logan.

-Hola. -susurró Peter- Eres nueva.

-Hola. -le saludé.- Sip.

-Un gusto, soy Peter. -me sonrió.

-Un gusto. -le devolví la sonrisa.

Charles, mientras daba la clase, se pudo dar cuenta del interés que desperté en Peter. Le hizo mucha gracia, ya que él sabía que yo no tenía las mismas intenciones que Peter, puesto a que mis ojos estaban en él.

Al cabo de unas semanas, con Peter nos habíamos vuelto muy buenos amigos. ¡Era para partirse de la risa!.
Asistíamos a todas las clases y a los horarios de comida juntos.
Pero, también me había hecho muy cercana a Charles, ya que al ser el mutante creador del instituto y yo la primera humana que asistía a él, teníamos que platicar para hacer que el proyecto a futuro funcionara y de paso, tomabamos té y conversabamos de cosas cotidianas. Esa relación cercana también se me dio con los otros Profesores quienes dirigían junto a Charles y se convirtieron en mis amigos. Sentía que cada vez estaba más cerca de mi sueño.

-Amy, te ves demasiado enajenada con el Profesor X... Creeme, él no piensa como tú... -me soltó un día Scott.

-¿A-A qué te...

-Sí, Amy, con Jean sabemos que te gusta. Y ella sabe lo que pasa por la cabeza del Profesor y no estás en sus planes... Te digo esto, porque te estimo y no quiero que sufras.

-Yo... -mi corazón hizo un pequeño crack. ¿Cómo no iba a creerle si ya llevaba un buen tiempo con ellos? Si Scott me lo estaba diciendo, era porque Jean no se atrevía...
Fui tan tonta al creer que un hombre como Charles se fuera a fijar en mí y pensar que estaba cada vez más cerca de su corazón... Ilusiones. Tontas ilusiones.

Con dolor y resignación, ya había desistido de conseguir el amor de Charles, sin embargo, al término de cada clase, por cariño y agradecimiento, le seguía llevando algo comestible. Algún dulce, fruta, lo que fuese.

Y poco a poco, hablabamos y nos veiamos cada vez menos.

Un día, mientras Peter me esperaba, le fui a dejar la golosina a Charles en la mesa y le dediqué una débil sonrisa sin mirar sus ojos. Me iba a dar la vuelta para irme, oí el agradecimiento rutinario de su parte y antes de que yo retirara mi mano de su mesa, apoyó con suavidad la suya sobre la mía.
Sentí una corriente eléctrica en toda mi columna vertebral y mantuvimos el contacto visual hasta que los celos de Peter nos interrumpieron.

-Vamos, Amy, hay que almorzar.

-S-Sí...

Saqué mi mano de la mesa con rapidéz, me despedí de Charles y me fui a almorzar con Peter con una ensalada de ideas en mi cabeza.
No debía engañarme, a Charles no le importaba yo.

Narra Charles:

Pude visualizar los enormes celos de Peter. Oí de su mente que estaba demasiado enamorado de Amy y que en esa misma tarde se le iba a declarar, por eso la estaba apurando a "almorzar".

Sin ninguna expresión de mi parte, apoyé el codo en la mesa, recargué mi rostro en una mano y me quedé pensando profundamente.

-¿Profesor? -creo que me llamaba Jean.- ¿Profesor? ¡PROFESOR!

-¿Mm? Disculpa, Jean. Sólo... Estaba pensando.

-Me di cuenta. -rió levemente Jean.- ¿Le gusta Amy, verdad?

-¡J-Jean! -esa pregunta me llegó como un golpe- De qué hablas... Pff, sabes que no puede gustarme una estudiante.

-Profesor, no me mienta. No olvide que también tengo telepatía. -rodó los ojos.

-Diablos... -solté resignado- Pero, no voy a hacer nada. Sólo la encuentro atractiva, tierna, inteligente, le gusta la ciencia como a mí, nada más...

-Si usted lo dice... Sólo le aconsejaré que no vaya a llegar demasiado tarde, pues Peter le está haciendo competencia. Y no lo quiero ver destrozado después. -me advirtió Jean.- Y me refiero a usted.

-Q-Que no me gusta... -fruncí el ceño al sentir mi corazón levemente acelerado.- Además ni que Amy fuera a aceptarlo. -blanqueé los ojos.

-El destino siempre puede cambiar. -dijo Jean y se fue.

Me pasé las manos por el rostro, miré el techo y soltando todo el aire de mis pulmones golpee la mesa.

-¿Qué estás haciendo, Xavier? En serio, ¿Qué estás haciendo? -me dije en voz alta.

Con el tiempo que llevaba hablando con ella y conociendola, me estaba empezando a enamorar y ni siquiera me daba cuenta en ese entonces.
Sólo mi corazón sabía cómo me sentía, y no era muy bueno para darme señales que digamos...

The Dark Side. [Charles Xavier PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora