Estoy bien.

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Entonces entré al bañó me lave la cara y suspire resignada. Muchos pierden a sus papás

Comencé a maquillarme repitiendo - Alicia,todo va pasar. Te sentirás mejor. No llores más.-

Mamá estaba distraída preguntando a Luigi mi padrastro,si Luciano,mi hermanito se encontraba bien. Cuando el llamaba mamá no podía cortarle se sentía segura sólo con oír su voz.

Aproveché su distracción y robe una pastilla para la ansiedad de la mesita de noche,de aquel hotel que daba justo con el coliseo. La tome y me dispuse a superar esto con la frente en alto.

Cuando llegamos a la funeraria y entre al salón donde estaba papá visualice a mis amigos.

Cuando Elena me vio corrió a mi encuentro y GianLuca y Sara también.

- Te ves muy tranquila para todo lo que esta pasando. - dijo Elena mientras me acariciaba la mano.

- Ayer lloré demasiado me siento cansada. - dije sin ánimos,pero mi pecho estaba bailando por tenerlos en la gran cuidad conmigo, acompañandome.

- No podíamos dejarte sola en un momento así - dijo Gian con su mirada perdida.

- La verdad es que no soportamos el verte triste y en momentos como esté necesitas amigos de verdad. - dijo Sara mientras me abrazada por cuarta vez.

Yo sabía que era un hermoso gesto,estas chicas eran como mis hermanas tomar un tren y venir al entierro de mi papá era algo que jamas olvidaría y que GianLuca estuviera aquí me hacia mucho más feliz en un momento lleno de tanto dolor solo ellos sabían como llevarme a un nivel de tranquilidad y paz interior. Su presencia me hacía sentir segura.

Decidimos sentarnos a beber un café mientras se hacia la hora de ir al cementerio a despedir a papá. Mientras seguía llegando gente y aumentaba mi rabia.

Los funerales no son fiestas. ¿ por qué no visitar a alguien cuando esta vivo y sano? Vienes con vergüenza a decirle adiós. Odio estar aquí y no poder aceptar lo inevitable. Me siento estúpida.

Parece que mi cara mostraba todo lo que pasaba por mi mente porque Gian acarició mi mano debajo de la mesa. Sin notarlo estaba apretando muy fuerte y su gesto solo logro sorprenderme y abrí mi mano para darle entrada a la suya que se entrelazo con la mía.

Se acerco a mi oído y dijo :- No estás sola cariño.-

Todo era oscuro para mi no había realidad en ese momento. Mis oídos zumbaban,yo no era consciente de nada más que papá siendo llevado a ese auto que lo transportaría hasta el cementerio.

Ya no quería a mis amigos en el entierro. No era justo que nadie me viera así, me sentía perdida. Aturdida. Como una muñeca rota. Como si a partir de ese momento ya nada sería igual.

Me detuve a ver por la ventana del taxi que mamá había cogido para todos. Mientras ella tenía una conversación con los chicos.

Porque si todo parece estar bien de un momento a otro se cae a pedazos y sientes que te falta la respiración y la única respuesta que necesitas esta en ti. Tu eres la responsable de tener control y paz interior. Pero yo me sentía acabada.

Roma era hermosa y yo la veía como una tormenta de emociones y cambios que no estaba muy dispuesta a tomar.

De pronto,sentí como me apretaban la mano.

- Ali,se que no quieres,pero ya llegamos al cementerio,es hora - dijo Sara mientras se mordía el labio.

Decidí afrontar este momento porque solo así podría seguir con mi vida y cerrar ese ciclo del cáncer en papá.

El cementerio era lindo,lapidas llenas de flores,que más podía ser? Todos llevan flores porque es lo único que nos queda.

Para ese momento ya no lloraba,la pastilla estaba surgiendo efecto y yo lucia como una total drogadicta. Me quede seca. Mientras bajaban a papá en su urna para enterrarlo me pregunte si le habría dolido,si habrá pensado en mi,si se encuentra bien,si tuvo miedo, me cuestione si murió sabiendo lo mucho que lo amaba y lo lucho que lo necesite.

Comenzaron a decir unas palabras en su nombre y yo seguía perdida en mis pensamientos,sabía que los chicos y mamá me atraparían si yo por alguna razón me caía pero eso no me hizo sentir bien.

Yo tenía que aceptar que para morirse solo se necesitaba estar vivo. Y papá fue todo un luchador. Con todos esos pensamientos el entierro culminó y todos pasaron a poner flores en su lapida. Incluso GianLuca puso una rosa blanca,yo apreciaba todo lo que estaban haciendo para lograr que todo fuera menos traumático. Sobre todo mamá que estaba más triste que yo y se mantenía al margen. La amo por eso,siempre siendo fuerte por mi. Yo tenía que ser fuerte por ella y dar gracias porque aún la tenía.

- Necesito que me dejen sola para decirle adiós a papá. - musite.

Todos asintieron y caminaron hasta el taxi.

Había llegado el momento.

Me senté en el pasto. Tome dos tulipanes, mis flores favoritas y comencé a despedir a papá. Aunque fuera lo más difícil del mundo,tenía que aprender a vivir con ello.

- Sabes que te amo no? Lamento haberte decepcionado,te dije que todo iba a estar bien pero claramente no fue así. Yo jamás esperé que te fueras tan pronto,pero creó que tu si querías irte y no por qué no aguantaras más sino porqué tenías miedo,no te creías capaz,siempre vas a ser un campeón para mi. Me amaste incluso sabiendo que yo no era tu hija,eso para mi es más de lo que se puede pedir. Te amo y siempre te voy a recordar,siempre voy a ser la niña de tus ojos y quiero que descanses en paz,que dejes de tener miedo y disfrutes tu estadía en el paraíso, pronto nos encontraremos otra vez, te prometo que estaré bien. Adiós papi. - dije con todo el dolor de mi alma.

Ese día Domenico Fiore dejaría de estar para siempre. Porque se había ido en un viaje sin retorno.

AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora