Alicia

Roma pintada de gris.

Creo que no hace falta mencionar que no dormí nada,todos nos acostumbramos a dar condolencias. Digo todos vamos a una funeraria a apoyar a un conocido por qué se le muere un familiar,un ser querido,alguien importante. Pero,que todo esto sea para ti es un sentimiento horrible,es como si eso te trae a la realidad.

Por cada persona que me decía : "Siento mucho tu pérdida." era un cuchillo en mi pecho recordándome que papá ya no estaba y que en unas horas vería su cuerpo tendido en una urna sin vida.

Mamá había entrado más temprano a mi habitación ese día con un poco más de disposición que yo para decirme que salimos hacia Roma en el próximo tren.

Y acá estábamos esperando que llamaran a nuestro tren. Yo lucía demacrada y rota,mis ojeras tenían vida propia. Todos los de la escuela ya se estaba enterando de la noticia y yo recibía muchos mensajes de personas que ni conocía.

Solo 3 me hicieron sonreír entre tanta tristeza.

Sara,GianLuca y Elena me dijeron que viajarían a Roma mañana para asistir al entierro conmigo y mamá.

Estaba agotada. Mi cabeza era un espacio en blanco,solo habían cosas tristes en ella. Mamá me toco el hombro para que tomará mi bolso e ingresáramos al vagón que nos llevaría a una situación muy difícil y gris.

Quería ser positiva y pensar que estaba descansando pero somos egoístas, crecemos sabiendo que la gente muere pero no lloramos su perdida, lloramos por qué nos duele a nosotros. No imaginamos la vida sin ellos pero a la final la rutina continúa.

Todos muy bien sabemos que se puede vivir con dolor. Papá vivió así y tal vez sea lo mejor.

Roma con sus hermosas estructuras era mi peor pesadilla,en un día normal estaría tomando fotos ahora solo me preparo para el horrible momento en que me toque entrar a la funeraria.

En la vía mamá llamo a papá Angelo y el dijo que vendría luego para darme sus condolencias por qué si nos veían juntos lo notarían. SOMOS IGUALES.

Yo no podía imaginar un mundo sin papá y me daba ánimos diciendo que esta mejor con Dios. Que ya no sufre pero ahora sufro yo.

Estas cosas en mi vida están pasando muy rápido y yo no se que hacer realmente.

Tenia tantas llamadas sin contestar que mi teléfono se recalentó. ¡QUE NO QUIERO HABLAR CON NADIE!.
Al parecer es muy difícil de entender.

Decidí apagarlo y mientras hacia esto el taxi se detuvo en ese lugar. Mi piel se erizó y entonces mamá dijo :- "Acá estoy contigo, juntas contra todo."

Yo que haría sin mi mamá.

Al entrar todos comenzaron a decirme cuanto lamentaban mi pérdida y que acompañaban mi dolor.

Camine hasta el salón donde estaban velando a Domenico Fiore y mis piernas temblaron al ver la urna.

Cerré mis ojos,pedí fuerzas y camine decidida a verlo.

Tieso,pálido, sin vida.

Mi garganta fue escandalosa sobresaltando a todos por lo que tuve que llorar con la mano en mi boca.

Todo esto lo hice encima de la urna que me separaba de Domenico,mi papi.

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- Vamos Alicia,quieres un helado?-

Yo lo observaba atenta,papá nunca tenía tiempo para nada,todo era trabajo. Si lo veía dos veces al año era muchísimo.

- Yo solo quiero hablar contigo,vamos por un café mejor .-

- Hija,no tengo tiempo en serio,tengo que volver a Roma esta tarde .-

Fuimos por mi helado y lo acompañé a la estación de tren para que se fuera.

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Así había sido siempre mi relación con papá, el no sabia como ser un padre hasta que lo diagnósticaron y ya no teníamos mucho tiempo.

La vida hay que aprovecharla y más cuando se tiene a tus seres queridos cerca.

Creó que llore tanto que ya estaba cerca de desmayarme. Me puse débil y me era imposible comer.

Mamá me dio una pastilla para relajarme un poco y que dejara de llorar. Entonces se le veía un poco molesta pero no pregunte que pasaba.

Yo solo quería ir a abrazar a mi papi.