Hoy será la primera vez que acuda a la escuela estando de luto. Se que muchas personas se van a molestar en darme sus condolencias y yo tendré que fingir una sonrisa.
Pratola estaba cubierta de neblina lo que me hacia pensar que muy pronto habría una nevada.
Me coloque un abrigo negro y maquille mi rostro pálido y cansado,mi cabello rubio parecía un desastre así que solo lo recogí,incluso tome una gorra negra y la use para cubrir mi desastroso aspecto.
Estaba decidida a sonreír tantas veces como la vida me deje.
Al llegar a su casa GianLuca escribió para que habláramos un rato lo que termino siendo casi toda la noche por eso mis ojeras y aspecto desaliñado.
Me sentía positiva,si estaba feliz de ser mi amigo lo aceptaría porque soy capaz de soportarlo. Estoy encantada de tenerlo siempre conmigo.
Me fui caminando hacia la escuela y en el camino podía ver a todos corriendo para llegar a sus trabajos,la escuela,comiendo un rico desayuno y como el rocío se hacia notar en las plantas. Era relajante.
Al entrar a la escuela estaba GianLuca frunciendo el ceño mientras usaba su teléfono entonces me acerque y toque su hombro.
Estaba muy concentrado porque apenas lo toque pego un brinco involuntario en su sitio. Fue gracioso pero no logre reírme,era muy atractivo así que quede hipnotizada.
Como siempre.- Luces un poco cansada- sonrió amablemente.
- Esa es tu manera de decirme que me veo fea? - bromeé.
- No se mentir,luces tierna pero gótica. - carcajeó.
- Gracias,es el cumplido que estaba buscando. - respondí.
- Que graciosa,quería preguntarte como te sientes... Digo si estas preparada para comenzar de cero. - sonrió con simpatía.
- Si,todos están ayudando a que valga la pena estar aquí agradecida y feliz sabes. Digo,ustedes fueron a Roma para acompañarme y mamá siempre incondicional,no puedo quejarme. - la verdad si tenia algo por lo que podía quejarme. ( mi papá biológico no me quiere ver ) pero aún no le decía nada a nadie. - sonreí.
- Aun estoy pensando en eso que ibas a decirme ayer en la terraza .- su rostro estaba serio.
- No era nada importante lo juro. - trate de poner mi mejor sonrisa.
Yo realmente quería sonreír a la vida.
GianLuca se acercó un poco más lo que debería y me abrazo.
Fue cálido,cariñoso y precioso a mi parecer.
Me quede disfrutándolo mientras durara así que me acomode en su hombro mientras el gentilmente sobaba mi espalda.
Sonó el timbre anunciando la hora de entrada y aquí estaba yo comenzando el día muy feliz y bien acompañada.
- Vamos cariño el deber nos llama. - susurro en mi oído.
Se adelanto un poco y pude darle las gracias a papá por mandar a alguien que estuviera conmigo para hacerme sentir lo que estaba sintiendo justo ahora.
Al entrar al aula 5 mi bella amiga Elena estaba sentada esperando por mi ya que apenas me vio agito su mano con emoción.
- Alicia,estoy tan feliz de que todo vuelva a su normalidad,como te sientes? Te ves feliz. - me acaricio la mano por encima de los pupitres.
- Sinceramente estoy feliz,extraño a papá pero todo parece estar bien hasta ahora. -
- Si en algún momento te sientes mal aquí estoy Alicia,recuerda que te quiero mucho. - sonrió.
Por un momento me sentí una niña pero apreciaba que todos estuvieran tan al pendiente de lo que me sucedía.
- Esta bien,yo amo que seas mi amiga y que siempre seas toda cursi como ahora y me hagas ponerme sentimental. - bromeé.
Solo pudimos reír ya que justo entro la profesora de contabilidad.
Yo debía informarle porque falte al primer examen como tendría que hacer con los demás profesores.
- Buen día profesora,no pude presentar el primer examen porque mi papá falleció y viaje a Roma para su entierro. -
Ella se levantó del escritorio y comenzó a dar la clase como si yo no le hubiera dicho nada.
Quede tan impresionada que voltee a ver a Elena que me hizo señas para que siguiera hablándole a la profesora.
Entonces...
- Profesora,quiero que me deje presentar el primer examen. - ok eso sonó un poco fuerte porque ella detuvo su explicación y volteo a mirarme.
- A mi no me importa que tu papá falleciera. Perdiste el examen es tu responsabilidad. - exclamo.
Ok,eso me dolió.
Se escucho el rechinar de un pupitre y cuando me gire era GianLuca quien se estaba preparando para soltar algo impropio a nuestra querida profesora. Su cara lo decía todo.
Todo el aula quedó en silencio y yo levante la mano para decirle que no interfiriera en esto.
Quería llorar mis ojos picaban pidiendo soltar el liquido que aguantaban.
- Tranquila,yo buscaré la manera de resolver esto,espero tenga lindo día.- su cara estaba pálida se que se arrepintió.
Me senté junto a Elena quien solo apretó mi mano sutilmente en señal de apoyo.
Saque de mi mochila la libreta para escribir lo que la profesora decía cuando lanzan un papel a mi pupitre.
Esto parecía un mensaje como los que me lanzaban en el jardín de infantes,un papel doblado al medio.
" - No hagas que una señora amargada arruine este día, sonríe preciosa. Al final de la escuela iremos por una pizza. - " se leía en la nota que me dio Gian.
Sonreí inconscientemente.
Que chico tan encantador.
Guarde la nota para tenerla de recuerdo y comencé a prestar atención a la clase.
Seque un poco las lágrimas que hace minutos querían salir y le dije a papá que lo amaba y que sabía que me cuidaba.
El era mi ángel guardián,mi fortaleza en un sin fin de ocasiones en las que lo necesitaba. Pero el no estaba tan lejos como yo creía. Estaba más cerca que nunca y yo podía respirar tranquila sabiendo que era así.
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Alicia
Teen FictionAlicia nunca imaginó que al alcanzar cierta edad su vida iba a cambiar drásticamente al enterarse de su verdadero origen.