El es Daniel.

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Me desperté por mi cuenta. Y fui a ducharme. Salí y fui al vestidor.

Mire a Juana quien estaba en el sofá durmiendo

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Mire a Juana quien estaba en el sofá durmiendo. Baje a la cocina donde deje mi mochila. Tome crema batida y volví a subir. Se la coloqué en toda la cara como una barbilla y arriba de los labios. Escuche abrirse la puerta detrás mío. Me di la vuelta.

-Buenos días princesa-Jan Carlos me dio un beso.
-Buenos días.
-¿Que le estás haciendo a Juana? -me corrió a un costado para ver a Juana.
Se rió, pero le cubri la boca para que ella no se despierte.
-Vamos afuera.
S

alimos al pasillo.
-Eres muy mala.
-Lo sé.
-Una hermosa mal-me dio un beso.
Sentí una mano en mi cara que me empujaba para atrás. Mire y era Mario B.
-Tienen que ser más discretos.
Por el pasillo venían los Caballeros y mis hermanos.
-Buenos días-Dijeron a coro.
-Buenos días.
Justo en ese momento salió Juana de mi cuarto con una cara de dormida. Todos estallamos en risas.
-¿Que es tan gracioso?-dijo frotándose un ojo.
Sebastián V le pasó el espejo que tenía en la mano. Yo retrocedi sin decir nada. Ella se observó.
-¡¡Sabrina!!-empezó a correr hacia mi. Yo baje las escaleras y fui al patio trasero. Ella me empezó a correr entre los árboles de este. Hasta que se cansó y se tiro al suelo. Me reí y fui a ayudarla a levantarse.
Volvimos a entrar a la casa y ella fue a ducharse. Mientras yo desayunaba.
-Sabrina, hoy no vamos a poder ir a buscarte, tenemos un evento.-Informó Juan Pablo.
-Esta bien vengo caminando.
-Bueno. Ten cuidado.
-Yo no tengo que ir al evento. Tengo cosas que hacer. Pero si me desocupado la voy a buscar-Jan Carlos entraba a la cocina.
-Esta bien Jan Carlos. Pero si le pasa algo- Mis hermanos se levantaron de su asiento formando puños.
-Entendido-trago saliva.
-No te harán nada-le toque el hombro. Mire el reloj-Juan Pablo ya es tarde.
Termine de tomar el café que quedaba en la taza.
Y salimos corriendo de la casa. Subí al auto y me coloqué el cinturón. Juan Pablo acelero y en cinco minutos llegamos.  Le di un beso y salí corriendo al salón. No había nadie. Era temprano al final. Me senté en mi banco, mire por la ventana. Empecé a sentir una mirada en mi. Me di la vuelta y ví a Eduardo. Me miraba con odio. Me levante de mi banco y camine a la salida. Eduardo me tomo de la muñeca.
-Sueltame-empecé a querer safarme de su agarré.
-Te dije que te ibas a arrepentir-Me empezó a jalar para llevarme a algún lugar.
Le di un rodillazo en el estómago. Me soltó. Salí corriendo hacia la cafetería. Entre y busque a mi amiga en esa multitud. No la encontraba. Pero divise a Jackson. Empecé a escuchar unos pasos pesados detrás de mi. Corrí hacia en y lo abrace, me correspondió. Me di la vuelta para ver a Eduardo en la puerta de la cafetería con cara de pocos amigos.
-¿Por que te mira así?-Jackson me miro.
Dude si decírselo o no, era mi amigo. Capas podría ayudarme. O podría empeorar la situación.
-No se-le dirigí una falsa sonrisa.
Nos sentamos en el mesa, en segundos apareció Ludmila con una bolsa de papas fritas.
-Hola Sabrina-me sonrió.
-Hola.
Ella terminó de comer las papas fritas y fuimos a él curso.
-¿Que pasó con Mario Bautista?-pregunto emocionada.
-Nada, me llevó a casa. Es el amigo de mis hermanos.
-Es tan guapo.
-Tienes Novio-dije con el seño fruncido.
-Y, a él no le molesta.
Iba a contestar pero la profesora entró.
-Buenos días alumnos-dijo en voz alta.
-Buenos días profesora-dijimos todos juntos.
La profesora empezó su clase. Siempre aburrida. A mi que carajos me importa como son los relieves de la Argentina. Eso no en necesario saber para estudiar medicina, o diseño gráfico, o ser escritora. A mi eso no me va a servir.
Cuando al fin terminó la clase fuimos a buscar a Jackson y a sentarnos donde siempre lo hacemos.
-Me bese con el hermano de Mario-Ludmila me miro con la boca abierta.
-¡¿Enserio?!-Me tomo de los brazos-¿Cuándo? ¿Cómo?.
-Me pidió que sea su novia-dije con una sonrisa.
-¡¿Qué?! -Se me tiró encima.-Cuéntame todo.
Jackson la quitó de encima.
-Ayer Daniel me golpeo la nariz y me sangro. Entonces fui a mi cuarto. Estabamos en el balcón y me besó. Después fuimos con mis hermanos y... ah cierto los caballeros están en casa. Bueno fuimos todos juntos a un parque para grabar un video y cuando volvíamos estábamos lejos de los demás y me pidió si quería ser su novia. Le dije que no sabía por mis hermanos. Y me dijo que lucharía por mi amor. Le dije que vamos a probar ser novios en secreto para ver como resulta todo y luego decírselo a mis hermanos.
-Me alegro Sabrina, no puedo creer que te rebeles contra tus hermanos.
-No me rebeló, pero no puedo pasar toda la vida como la princesa en la torre.
Los tres reímos. El timbre tocó anunciando que debíamos entrar. Nos levantamos de nuestro lugar y caminamos a el pasillo. Jackson fue a su curso y nosotras al nuestro. Entramos y ya estaban la mayoría adentro. Fuimos a nuestros bancos, el resto de los alumnos entraron seguidos por el profesor. Mire para atras y vi unos ojos celestes mirándome. Eran los de Daniel. Tome los apuntes de mi carpeta y camine hasta el.
-Gracias-le sonreí.
-No es nada-devolvió la sonrisa.
Volví a mi lugar. Me senté junto a Ludmila que me miraba con una sonrisa.
-Jaramillo y Díaz-nos llamó el profesor-vengan un segundo-Nos miramos entre nosotras y fuimos a su escritorio
-Felicidades chicas, pasaron a las olimpiadas nacionales de matemáticas.
-¡¿Es enserio?!.-Ludmila se cubrió la boca con la mano.
-Si, son las representantes de este colegio.
Pegamos un grito y nos abrazamos saltando.
-Practiquen con estos problemas-el profesor nos entregó casi un libro con problemas. Lo agarré y fuimos a sentarnos. Empezamos a resolver los problemas. Sin darnos cuenta ya había tocado el timbre del recreo. Guardamos los problemas en el casillero y fuimos a la cafetería. Jackson estaba con nuestras bandejas. Hoy había hamburguesas.
Caminamos a la mesa donde estaba y nos sentamos a comer la hamburguesa.
-¿Por qué Eduardo te mira tanto?-Me tense ante la pregunta de Ludmila.
-No lo sé-me di la vuelta para ver como Eduardo me miraba desde la otra mesa.
-Se ve molesto-Jackson también lo miro.
-No se-volví a comer mi hamburguesa.
Terminamos Dr comer y fuimos a el taller de Artística. Ahora teníamos clases con la profesora.  Nuestra profesora era joven. Tiene el cabello rapado de un lado, lo tiene rojo brillante, tiene tatuajes y pircings en la nariz, el labio y la lengua. Es muy linda.
Entramos y no había nadie. Fuimos al fondo y sacamos las cosas. La gente empezó a entrar. La última en entrar fue la profesora.
-Buenos días alumnos.
-Buenos días-dijimos a coro.
-Tengo exámenes que corregir,  hoy tienen libertad de hacer lo que quieran.
Tome mi cuaderno, y un lápiz. Empecé con trazos delgados, sin saber lo que dibujaba, empezó  a tener forma. Era Jan Carlos. Una sonrisa se dibujó enIssa labios al ver como me quedo.
-Estas enamorada-Ludmila me sonreía pícara.
-No, apenas estamos saliendo.-Cerré mi cuaderno.
-Aja.
-Enserio.
-Si, si.
No respondí. Me coloqué los audífonos y empecé a ponerle color a él dibujo. Cuando termine de colorear tocó el timbre de salida. Tome mis libros, fui a mi casillero con Ludmila. Tome mi mochila y deje unos libros.
Empezamos a escuchar que las chicas gritaban. Nos volteamos con Ludmila para ver a Jan Carlos entrar al colegio con sus anteojos de sol. Caminando con todo el estilo.
-Hola princesa-me dio un beso.
-Hola.
Me gire porque sentía que alguien me miraba. Era Eduardo. Me miraba con una mirada amenazante.
-¿Quien es el?-Jan Carlos se giró a verlo.
-Un compañero, no te preocupes.
-Bueno tortolos yo me retiró-Ludmila tomó la mano de Jackson quien había llegado al frente de su casillero.
-Adiós Sabrina-Jackson me dio un beso en la mejilla-Adiós-le dio la mano a Jan Carlos-Cuida a mi amiga.
-Lo aré.
Ellos se fueron por el pasillo hasta salir del colegio.
-¿Nos vamos?-Jan Carlos se puso mi mochila en el hombro.
-Vamos.
Salimos del colegio, afuera había un montón de chicas gritando e insultandome. También había un auto, era un Ford GT negro. Era hermoso. El camino al auto y abrió las puertas.
-¿A quien mataste?-me abroche el cinturón.
-A nadie. Fue mi regalo de cumpleaños.
-Wow, me encanta.
-Tu me encantas.-me beso.
Entendió el auto y empezó a conducir hacia la casa.
-Duerme y descansa.-me abrió la puerta del auto.
-¿Que vas a hacer tu mientras?-tomeme mi mochila y baje.
-Es una sorpresa.
Su auto se alejó de la entrada de mi casa. Entre a esta y subí a mi cuarto. Me acosté en mi cama y me dormí.
M

e desperté. Merece mi reloj eran la 18:30. Mis hermanos ya volverían.

Salí al balcón. Donde me encontré a Daniel en su balcón llorando. Por mi parte me parecía lindo que un chico rudo lloré. Los chicos también tienen sentimientos.
-¿Estas bien?-cuando me miro le sonreí.
-Si, no es nada.-seco sus lágrimas.
-¿Seguro?-lo mire con pena.
-Si.
-No te ves tan seguro.
-Enserio.
Me pare en la baranda del balcón.
-¿Que haces Sabrina estas loca?.
-Si no me lo dices te voy a tener que sacar la información.-Intente cruzar los balcones. Pero resbale y casi caigo.
-¡Sabrina!-me tomo de la mano, me levantó y me metió dentro de su balcón.-¿Estas loca?.
Lo abrace, coloqué su cabeza en mi cuello.
-Ahora puedes llorar. Estoy con vos-quedó en silencio. Después de un rato sentí como mi cuello se humedecia. Sentí como sollozaba.
-Disculpame.... Alaska.... fue mi culpa-lo abrace más fuerte.
-Tranquilo, todo está bien-le sobe la espalda.
-La extraño-volvió a sollozar.
Me separe de el, el cubrió su cara con sus manos. Se las quite y le saque las lágrimas con los pulgares.
-Yo te apoyo-tome sus mejillas con mis pulgares. El me beso. A lo cual quede en shock. No podía moverme. Sin darme cuenta lo empuje.
-Lo siento-dijo con la cabeza gacha.-me recuerdas a ella.
-Daniel tengo novio. Esto no puede volver a pa...-Volvió a besarme, pero esta ves me tomo de la cintura, uniendola con la suya. Lo empecé a golpear en los hombros para separarme, pero no podía hacerlo. Me soltó por un momento. Vi sus ojos. No era el sus ojos no tenían ese brillo que normalmente tiene, estaban apagados y en su rostro se notaba frialdad. No despegó nuestras cintura en ningún momento.
-Sueltame... por favor-empecé a empujaron para separarnos.
Sin hacer caso a mis súplicas me empezó a meter a su cuarto. Empecé a pelear más todavía.
-Sueltame... por favor-estaba apunto de llorar.
Seguía sin hacer caso a mis súplicas. De un sólo movimiento me tiró a su cama. Y se subió encima mío. Apretó mi cadera con sus piernas para que no pueda escapar. Se quitó la camisa dejando su torso desnudo. Una lagrima callo por mi mejilla. Luche con más desesperación. Tomo mis manos encima de mi cabeza y empezó a besar mi cuello. Solloce fuerte. Dejó de besar mi cuello. Aún con mis manos sujetas me miro. No me había dado cuenta que el colchón se había mojado por mis lágrimas. Me observó el rostro y luego salió de encima. Mis sollozos se escuchaban muy fuertes en el silencio.
-Disculpame...es que te pareces tanto a ella-es estaba de espalda hacia mi.
Cuando deje de llorar camine hacia el balcón para irme de allí. Pero una mano domo mi muñeca.
-Perdóname...-vi sus ojos. Esos ojos azules, que estaban recuperando su brillo. No vi maldad en ellos. Sólo dolor-¿Podrás hacerlo?...
-Lo pensaré-camine al balcón y volví a subirme en la baranda. Salte al mío y caí en el sofá. Me di la vuelta y vi los ojos de Daniel. Llenos de tristeza.
Entre a mi cuarto sin darle importancia. Acomode mi ropa la cual estaba desacomodada.
Escuche los autos de mis amigo estacionarce abajo. Fui rapido al baño y me lave la cara y baje con la mejor cara de estoy bien.

Mis 8 hermanos youtubers y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora