Ambos en recuperación

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(Jan Carlos)
Estaba acostado en mi cuarto, ya que volvió los dolores. Escuche el teléfono de la sala sonar. Los únicos en la casa éramos Mario y yo, los demás fueron a grabar. Mario estaba acostado en la cama al lado mío durmiendo.
-Mario, está sonando el teléfono-le tire una almohada-ve a atenderlo.
-Jan Carlos no molestes-se cubrió la cabeza.
-Mira si es importante.
-Está bien.
Se levantó de la cama, estaba en boxers y descalzos. Fue a la sala y lo atendió.
-¡¿Qué?!-lo escuche decir desde la sala.
-¡¿Qué paso?!-le grite desde la cama.
El vino corriendo y empezó a vestirse.
-¿Que pasó?-volví a preguntar.
-Nada-dijo mientras se vestía.
-Algo pasó, dímelo.
-Sabrina... ella está en el hospital-continuo vistiendose.
Sentí que mi corazón se detuvo. Sin darme cuenta estaba de pie. No sentía dolor. Me vestí, sin escuchar los reclamos de mi hermano.
-¿Donde crees que vas?-me pregunto ya vestido.
-Tengo que verla.
-No, estas lastimado.
-No me importa, voy verla.
Salí del cuarto y empecé a caminar hacia las escaleras.
-Está bien, pero te llevó yo y vamos en mi auto-dijo a mis espaldas.
Bajamos las escaleras y subimos a su auto.
-Llama a Dalas, creo que Juan Pablo sigue en la firma-miro su reloj.
-¿Que le digo?.
-Decile que Sabrina esta en el hospital, que nosotros ya estamos llendo para haya.
Marque en mi teléfono el número de Dalas. Sono un rato y después de varios pitidos me atendió.
-Jan Carlos, ahora estoy ocupado, llama más tarde-dijo del otro lado de la línea.
-Espera no cortes, es sobre Sabrina-lo dije rápido.
-¿Que pasó?.
-Está en el hospital, nose la razón. Llamaron a la casa y atendió Mario. Pero parece que no dijeron la razón. Nosotros estamos llegando al hospital.
-Voy para allá.
Corté el teléfono y seguimos el camino hasta el hospital.
(Sabrina)
Abrí mis ojos, deje que mis ojos se acostumbraran a la claridad de la habitación.
-Oh, ya despertaste-escuche la puerta de la habitación abrirse.
Dirigí mis ojos a la puerta, vi a un hombre joven con una bata. Era muy guapo.
-¿Cómo te sientes?
-Me duele la cabeza.
-Es normal, te golpeaste fuerte-se acercó a la cama y se sentó en la silla que estaba al lado.-¿Como te llamas?
-Sabrina Jaramillo.
-¿Que edad tienes?
-Voy a cumplir 15 años.
-¿Cuantos hermanos tienes? Y ¿Cuáles son sus nombres?.
-Tengo ocho hermanos. Juan Pablo, Dalas, Mario, Sebastián, el otro Sebas, Juan Pablo, Pedro y Paisa.
-Okey-anotó algo en una libreta, saco una lamparita de su bolsillo-sigue la luz-me alumbró y movió la lamparita-creo que estas bien. No tienes daños en el cerebro, tampoco en el cráneo. ¿Sientes ganas de vomitar?
-No.
-Vas a estar bien, pero ten cuidado porque tienes múltiples golpes en el cuerpo. No hagas movimientos muy bruscos.
-Está bien. Pero ¿Como llegue al hospital?.
-Ah, pues un chico te trajo en brazos mientras la que parece ser su novia le gritaba a otro chico que venía detrás cosas como "¿Por que no evitaste esto? Esto es tu culpa" cosas así a lo que el respondía "me estaban golpeando ¿Como quieres que lo evite" el también fue atendido. Ya que tenía varios golpes en la cara. Aunque nada serio.
-Ludmila, Esteban y Jackson. Son mis amigos.
-Me puedes decir que te sucedió, porque esos golpes no son de caídas. Los chicos no quisieron hablar.
-Ehhhh, me quisieron robar-dude un poco con la respuesta.
-Aja, duerme un poco. Luego vuelvo a verte.
-Está bien.
El doctor se levantó de la silla, me sonrió y salió del cuarto.
Cuando el salió escuche que llegó un mensaje en mi celular. Lo busque, por todos lados. Estaba en mis zapatillas. El mensaje era de Ludmila.
"Estamos en la sala de espera, avísame cuando despiertes"
Le respondí.
"Ya lo estoy, pueden venir".
Deje el celular en la mesa que tenía la lámpara a mi lado.
Escuche que la puerta se abría. Mire hacia ella y vi un golpeado Esteban entrar. Seguido por Ludmila y Jackson.
-Oh por Dios ¿Estas bien?-le pregunte Esteban.
-Lamentó ser tan débil-agachó la cabeza-no pude defenderte.
-No es tu culpa. Eran tres y tu uno. Además eran tres gorilas. No te preocupes.
Sentía pena por Esteban, tenía el rostro muy golpeado.
-¿Que le has dicho al doctor?-pregunto Jackson.
-Que me quisieron robar.
-¿No piensas decir la verdad?-Ludmila me miraban fijo.
-No, yo arremetí contra ella. Si hablo yo me comeré todo.
-Es tu decisión.
Escuche como la puerta de la habitación se abría. Todos miramos hacia ella. Para encontrarnos con un pálido Jan Carlos.
-¿Que haces aquí? Deberías estar en cama-le dije un poco molesta.
No respondió, camino hacia mi y me abrazó.
-Me asustaste-susurro en mi oído.
Se separó y me dio un beso en los labios.
-¿Que sucedió?-pregunto a mis amigos.
-La quisieron robar entre tres, Esteban se metió y también lo golpearon-dijo Ludmila con seguridad.
-Gracias bro-le dijo Jan Carlos a Esteban, el cual estaba con la cabeza gacha.
-No fue nada-Esteban dio media vuelta y salió de la habitación.
Le hice una señal a Jackson con la cabeza para que lo siga. El asintió y fue detrás de el.
-Los dejó solos-Ludmila dio una pequeña referencia y salió.
-¿Quien te trajo?-pregunte ya solos.
-Mario-sonrió.
-Ahhhh. Deberías estar en cama.
-Y tu en la casa.
No respondí. Sólo mire el techo.
-¿Cuando podrás salir?-pregunto tomando mi mano.
-No lo se.
-Dalas esta en camino. Capas que el pueda hablar con los médicos para que te puedas ir.
-¿Dalas está en camino?-dije sorprendida.
-Si. Tranquila. Viene sólo.
-Va a matarme.
-No lo creo. Tu tranquila.-Me dio un beso.
-Jaramillo,  le dije que duerma-ambos nos dimos vuelta para encontrarnos con la mirada del doctor.
-Lo siento.  Pero no tengo sueño.
-Okey.  Todo parece estar en orden. Si sigue así podrá irse está noche o mañana a la mañana. Pero sólo si viene uno de tus tutores.
-Está bien.
-Amor voy al baño-Jan Carlos se levantó de la silla y salió de la sala.
(Jan Carlos)
No quería ir al baño, pero me sentía descompuesto y no quería que ella se preocupara.
Salí de la habitación, ví a Mario en la sala de espera sentado.
-Mario-me senté a su lado-estoy mareado.
-Jan Carlos,  te dije que no debías venir.
-Tenía que verla.
-Despidete de ella te voy a llevar a casa.
-Pero Dalas no llegó.
-No importa. Allí están sus amigos.-apuntó a la esquina de la sala.
-Dehacuerdo.
Fui al cuarto.
-Amor, debo irme. Nos vemos en la casa-le di un beso.
-Está bien, cuidate.
Salí del cuarto y Mario me llevó al auto. En el estacionamiento vimos el auto de Dalas entrar. Me relaje más al verlo. Mario arrancó el auto y salimos del hospital.
Llegamos a la casa y me acosté en el sofá.
-Tienes fiebre-Mario tocó mi frente con la mano.
-Iré a acostarme al cuarto.
-Está bien. Yo te haré un té con un ibuprofeno.  
Me levante del sofá y subí las escaleras para llegar al cuarto.
Me acosté en la cama. Después de un rato entró Mario con un té.
-Tomalo todo y luego duerme-me lo dio.
-Gracias.
Mario salió del cuarto, me tome todo el té y me acosté a dormir.
Cuando desperté era de noche.  Seguro que Sabrina ya había vuelto. Me levante de la cama y baje a la sala. Estaban todos sentados en el sofá.
-Hola-me dijo Sebas.
-Hola.
-¿Te sientes mejor?-pregunto Mario.
-Si. ¿Donde está Sabrina?
-Está en su cuarto-me dijo Dalas.
-Okey, voy a acostarme devuelta.
-Está bien
Subí las escaleras y fui al cuarto de Sabrina.
-Hola princesa.
Ella me miro.
-Hola-me sonrió.
-¿Como estas?.
-Mareada.
-Te ves bonita-la bese.
-Tengo sueño.
-Duerme. Nos vemos mañana.
Salí del cuarto y me fui a dormir

Mis 8 hermanos youtubers y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora