11:11

Capítulo 1

Primer capítulo

Dicen que cuando deseas algo con todas tus fuerzas el universo se pone a tu favor y hace todo lo posible para que suceda, pero también dicen que hay que tener cuidado con lo que uno desea, y no me cabe duda que las dos frases son ciertas.

Pero para entender todo esto, primero tienen que saber quién soy y qué fue lo que me pasó:

Mi nombre es Indiana Hilo Hanakahi, tengo 16 años, vivo en Argentina,Buenos Aires con mis dos hermanas Esperanza de 18 y Paloma de 20, mi mamá Libertad y mi papá Gustavo.

Somos felices, si, tuvimos malos momentos como cualquier familia La tuvo, pero al fin y al cabo somos felices.

Siempre pensé que fuimos bien criadas, La verdad que mis papás nos inculcaron muchos valores que hoy agradezco y me encantaría cuando tenga hijos también dárselos. Pero no me alcanzó, sentía que La vida siempre iba en contra mío, que siempre que quería dar un paso la vida me hacía retroceder 30, me sentía miserable, no entendía porque las personas podían ser felices, yo lo quería, yo quería ser feliz.

Todo esto empezó un día como cualquier otro, yo deseando no vivir La vida que estaba viviendo, quería ser como las chicas de las revistas, lindas y con plata, que todo el mundo deseara ser como yo.

Mire el reloj , eran las 11:11 hora de pedir mi deseo, no pensé ni un segundo más, solo lo pedí pedí ser una de ellas, vivir en una mansión, con un ropero más grande que la casa en la cual vivía ahora. Lo deseé con todas mis fuerzas.

Continúe el día como cualquier otro, nada raro había pasado. Estaba volviendo a mí casa después del día agotador que tuve en el colegio, me tire en la cama y me puse pensar en esa vida que siempre soñé, y de un momento a otro me quedé dormida.

Me desperté por el ruido de las​ puerta abrirse y alguien acercándose a mí y dejando algo al lado de mi cama, lo único que salió de mí fue un grito de desesperación, seguramente era una de mis hermanas

-Esperanza o Paloma dejen de hacer ruido, quiero dormir.-sin abrir los ojos todavía.

-Perdón señorita, no quería hacer ruido, Bueno días- me dijo una voz suave y serena, pero al mismo tiempo con un toque de miedo en su voz.

Abrí los ojos rápido, no entendía​ lo que pasaba, estaba en una habitación distinta a la mía, vi a la mujer de la cual provenía esa voz, la miré y ella me miraba como si estuviera loca.

-¿Quién es usted? ¿Y en donde estoy?- me atreví a decir.

-Soy Rosa la ama de llaves y está en su casa ¿Está bien? ¿Quiere que llame a su madre?- se notaba preocupación en su mirada.

Tarde un momento en responder, y ella seguía en la misma posición esperando una respuesta.

-No, gracias estoy bien- dije por fin, sin entender lo que estaba pasando.

La mujer asintió con la cabeza.

-Le deje el desayuno en la mesa, al lado de su cama, con permiso.- dijo, mientras se iba del cuarto.

Me quedé congelada en la cama, a cual no entendía de quién era y porqué estaba ahí, ni lo que estaba pasando.

Salí de la cama corriendo, como un impulso fui a un espejo que estaba al lado de una puerta. Me mire, estaba distinta, llevaba un camisón de seda negro, con unos detalles de encaje en el escote y en final de la prenda. Mi pelo estaba hermoso, liso, brillante, y recto, muy distinto de cómo era antes de despertar, mi pelo acostumbraba a ser seco y con ondas, las cuales odiaba. Me encantaba lo que veía, pero seguía con miedo porque no sabía lo que estaba pasando, era como si mi sueño se cumplía de repente.

Bueno, este es mi primer libro, espero que les guste. Lo único que quiero decir es que amo las "señales" o "secretos" o los "dobles sentidos" (en el buen aspecto) escondidos en los libros, y en la vida en si, así que este libro va a tener mucho de eso, espero que los encuentren. Una pista: el apellido de ella significa pensamiento en Hawaiano. XOXO, Indiana