Mi Crush

Parte 41

— Bueno, solo me bañaré y en unas horas estaré aquí de nuevo—dijo sofía

  — Te esperaré— dije abrazándola

Cuando entré a mi cuarto ya en mi casa, no lo sé me puse un poco mal, me dolía la cabeza, no tenia fuerza y sentía un dolor demasiado fuerte en el pecho, empecé a recordar todo, a Joel

Lo extrañaba tanto . Aún no entiendo porque se tuvo que ir, el era una persona buena, él era una de mis razones para vivir, no entiendo que hice para merecer esto, no puedo más no quiero seguir, mi vida no tiene sentido, tengo a mi madre y mi abuela, a varias personas pero como vivir sin el. Sin sus besos, sin abrazarlo, de tan solo recordar cuando lo vi en ese ataúd, de recordar la despedida, de recordar los últimos momentos en que lo ví, en pensar que pude abrazarlo más fuerte, pude besarlo más, decirle que mi amor ha cambiado, que ya no sé que hacer, que quisiera demostrarle lo tanto que amaba cuando trataba de hacer algo romántico, cuando se ponía nervioso, cuando quería besarme, inclusive como se ponía cuando teníamos que separarnos, fue tan difícil decirte adiós, tan difícil dejarle ir.

No sé cuanto tiempo paso, me tuve que tranquilizar, no podía pensar en nada, pero luego recordé que no tomé mis pastillas, me dirigí a el cajón a un lado de mi cama y tomé dos pastillas, como me indicaron, pero eso no era suficiente para calmarme, tome más en mis mano, no sé exactamente cuantas eran, pero eran bastantes, las necesarias para tranquilizarme, o morir, me daba igual.

Y después de un tiempo de pensar me decidí, puse mi mano en la cual tenía las pastillas a la altura de mi boca, abrí esta y cuando estaba a punto de tomarlas llamaron a la puerta.

  — Ariadna, ven y abre la puerta, alguien esta tocandola — dijo mi madre, eso me sacó de mi trance, me dí cuenta de lo que estaba apunto de hacer.

Suspiré— Voy— dije poniéndome de pie, tirando las pastillas en el cesto de basura que estaba a un lado de mi cama y mesita de noche.

Bajé y abrí la puerta era Sofía— ¿Estabas dormida?

La miré extrañada, pero luego caí en la cuenta de porque preguntaba eso, hace unos momentos lloré. Era normal que mis ojos estuvieran rojos e hinchados, como si estuviera recién despierta.

 —No, no es eso...vamos—dije saliendo tomándola... más bien jalandola de la mano

  — Oh por dios— dijo Sofía

— ¿Que pasa? — dije volteando a ver a todos lados , hasta que detuve mi vista cuando mis ojos se encontraron con Carolina— Oh— dije bajando la voz.

Sofía suspiró—La extraño tanto—dijo

  — Y ¿han hablado, o siquiera quedaron bien?  — pregunte

— Ella no quiere volver a hablarme— dijo— dijo que si no tenía el suficiente valor para afrontar lo nuestro, admitir lo que sentía y luchar por ello no valía la pena seguir juntas o hablarnos

— Y qué opinas sobre eso?—pregunte, aún sabiendo que esa pregunta duelke más que una apuñalada

— ¿Salir del closet por ella?— yo asentí— no lo sé, lo iba a hacer por ella, pero ella...ella es bisexual, creo que le gusta alguien, no estaba segura

— Tienes razones, pero ¿porque no se lo preguntaste?

— No sé—dijo con una lagrima rodando por su mejilla

—   Debes luchar— dije, aunque sabía que era muy incoherente de mi parte.

  Rió— lo haré, pero sólo si tu tambien lo haces— me ponía en una situación muy comprometedora

— Lo haré— dije

— Es un trato?—dijo extendiendo su mano levantando su dedo meñique

— Es un trato— dije apretando mi dedo con el suyo.

Cuando se nos llegó la tarde fuimos a mi cuarto, vimos una película, no quise poner algo romántico, pero ella insistió, la verdad esque las dos terminamos llorando, era una historia muy triste pero supongo que todo lo que pasó la chica valió la pena, traté de poner en práctica en mi vida, pero para empezar Joel murió y no hay final feliz. Solo con eso se arruina mi "historia".

Pero por ahora solo me estoy dejando llevar por el momento, pero debo aceptar y agradecer que estar con Sofía me reconforta mucho, el tener a alguien que está contigo y te entiende y que está pasando algo similar es muy bueno, hace un año pensaba muy diferente, pensaba que las amistades eran una farsa, que no valía la pena, que estar con una amistad solo te quitaba el tiempo y que, en el ámbito escolar te afectaba demasiado, pero luego encuentras a alguien que te muestra lo tan equivocada que estabas antes, que todo lo que creías verdad no era tan cierto y que sobretodo te enseña a que no debes dar todo por hecho porque hay excepciones para todo.