Capítulo 2 - Pensando con Claridad

641 14 5
                                    

Sabía lo confuso que estaría Jasper en estos momentos por eso, debía explicárselo. Salí volando de la habitación, con mi mano aún tirando de Jasper y dejando mis tacones atrás. Volvería a buscarlos, ¡los acababa de comprar! No podría desperdiciarlos de esa manera.

Corrimos sin para durante unos tres minutos pero Jasper no aguantó más. Tiró violentamente de mí hasta que los dos nos detuvimos. Me miró, y por primera vez desde que habíamos dejado la casa, pude ver su rostro. Me asustó. Era peor de lo que esperaba. Me estaba mirando y supe que debía explicárselo todo. Comencé a hablar incluso antes de que él pudiera abrir la boca.

-Jasper, mira, se que estas confuso, y mucho, pero yo no puedo hacer esto sola, y necesito que me acompañes. Estamos dentro de un lío muy grande y podemos salir de este si… no, ni siquiera sé si podemos hacerlo pero tenemos que hacer algo y yo necesito ver-. Su cara estaba igual o mas confusa que hace unos momentos así que intenté de nuevo- Tenía que irme de la casa Jasper, tenía que alejarme de Edward antes de que pudiera sacar sus conclusiones incluso antes que yo y luego Aro estuviera al tanto de ellas…-. Bueno, ni siquiera yo me entendía pero no pude continuar explicándole porque otra me ví invadida por una nueva visión.

No, no era nueva, estaba otra vez dentro de la jungla pero ahora me podía ver a mi misma, con Jasper, corriendo tras algo…. ¿alguien? Pero realmente no lo veía, no porque estuviera escondiéndose, porque no lo sentía en la visión, como si no existiera, aunque sabia que allí estaba porque, corríamos tras él. La visión duro menos de dos segundos porque, como en las otras, se detuvo de repente; pero me alcanzo para darme cuanta de muchas cosas. Teníamos que buscar a alguien al que no podía ver, alguien como Jacob… ¿Un licántropo? … o a alguien como Nessie… ¡Si! ¡Si! ¡Si! A alguien como Renesmee… ¡un semivampiro!

La verdad es que no sabía mucho de que nos serviría tener otro semivampiro pero ahora tenía temas más importantes, en los que pensar. Como en Jasper, que debía estar aún más confuso de lo que estaba antes, viendo mi cara de alivio y satisfacción.

-Jasper- comencé.- debemos ir, tenemos que ir por alguien a quien no logro ver, un semivampiro. Se que está en una jungla y que hay un río, muy ancho, no logro saber donde se encuentra realmente pero debemos ir, debemos ir Jasper…- estaba asustada, de que no quisiera venir conmigo por eso tenia que convencerlo-. Por favor, tenés que acompañarme, para salvar a Nessie, a Bella, tenemos que salvar a nuestra familia Jasper. Sé que va a ser difícil pero es la única oportunidad que tenemos todos. Es mas, hicimos bien en irnos de casa porque Aro no puede saber nada de esto, no podemos dejar que se entere. Vamos, tenemos que empezar a buscar-. Dije todo esto apresuradamente, sin detenerme a respirar aunque, en realidad, no lo necesitaba de todas maneras. Seguía sin sonar muy convincente pero él se relajó un poco y pronto me sentí, también, muy relajada. Era raro porque Jasper no manipulaba mis sentimientos muy a menudo, no le gustaba hacerlo. Debía verme mucho más desesperada de lo que creía.

No dijo nada y me tomó de la mano, preparado para salir corriendo otra vez pero, en vez de eso, me acercó a el, de modo que nuestros cuerpos estuvieron juntos, uno contra el otro. Nos miramos intensamente el uno al otro como lo habíamos hecho muchas veces pero nunca con tanta intensidad. Le acaricié la cara y pude ver lo mucho que le amaba. No podía perderlo, no iba a ser capaz de aguantarlo. Yo lo necesitaba y mucho, pero él también me necesitaba y tampoco podría soportar perderme y yo no podía herirle así, simplemente no podía. Al sentir mi mano sobre su cara, se relajó un poco y me apretó aun mas entre sus brazos. Me relajé también, esta vez sin la ayuda de Jasper, y puse mi cabeza en su hombro. Nos quedamos así unos minutos, calmándonos el uno al otro sin palabras.

Finalmente, habló.

-¿Estas segura de esto Alice? Puedo ver como sufres al no encontrarle una salida a esto y no puedes dejar que todo caiga en tus hombros, como si fuera culpa tuya y estuvieras obligada a solucionarlo. No quiero que te sientas así…- Me susurro al oído.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 28, 2012 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Buscando una SoluciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora