Una noche bastante interesante, no? Bueno, depende de cuándo leas esto, pero por qué no aprovechamos este momento oscuro donde el mundo espiritual y el nuestro de vuelven uno, para contar una historia de terror que he vivido por mi mismo, desgraciadamente.
Una buena noche como esta, me encontraba en humilde pero acogedora morada, a punto de tomar un buen y cómodo baño para lavar mis suciedades corporales y mentales, aunque la verdad necesito 4 psicólogos para limpiar las mil y un ideas de chistes malos que se me ocurren p/h.
Cuando entré a tomar el dichoso baño, seguí normalmente, hasta que escuché una pelota cayendo en mi patio trasero, en el cual de encuentra la ventana de mi baño, que des-afortunadamente está dentro de la regadera.
Lo que sucede es que hay un parque justo detrás de la barda de mi patio trasero y a menudo las pelotas sales despedidas a mi patio trasero, producto de una mala patada de uno de los niños que juegan fútbol por allá, los cuales terminan allanando mi casa para rescatar el balón perdido, normalmente dejo esto pasar esto porque nosotros teníamos un pacto in-acordado, de esos que no necesitas decir nada apara saber que existe, solo sabes que existe. Ese pacto era que yo los dejara entrar a mi casa por sus balones cuando quisieran, pero solo eso, nada de robar o algo así.
Todo había ido bien los 14 años que he vivido hasta entonces... Hasta aquella fatídica noche en la que un niño decidió romper el pacto, el niño había roto el jodido pacto! Mientras me bañaba, escuché un balón de los niños, sabía que entrarían dentro de poco, y era algo incómodo sabiendo mi situación, pero mantuve la calma por ese pacto.
Pero entonces vi una sombra pasando en la ventana, me asusté, pero mantuve mi calma ya que mi inocente mente seguía pensando que iba solo por el balón.
Hasta que de repente veo la silueta del jodido en la ventana, completamente estática, intentando verme a través del vidrio, lo cual veo imposible, era de esos vidrios para baños que solo se ve de dentro a afuera, pero mierda que estaba asustado, golpeé el vidrio con la intención de asustarlo y que se fuera, pero no se inmutó. Así que procedí a salir del baño, avisarle a mi adulta/tutora/madre para que lo asesinara.
Efectivamente fue y terminó haciendo mierda, verbalmente a los niños (sin pasarse a lo ilegal, claro) y ahora he me aquí contando la increíble historia de traición, engaños e ira. (Sí pude concluir mi baño, al final).
-Un Méndigo Mendigo.
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Historias de un mendigo en secundaria.
HumorRecopilación de acontecimientos narrados por un imbécil de secundaria en sus ratos de divagación.