Alma salvaje (Stony)

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Adaptación de "Tiana y el Sapo"

¡VÍDEO E IMAGEN REALIZADAS POR MÍ!  

Hace unos años, digamos más exactamente 1913, vivía en Nueva Orleans una familia muy feliz, cuya única pena era no tener hijos a pesar de ser pobres, ¿qué importancia tiene el dinero en comparación con el amor de un bebé? Por suerte, un día, mientras Nick "Fury" Rogers caminaba por la calle, encontró un bebé en una cesta al lado del río, no sabía cómo alguien podía hacer aquello, tan horrible. Pero a pesar de todo, Nick tomó la cesta y la llevó a su casa, su mujer se puso muy feliz, dijo que era un milagro, el niño había llegado a sus brazos como Moisés, y lo adoptaron como suyo bajo el nombre de Steve.

Steve creció feliz en aquella familia, en aquel barrio obrero, y jamás le importó ni a él ni a nadie, que se viera diferente. Puesto que su madre pasaba largas jornadas trabajando como cocinera, pasión que Steve heredó, el pequeño niño solía estar más tiempo con su padre Nick, quien era sastre. Fue así, en uno de los encargos de Nick a la familia más rica de Nueva Orleans, que Steve conoció a quien sería su mejor amigo por toda la vida, James Buchanan Phillips, a quien llamaba cariñosamente Bucky, y su fantasiosa hermana, Peggy Phillips. Ambos niños eran hijos del empresario más rico del Nueva Orleans, un general ya retirado llamado Chester Phillips, que trabó amistad con Nick en la guerra, y el mejor de sus clientes. Desde aquello momento, Steve siempre acompañaba a su padre cuando tenía que ir a casa de los Phillips, y jugaba con Bucky y Peggy durante todo el día.

Por desgracia, la vida no fue siempre feliz, y siendo aún pequeño, su madre murió. Dejándole solo con su padre, con la enseñanza de trabajar duro, y el sueño de poder ser el dueño de un gran restaurante, como ella había deseado.

Steve miró por la ventana a la gran estrella azul que brillaba en el cielo, aun siendo un niño no creía en esas cosas, pero no perdía nada por intentarlo. Presionó el boceto que su padre había dibujado del restaurante para su madre, y deseó con todas sus fuerzas, hacerlo realidad.

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El despertador sonó por toda la habitación, eso no vino nada bien para la migraña de Steve, pero aun así se puso en pie y comprobó que solamente había dormido media hora, tener turnos de mañana, tardes y noches no podía ser bueno para la salud, pero debía ahorrar. Steve se puso en pie y tomó el uniforme del armario, una camisa amarilla con pantalones beige y chaleco blanco, peinó su dorado cabello, lavó su cara alejando las legañas de sus azules ojos, y salió por la ventana para no perder el tranvía.

La cafetería estaba recién abierta, pero ya había algunos sentados, todos saludaron a Steve con gran cortesía, pues era un joven muy querido por cuantos le conocían. Tomó el delantal atándolo a su cadera y comenzó a apuntar comandas, Maria Hill, la cocinera, preparaba los platos rápidamente, no dejándole ni un segundo de descanso. Estaba preparando una tanda de buñuelos cuando la campanilla de la entrada sonó, Steve miró hacia la puerta y encontró al Señor Phillips, quien le saludó alegremente.

-No sé por qué sigues trabajando como un estúpido –le dijo Maria –Podrías casarte con su hija, y listo, tendrías todo lo que desearas al instante

-Peggy quiere un príncipe, Maria, y a mí me falta mucho para eso

-Pues te casas con James, solucionado

Steve tomó las tortitas que la joven le ofrecía ignorándola con una sonrisa, se acercó a la mesa del Señor Phillips, y dejó ambos platos justo en el momento en el que Bucky entraba.

The Storyteller (El Cuentacuentos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora