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—Buenos días.

—Te dije que odio los mariscos.

Dijo él mientras derramaba su malteada de chocolate sobre su uniforme.

—Me las pagaras idiota.

Ella no se quedó atrás, le aventó su mochila a la cara logrando tirarlo de la silla.

El maestro tuvo que separarlos, a él le sangraba la nariz.

A ella le dolía la cabeza.

Amor Apache; Jos Canela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora